Derelicción.
«Noites en branco coma sabas húmidas /nas circunvolucións do meu cerebro /tendidas sempre ao vento do perigo...» (Lois Pereiro)
Esta página/hoja busca ojos que compaginen emociones, está tatuada de inocencia en los muslos del poema, en los brazos de la prosa alborotada, en la galerna de malvavisco de palabras que no encienden primaveras, que cabecean como barcas en un puerto que dormita con pescadores desplumados, con frases atropellando el binomio ojo/hoja, pagina compaginada, solo leen los ciegos, los que abandonaron el barco y queman incienso a la sombra de los grandes árboles, los que buscan harpías en las selvas de ellos mismos, los que se lanzaron al vacío con una cinta en la frente, con una oración en los labios, con una piedra negra en el pecho.
Escribo así, encadenando voces que recojo en mi propia huerta, inclinado sobre la tierra, buscando las que brillen, las que no digan, estas.
Digo para no decir.
Miedo.
Hoy escojo la estética y arrincono lo que debo decir, lo pospongo, me escondo, me cubro con un pañuelo verde y rojo, pongo mi mano sobre la boca, anudo con fuerza la venda y no digo, no sé si derelicción está bien escogida, no sé siquiera si tengo propiedad sobre mi garganta, sobre los sonidos guturales con los que suplo la comunicación, grrr, brrrr, oh, zass, orgía de interpretación primaria, prehistórica, pintando la página/ojo/pared con los dedos manchados en mis contradicciones, ciervos que corren por las paredes, bisontes metafóricos, cuevas de murciélagos, ugg, clonk, pufff, no soy dueño de lo que digo/no digo, sé que quiero cargar los fardos desde la bodega, proteger de la luz el lúcido latido de mi alma, nada es como era y esto es el futuro, sin saberlo escribo para mañana.
Digo para no decirme.
Derelicción.
1. f. Der. Abandono de una cosa con ánimo de poner fin a la propiedad que se ostentaba sobre ella.
6 comments :
Es posible que la culpa la tenga este horrible constipado que se ha adueñado de mi persona sin mi permiso y que me tiene en un estado febril.
Pero su hoja-ojo -pagina- huerta-selva-campamento-diván-confesionario….tiene una fuga de ansias, chorrea ansias ligeramente por una esquina, se escurren por la pantalla del ordenador, llegan al teclado y vuelven con fuerza a su hoja-ojo.
Se te escurren por los lados de la pantalla, ciegos que leen, Kamikazes de su propio yo, pintores de orgias, monos filósofos, barcos de rumbo incierto, mucho mar, amores dulces, amargos, apasionados, imposibles, corneas, flores, bacalao, pintores de nubes, escaladores enamorados, pingüinos, humo, labores de costura… flotan entre las líneas de tu hoja-ojo, papiros egipcios con tecnología de última generación, flores, dibujos animados, comics de ultratumba, palabras, palabras…palabras…condimentadas con besos, abrazos, suspiros, con muchos, pocos, poemas, músicas, olas, órganos a punto de explotar, diccionarios…y ansias, muchas ansias….
Tal vez no sea la fiebre, sea tu ojo-hoja lo que me hace delirar, o tal vez solo tenga un ataque de ansias…
Un beso
Eres Pedro, sencilla y enormemente Humano.
Biquiño, siempre para ti.
Lo único que puedo decirte Pedro, es gracias. Gracias porque sea lo que sea que te mueve, en ello hay sentimiento, real, vívido, palpable. No se trata de técnicas vacías. Ahí estás tú en cada palabra
"...tatuada de inocencia en los muslos del poema, en los brazos de la prosa alborotada..."
Formidable, Pedro.
Vaya si dices.
Vaya si te dices.
Vaya si es tuya esta página/hoja.
Sobre todo después de este ejercicio de derelicción al que todos deberíamos abonarnos de vez en cuando para reconocer humildemente cuánto de lo humano ajeno se nos hace propio.
Un abrazo.
Pedro, eres muy bueno (diciendo y no diciendo).
Nos pasamos la vida acarreando semillas de voces, cual hormigas.
Y cual hormigas sentimos la carga del ácido fórmico para no desvanecernos.
Di o no digas, esa es la cuestión.
Satisfacción.
Osadía.
Templanza.
Señorío.
No son nada malas, ni recusables, si llevan implícitas respeto, mesura y sensibilidad.
Porte de caballero querido amigo.
Un abrazo
Publicar un comentario