Hey, you.
Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
-la única que te ha gustado-.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo.
(Pedro Salinas)
Rooom, estoy seguro (¿sí?) que nada es lo que era. Es fácil llegar a esa conclusión. (¿O es un principio?) Que será (¿o no?), también. Aquí tenderemos al cambio (ya vas a ver). Tengo la certeza desde hoy mismo, a la una (en punto) del mediodía. Estaba sentado frente (¿o era dentro?) al Guggenheim y se me ha aparecido Gerhard Ritcher, entre nubes de metal, rodeado de ángeles rubios tocando la trompeta, vestidos con uniformes de las SS, unos, sujetando por el cuello, otros, a un coro de caimanes llorando (generación culpable de Auswitch ¿de qué seremos culpables nosotros?). Me ha dicho con voz de tenor:”este año dejarás en este rincón parte de tu alma, un trozo de cerebro y limaduras de los pulmones, dejarás dos dioptrías, un suspiro y todo el corazón”. He caído con San Pablo al suelo (a la vez, cataplúm) y él ha continuado: “necesito de ti una prueba”. (Oh, Dios). Justo entonces me ha llamado X y el cielo ha empezado a arder. Impresionante, las gentes ardían, la ría ardía, mi tráquea ardía y XX ahí, esperando (me) al final de una calle. He llegado cojeando, saltando trampas, saltándome y XXX sonreía, me mantenía a distancia, como una boxeadora en el primer round, midiéndome, buscando la distancia y... (Alto, si cuento todo hoy ¿qué contaré mañana?) Gerhard Ritcher , benévolo, sonreía desde las alturas. (Esperarme, enseguida vuelvo, mañana ¿estás seguro?). Zipp, zapP.
5 comments :
Las sombras y las incógnitas se parecen más a lo que no son.
Nuestra parte más despejada es, a la vez, nuestra parte más de niebla.
X siempre es un bella esquirla, al menos al principio.
¿Hubo Majestades, Pedro?
Abrazando las sombras,
una humareda de polvo
cubrió la inesperada llegada
de los latidos que limaron alma corazón y vida hasta sepultarlos
ardientes en una trampa.
Para desprenderse de ellos no hacía falta ni derechazo ni incógnitas.
Pues eran sombras.
Besoxxx
Si, si y tú tildándote de soso, madre mía! no se como serías si tuvieses salero, bueno si, serías un hombre salero y en los restaurantes, bares o garitos-según lo que acostumbres- te llamarían para sazonar sus ensaladas.
Tú te sentirías cerca del prójimo, un ayudador encerrado como Aladino en una botecito de cristal.
Aladinooooooooooo!!!
Quiero mis tres deseos
Tu
Tú
Tú
Ahhhhhhhhh
¡Pero si ya te tengo!
Gracias Aladino
PD: No escribas estas cosas que me desbocooooo
Déjame que te bese
¿si?
Hoy me has gustado más que nunca, me gusta verte delirar
¿Quiere esto decir que ahora se nos van a ver los sentimientos por fuera?
Culpables somos de todo lo que ocurrió mientras estábamos allí.
Estoy impaciente por ver qué ocurre con XXX, parece que es la única que aún no arde, parece.
Un beso.
Me he dado una vuelta por Gerhard Richter.
Es curioso constatar cuánto ignoro de tanto como merecería la pena no ignorar.
Gracias.
Un abrazo.
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