El contraluz final de “Centauros del desierto”.
Como el pobre Red Buttons en “Hatari”: cuéntamelo otra vez.
Ya te lo he dicho muchas veces, para mantener este blog necesito (dulce) inspiración, algo (mínimo) que contar, imaginación y técnica (o así) para juntar letras y palabras.
¿Sólo eso?
Ah, y sobre todo pasión. Por la vida, los otros, la escritura, el momento, el ahora, el placer de escribir, de amar, de disfrutar los días, el intento. (etc)
Me parece poco.
Bueno, también está el juego, escribir siendo uno mismo y otros a la vez. Disfrazarse, pero no para engañar, no para confundir. Colocarse una máscara veneciana y dejar que el que lea adivine, es joven, es viejo, miente, exagera, no le ha podido ocurrir eso que cuenta. Fragilidad de una débil voz perdida en este medio, a su vez perdido en un espacio muy concurrido y, por supuesto, perdido sin remedio.
Te dejas la vanidad.
Sí.
Te dejas mucho que contar, escondes lo esencial.
¿Tú crees?
Sí, aquel día que se te llenó la cama de endecasílabos recuerdo que dijiste “moi, je desérte”. O cuando escribiste nadando en líquido amniótico. O tu prolongado periodo de endechas. O el estar y no estar. En fin, esa influencia del contraluz final de “Centauros del desierto”.
Vale, déjalo, este blog no sirve para gran cosa.
Estoy de acuerdo.
Agur.
Agur.
Artículo 9.
• Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
13 comments :
Querido Pedro Glup: acogiéndome al anterior artículo 8, me acogeré a mi derecho ante los tribunales competentes. No quiero ver lesionado mi placer de leerte.
Espero se me ampare ante lo indispensable de tu natación en el mar de la escritura.
Es gracia que confío alcanzar.
A ver, Sir Peter, que no. Que no me pongo aquí antes de que despierten los niños para que me digas adiós y que te plantees a estas alturas lo que es un blog. Un blog sirve para distraerse uno y los demás, para conocerse, sí ya se que tienes poco pelo, ahora, no te imagino con bigote, y menos de Jhon Wayne, ¡aunque, si me bajaras del caballo!, pero que coños te digo. Tú manejas este tinglao perfectamente, día a día, ya sé que es complicado. ¿Qué ocurre, es que no te conformas con una docena de buen@s colegas? Si tuvieras un encuentro como te dije en cierta ocasión. Un dia quedamos todos en el Gaioso y verás. O en una tasca del Nervión.
Besos, centauro de la palabra espolvoreá.
¿Todo eso que dices, hace falta para mantener un blog?
...no creo, sólo tienes que darte una vueltecita por la blogosfera.
:)
“moi, je desérte”.
Abandonar no te lo recomiendo, y menos en este western literario.
Pega un tiro al aire, o utiliza el fogueo. Y si matas a alguien también nos lo cuentas como algo insustancial.
No lesionaré tu placer virgi, ni se me ocurriría.
Tiene usted concedida la gracia.
Gracias.
Ventana indiscreta, unos días así o otros asá, yo qué sé, lo que sale, lo que toca.
Voy a empezar a escribir para mí, y sálvese el que pueda.
Besos de nigromante
Cada uno en su casa…Tesa
Ya me gustaría tener tiempo para darme más vueltas. Y vocación.
En eso ando.
Y en este beso.
No soy de fogueo Tinta de aterrizaje, ni de tiros al aire. De matar ni te cuento. Prefiero la palabra. Aquí las junto, sin tino a veces. Siempre con cariño (no sirve, no solo eso, hace falta más)
Luz.
A tus pies.
No sé que andarás pensando...pero ni se te ocurra.
No se que más decirte...
Escribimos por lo mismo que vivimos: Para que nos quieran.
Lee tus comentarios, me parece que tu lo has logrado. Un beso con mucho cariño, no se si es suficiente, pero es lo que tengo.
No hace mucho el amigo Josep en su sección sobre escenas memorables del cine, hablaba de este contraluz final y ese alejarse solo despues por parte de Jhon Wayne una vez el trabajo realizado. Que poco se necesita a veces para decir lo importante.
Un abrazo
Quizás lo esencial no sea tan importante.
Un beso.
Pedro, que continúe tu pasión por la vida que contiene todo lo que tú enumeras, hasta el contraluz.
No nos destierres y mucho menos te destierres tú.
Bicos.
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