Parker baila.
Toma mi oscuro anillo inmemorial.
Mi armadura deshecha se deshace
y de sus mallas muertas salen fuegos
azules, Bronwyn; puedo verlos, tiemblan.
Tiro el guante de hierro, soy tu siervo.
El mar que me acompaña por un mar
de sombra se deshace en el vacío.
Estoy cansado de estar muerto y ser.
Juan Eduardo Cirlot.
13. Parker baila frente al océano del tiempo con algas marinas en la frente, le aplauden los cachalotes de la cultura, el cantor de la isla, un terremoto delimita las fronteras y el agua se cuela por las grietas vaciando las estrellas de mar y las anémonas, las palmeras se inclinan, un genio dormita en su botella, los caballos galopan en las olas y hay un temblor de nueces y de mármol.
6 comments :
Él también baila, baila en la última mirada del 31, entre las olas de fuego fundiendose en el milagro de una nueva vida que no es ni será suya o mía, baila en la espuma que azota los recuerdos y le sonríen cómplices las rocas que saben de embestidas, a lo lejos mis huellas sobre la arena se separan de las suyas...caminos distintos, quién sabe si las almas también...baila en mi memoria, esta última noche de Mayo.
Biko, Pedro.
otro con acento... ;)
Ya era hora. Tenía tantas ganas de que Parker bailase, o mejor aún, bailar con él.
Hoy soy una almeja, doy palmaditas de alegría con las conchas, así me sumo a la fiesta del guirigai, esa marina que has montado.
Agradezco enormemente el que le hayas dado un respiro.
Pobrecico, lo estaba pasando tan mal...
Me encanta la fotografía.
No sé si Parker baila con tristeza o con melancolía. En todo caso lo hace y lo expresa de forma muy poética.
La fotografía, digo lo mismo que Mirada.
O sea, que a tu Parker, como dirían en mi tierra, "se le movió el piso"... y baila con toda la carga lírica. Creo que yo también le voy pedir su cartoncito y escribiré mi nombre para que me reserve el próximo baile, si no le importa que baile descalza.
Qué alegría encontrarlo dándole un pequeño giro a la rosa de los vientos. ¿Se dejará llevar o mantendrá una postura rígida?
Sigue, sigue, más.... Dale un empujoncito a ver si se decide a cruzar el charco, a lo mejor encuentra una rana que le croe, jajajaja...
Besos con oleaje, de momento no hay marejada.
Al fin ha encontrado el método, aunque ya naúfrago y perdido el norte se rebela y lo consigue a medias. Quién sabe si las sirenas, aún desvencijado y rígido, le consideran hábil para interesarlas.
Aunque no llegue donde antes, siempre puede sustituirlo por una mente ágil y una mano diestra “como caballos que galopan en las olas”.
Besos.
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