lunes, 20 de septiembre de 2010

Irina.

 
El mundo se ha quedado pequeño, o ya lo era (y no lo sabía).

En un principio, mi vecino del piso de arriba de entonces me ayudó a adquirir el hábito de leer. Leí y leí (no he parado desde entonces).

A la vez supe que podía imaginar y escribir (tampoco he parado).

Mis amigos guardan las cartas que les escribí (mis amigas no lo sé).

Los días pasan, tan rápido.

Internet fue un territorio en el que me interné de golpe, sin vecinos que me enseñaran.

Un tiempo después Joan Mateu (qué persona tan increíble) me abrió la puerta de su Tertulia en Mízar. Allí descubrí a muchos colaboradores, muy interesantes en lo literario, aún más en sus valores, en su humanidad. Tuve la suerte de conocer personalmente a muchos de ellos/ellas en viajes a Barcelona, en Bilbao, en otros lugares. Por dar un sentido circular a este post solo citaré hoy a René Rodríguez Soriano. http://www.rodriguesoriano.net/index2.htm

René es un buen escritor y un buen tipo. Tuvo la gentileza de mantener conmigo una amistosa correspondencia, de enviarme sus libros por correo, de publicarme un cuento en un periódico de Miami (qué inconsciente, en qué estaría pensando, él). Aprecio mucho su trabajo y sobre todo su persona. Aún no nos hemos dado la mano, lo haremos un día, seguro. También gracias a él conocí a Irina.

Irina vive en New York, es decir muy lejos (muy lejos desde aquí, claro, desde donde vivo). Desde hace más de diez años nos carteamos. Como sabemos eso crea una relación especial, muy fuerte en lo afectivo. Irina hace muchas cosas, me ceñiré en que escribe, escribe bien (Al final, un ejemplo).

 El caso es que en mi viaje a NY nos vimos. No nos hizo falta llevar un sombrero rojo o un ramo de gladiolos para reconocernos. Ella es más guapa y yo soy más viejo. Hablamos en el lobby de un hotel terrorífico, hablamos como si nos conociésemos de toda la vida a la sombra en un parque de Manhattan, nos hicimos fotografías, comimos una ensalada César en un restaurante frente a la Central Station (dónde se ruedan tantas películas, Los Intocables, por ejemplo), tomamos una cerveza en un pub del Village, sellamos una amistad para siempre, nos despedimos con lágrimas en un vagón del metro.
Milagroso, dijimos, pero no, no lo es, es simplemente el mundo se ha quedado pequeño, o lo era y no lo sabía. Entre tantos millones de seres humanos, algunos nos encontramos en esta red de redes, no importa dónde vivamos, en la calle de al lado o a miles de kilómetros. Muchas veces, algunos nos vemos el corazón, contamos lo que no nos contamos a nosotros mismos, lo que no sabemos y una vez nos sale a borbotones, nos desborda. Muchas veces, un día, algunos de nosotros nos miramos a los ojos, frente a frente y entonces sabemos, una vez más, que la vida es hermosa, que merece la pena (y las muchas penas) vivirla, que el sentimiento, el amor, nos hace libres, nos dignifica. Y nos sentimos pequeños y grandes y seguimos caminando, enriquecidos, mejores.

Gracias Irina, René, Joan, gracias a todos los que me hacéis sentirme más en paz conmigo mismo cada día, muchas gracias. 

REJOICE

Residual garbage from my past
how hard it's to discard you
yet the time has come
carrying you all these years
proved to be nothing.

You became a ghost
a corpse wandering the streets
of a city as dead as you are
every day you decompose slowly
filling the air with the stench of your decay

The ground that will bury you can’t hardly wait
to eat your bones until they’re dust
suck their bitter marrow
devour your tired flesh
blow up your defective eyes
swallow your tongue stinking of cigarettes

The soil will find a better use for your rotten sex
that all the poor performances it gave
while blood still flowed through it
with utter difficulty
causing you unbearable frustration

What a shameful waste
your life has been
not even your daughter will save your existence
of being just a useless mass
occupying space
polluting a town
already as corrupted as you

Karma won’t spare you
no more chances
no more lives
Samsara will not spin for you again
yet you're forbidden to reach bliss

The day you take your last breath
I will only regret
not being there
to see the dark shred of your soul

The day you die
I will rejoice
while celebrating
my freedom. 

(Irina




19 comments :

Mayte dijo...

Y es que Internet es una trampa dulce dónde a veces se pescan emociones reales, Personas así con con mayúsculas que enriquecen y nos permiten ser granito de sal o de azúcar para los cafés de la vida, y se siembran semillas y crecen girasoles en las manos y sonrisas en los abrazos...y todo es pequeño ante la grandeza de las Almas que traspasan distancias, sí.

Un achuchón muy personal.
Besiño, Pedro, bonito lunes. ;)

ybris dijo...

Hay encuentros que merecen una enhorabuena, sobre todo cuando la realidad del encuentro físico coincide con la del encuentro virtual.
Algo de eso he comprobado yo el pasado sábado.
Y sí. Irina escribe muy bien.

Abrazos

virgi dijo...

Te comprendo bien, este verano tuve un par de experiencias muy bonitas, letras hechas piel y complicidades.
Volveré sobre Irina, promete su Rejoice.
Un abrazo. Grande.

mirada dijo...

Y luego dices que soy muy sensible, Pedriño, es genial, me alegra mucho que lo disfrutéis así, felicidades.
Un abrazo enorme.

Pedro M. Martínez dijo...

Mayte ✿ܓ , la verdad es que en esta ocasión traspasé distancias en alma y también en cuerpo. En trampas así no me importa nada estar pillado.
Ese achuchón muy personal me ha encantado, muchas gracias. Buena semana.


ybris eso no vale, ahora conoces a alguien que conoce a alguien que me conoce. ¡pero a ti no te conozco! (todavía).
Recibí puntualmente tu abrazo, gracias, espero poder dártelo personalmente a la menor ocasión posible. Avisa (please) si vienes por aquí (o cerca). Buen día.


virgi a mí, las experiencias de piel también me encantan (jajajajajaja).
Insistiré en poemas de Irina, seguro que le hace ilusión tu comentario.
Un gran abrazo (sin piel, pero bueno, todo se andará)

mirada, sí, certifico que eres muy sensible. También certifico que eres muy buena amiga. Y, de paso, certifico, corroboro, afirmo, que eres una gran persona.(lo de guapa no hace falta que lo diga, se ve). Me acojo al lunes del abrazo mundial y te abrazo entera (con permiso)

Tesa dijo...

Internet nos une a gente que de otro modo nunca conoceríamos.
Gente estupenda, peculiar, maravillosa. Menudo invento.

Pedro M. Martínez dijo...

Tesa y es que además es sorprendente, hablas con el corazón a una persona de la que , en principio, solo conoces su nombre (o, pásmate, su nick), a veces esa persona está en el otro extremo del mundo (al menos de tu mundo) y pasa el tiempo y como por arte de magia un día le conoces en persona (sorprendentemente siempre es incluso mejor que como imaginabas).
Un invento, cierto, un invento.

(Segunda parte, excepto para aquellos/as que buscan otra cosa, -muy respetable que cada uno busque lo que quiera- y encuentran un problema. Se me acaba de ocurrir temas para próximos post, temas reales, casos que conozco de algunos que buscaban una cosa y han encontrado otra. Historias increíbles pero ciertas)

(Tercera parte, esto me trae a la cabeza que lo que aquí cuento suele ser de mi invención, mi realidad sería poco creible)

Tinta de aterrizaje dijo...

Siempre se espera la muerte de alguien para regocijarnos. Yo al menos.
Y si el mundo se ha quedado pequeño es porque los espacios pequeños son ya los suficientemente hermosos y amplios.
¿Qué deseo si no el de entrar, estar, compartir con alguien en los espacios más íntimos?

Besos.

Arantza G. dijo...

Pedro, creo que me ha tocado la lotería, jajaja, no, la de la pasta no.... estoy radiante de felicidad. Internet me ha dado el gusto de conocer personas de una valía importante.
Me siento feliz de poder hacer de carne y hueso el cariño virtual.
Vamos sumando amigos.
Muchos besos.

Joselu dijo...

Que cierto es eso que dices, Pedro. Más allá de la actitud que adoptemos en la vida, al final, son siempre los demás quienes nos la enriquecen de verdad. Se empieza por los más próximos y se termina por los más lejanos (o viceversa). Porque a veces el mejor sentimiento para el día nos llega desde muy lejos de alguien, como tu dices, pásmate, del que solo sabemos su “nik”. Uno, a pesar de cómo le educaron, ha aprendido a sortear los prejuicios y a sospechar francamente que ese que choca contigo mientras toma un vino o no para en el paso de peatones cuando tu cruzas, puede ser un físico nuclear, o doctor en caracoles o tener un blog lleno de sabrosas entradas e hilos que te llevan a magnificas lecturas o reflexiones o momentos suaves, aún sin piel de por medio. Habrá que meter paciencia y el perdón en la maleta para este viaje.
Reconocernos en el otro, independientemente de cómo sea o donde viva, lleno de sabiduría o ignorante de todo, -porque así somos todos: un poco sabios en alguna cosa e ignorantes de casi todo lo demás (alrededor de un 99% de lo que necesitamos)-. Hace falta eso: mirarnos a los ojos, descubrirnos, pero también estar atentos y ser generosos y reservar un tiempo para que cuando vayamos a NY hagamos un paréntesis en nuestro apretado programa y busquemos a Irina o rascarse el bolsillo el día que René nos llame para decirnos que está aquí.
Viviremos un mundo Rayuela pero libre de sufrimiento y lleno de gozos, en el que ocupemos un buen lugar donde nos llegue el afecto, la complicidad y el amor de los demás. También tu eres un Joan Mateu para otros gracias a esta red que tienes extendida donde se nos atrapan los afectos, los cariños, los deseos, los besos y abrazos de quienes, como tú, queremos ser mejores cada día.
Así que Pedro…muchas gracias.

Pedro M. Martínez dijo...

Tinta de aterrizaje, algunos/as poetas tienen la virtud que, al leerlos, a veces no sabes bien si van o vienen.
Eso mismo me pasa hoy contigo.
Aunque, pensándolo bien, estoy absolutamente de acuerdo en eso de compartir con alguien los espacios más íntimos.
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Arantza G., me alegro mucho. Para la próxima vez te agradecería me informes de esas reuniones poéticas. No soy poeta, pero sí soy un activo conversador con algo de titiritero y mucho de saltimbanqui. Poesía quizás no escuches pero te aseguro que volverás a casa llena de sonrisas. También de besos, amistosos claro. Pues eso, que me alegro

Pedro M. Martínez dijo...

Joselu eres un romántico, y me congratulo por ello. Ocurre que a algunas alturas de la vida te dan un rol, un papel y es difícil desaprender, desprenderse de él (es decir, que la cara que tienes es la que te has ganado con los años). No me puedo extender mucho pero te diré que el cubalibre (es decir, tomar varios) me produce una resaca tan insoportable, un día después tan agónico que hace tiempo que abandoné la bebida (su exceso). Es una pena, tantas barras de bar han recibido mi corazón en estado puro, tantos/as compañeros/as ocasionales de nocturnidad (y alevosía) han compartido sinceridades que creo que esa (compartir bebidas alcohólicas) sería la única forma de contarte todo (o parte, o algo). O que viviésemos en los últimos pisos del Empire State y coincidiésemos en el ascensor. O que vayas a visitarme después de una operación a corazón abierto, con los efluvios de la anestesia aún flotando en mi resistencia a contar.
Los prejuicios son un problema, con el tiempo que he tenido para eliminarlos no puedo echar la culpa solo a mi educación, deseducarse cuesta. Por otra parte, conozco a físicos nucleares, doctores en caracoles, directores generales y otras especies de elementos subversivos que son unos auténticos gilipollas, cuando no directamente unos hijos de puta. Sin embargo el señor que nos sube el pedido de la frutera del mercado del Ensanche es un filósofo (y un señor, ya lo he dicho), por ejemplo. Eso no quiere decir que no conozca directores generales que saben de qué va la cosa y señores que suben el pedido que son unos impresentables. La solución está en la persona, sea lo que sea, básicamente debe ser (que no es lo mismo que estar. Estar estamos mucho, pero muchos son los llamados y pocos los escogidos). Y eso.
En resumen, con total seriedad y absoluta sinceridad, lo que quisiera, lo que realmente quisiera es estar en una playa lejana (no hace falta que esté desierta), paseando por la orilla, pensando, mirando el mar, dejarme crecer la barba, nadar entre las olas, seguir paseando, pensando, con un gorro para que no se me calienten demasiado las ideas, mirar al cielo, las nubes, la espuma desgranándose entre los dedos de mis pies, silbar, cantar, correr, sentarme luego a la sombra y leer, sentir, (ya, ya, no me preguntes que sí solo, que cuanto tiempo, que de qué iba a vivir, que si la familia, déjame soñar, leches).
Vale, si nos dejan nuestras muchas obligaciones nos tomamos un día una cerveza y elucubramos (o nos tomamos una elucubración y nos cerveceamos). Y gracias a ti.


(Rayuela es mi libro favorito. Y es una historia trágica, ademas de)

gaia07 dijo...

Amigos… ¿cuántas veces han arrojado luz a nuestro abatimiento aún sin saber que estábamos afligidos?
Ellos, los que saben ser amigos, siempre saben como acercarse, antes, a pie o en una estación de paso, ahora internet, donde aunque no puedas tenerles cerca no ignoran cómo ser amigos.
Por eso es tan milagroso cuando además te abrazan y besan, sobre todo cuando al mirarte entienden y su enorme sonrisa no les deja hablar.

Un beso doble.

Joselu dijo...

Solo puedo aceptar la elucubración porque tengo las transaminasas por las nubes (no es broma). Al parecer yo ya me he bebido lo que me podía beber en esta vida. La putada es que no aproveché para hablar con nadie. De lo de vivir paseando las barbas por la orilla te diré que si lo sueñas con fuerza terminarás haciendolo. Y no te preocupes que no soy de los que preguntan de que vas a vivir. Yo soy de los que dicen... ¡llevame contigo!. Peligro.
Un abrazo, amigo.

Clarice Baricco dijo...

Hermoso texto, hermoso encuentro y hermoso viaje.

Pienso en una pareja que tiene pendiente encontrarse en una calle parisina. Entonces recuerdo que solamente es un sueño.

Abrazos.

G

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, para entender hay que saber ponerse en el lugar del otro. Eso se posee de forma natural o se aprende. Por eso lo milagroso es encontrar a esas personas. Luego todo es tan bonito…
Un beso, amiga.

Pedro M. Martínez dijo...

Joselu, hacemos una cosa, tú elucubras y yo bebo, algo saldrá.
Ah, te aviso de lo de las barbas por la playa, por si...
Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Clarice Baricco, no es un sueño.
Tú avísame y voy.
Un beso (hasta entonces)

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