Dino Buzzati.
Voz de mí
No sé cómo mirar para encontrarte,
horizonte de amor en que me excito,
distancia sin medida donde habito
para matar las ansias de tocarte.
No sé cómo gritar para llamarte
en medio de mis siglos de infinito
donde nace el silencio de mi grito
movido por la sangre de buscarte.
Mirar sin que te alcance la mirada
sangrar sin la presencia de una herida,
llamarte sin oírme la llamada;
y atado al corazón que no te olvida,
ser un muerto que tiene por morada
un cuerpo que no vive sin tu vida.
Elías Nandino
Esperar a los bárbaros que nunca llegan, pasar los días como un personaje de Buzzati, a la espera de enemigos invisibles, desconocidos.
Consumir los días renunciando a todo lo que no sea esa espera.
Mientras, la vida pasa en medio de nada, con irrealizables planes de futuro y vanas nostalgias.
No llegan los bárbaros pero por el sur la aldea se ha llenado de osos y están los herreros suplantando puentes, inventando cuevas, corriendo por las calles donde gira el viento. Por eso me voy con los niños que no esperan, que juegan con sus tizas y dibujan las rayas blancas que separan lo real de jirafas estremecidas, gatos que sueñan con tejados interminables y niñas con trenzas de colores. Vendrá el invierno como un intruso y estaré en el camino, siguiendo la estela Ha huido la seguridad de las cebollas y ahora estoy seguro que nunca vendrán.
17 comments :
La espera como ir a un kiosco ambulante con noticias desfallecidas.
Saludos.
No temamos al invierno. No todavía.
En el camino estamos siempre, al fin y al cabo.
En invierno, buscaremos el calor de un abrazo...así juntitos, enlazados como trenza con su lacito de colores.
(El poema con que has abierto tu ventana, me ha parecido precioso)
Me lo llevo.
Besos, muchos, todos. Bueno, igual son demasiados....ja,ja
Tinta de aterrizaje, su comentario me recuerda a mi amigo Paco que siempre compraba el periódico de ayer.
Un día leyó su propia esquela y así supo que se había muerto el día anterior.
Saludos.
Tesa sí señora, ya lo decía Jack Kerouak.
Lo del camino.
El invierno…que venga cuando quiera, aquí estaremos.
Arantza G., esto...lo del abrazo ¿has pensado en alguien?
Claro, es que en Vitoria hace mucho frío (generalmente unos 15º menos que en Bilbao)
Besos hasta que se acaben las existencias.
'No pienses más Giovani Drogo, no te vuelvas hacia atrás ahora que has llegado al borde de la altiplanicie y el camino está a punto de hundirse en el valle. Sería una estúpida debilidad. La conoces piedra a piedra, podría decirse, la Fortaleza Bastiani, desde luego no corres peligro de olvidarla. El caballo trota alegremente, el día es bueno, el aire tibio y ligero, la vida aún larga por delante, casi está aún por empezar; ¿qué necesidad habría de echar un último vistazo a las murallas, a las casamatas, a los centinelas de turno en el borde de los reductos? Se vuelve así lentamente una página, se extiende al lado opuesto, agregándose a las otras ya acabadas, por ahora es sólo una capa fina, las que quedan por leer son, en comparación, un montón inagotable. Pero de todos modos siempre es una página gastada, mi teniente, una porción de vida.
Desde el borde de la pedregosa altiplanicie, Drogo no se vuelve a mirar, en efecto, sin una sombra de vacilación espolea al caballo cuesta abajo, no intenta volver ni un centímetro la cabeza, silba una canción con pasable desenvoltura, aunque le cueste trabajo.'
Lindas fotos, música, adorei a poesia, muito bom mesmo.
Estoy aquí de nuevo. Egipto muy interesante, pero allí no me quedo ni ofreciendome un paraíso.
Yo sin embargo hago como tú, soplo el cuerno bloguero en la llamada a todos mis amigos, conocidos y desconocidos.
Es hora de juntarse tras el duro día junto al fuego con una taza humeante, a leernos, leerlos, escribir, comentar… escuchando buena música.
Rutinas divinas, sonrisas sorprendentes, claridades mentales de gentes que originan algo más en este mundo que un simple cohabitar.
Un abrazo.
El invierno es mi pasión...y a veces lo que se espera...no llega.
Por cierto la imagen de cabecera de hoy, el gatito...es como el mío, que lindo! :P
Un bikiño grande Pedro...y bonitos días...me voy de puntillas pero despacito hoy, que quiero disfrutar de tu ventana esta madrugada.
Vaya, Pedro. Hoy es uno de esos días en que lees como si te leyeras y en donde cada palabra cae en el hueco que llevabas.
Leí a Nandino y anoté "Mirar sin que te alcance la mirada".
Pasé por http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ita/buzzati/colombre.htm y leí "El Colombre".
Cuando empecé a leerte ya era cierta la espera de los bárbaros que nunca llegan, pero sí los osos que entran por el sur y el clamor de la gente y sus afanes.
Sabía que el refugio estaría en algún sitio y caí en los juegos de los niños como en patria.
Vendrá el invierno, Pedro, y nunca aprenderemos a no temer lo que debiera ser nuestro destino más deseable.
Un delicia de texto hoy. Justo el que necesitaba.
Gracias.
-¿Por qué empieza de pronto este desconcierto
y confusión? (¡Qué graves se han vuelto los rostros!)
¿Por qué calles y plazas aprisa se vacían
y todos vuelven a casa compungidos?
Porque se hizo de noche y los bárbaros no llegaron.
Algunos han venido de las fronteras
y contado que los bárbaros no existen.
¿Y qué va a ser de nosotros ahora sin bárbaros?
Esta gente, al fin y al cabo, era una solución.
( de Constantino Cavafis )
Hola Pedro
Xaneira, así es, sí.
Irse sin volver ni un centímetro la cabeza.
Aunque cueste.
(Y tú sabes lo que cuesta irse sin mirar hacia atrás)
Walkyria Suleiman, muito obrigado.
Y además mis modestos escritos. Qué cosa.
Es que gaia07, no hace falta ir lejos para encontrar la belleza.
Septiembre de reencuentros, la vida sigue como solía. No sé cómo seguirá esto, pero aquí estamos.
Deseo que tu agosto haya sido caluroso y hermoso. Y te abrazo.
Qué horas Mayte, o tienes el turno de noche o insomnio. No te preocupes, llegará el invierno y los fríos, todo llega. En este ahora te envío un beso gigante (por si la espera es larga)
ybris, siempre eres tan amable que me abrumas. Te lo agradezco.
"Mirar sin que te alcance la mirada".
Un abrazo.
Hola Aury, el temor a la llegada de los bárbaros es antigua.
A veces llegan y destrozan todo lo que era.
Pero cuando no llegan la inquietud no nos deja vivir.
No aprendemos.
Esperar no es lo malo, si no encontrar una buena razón para esperar.
Me encanta lo de los herreros suplantando puentes....para recibir aquello que nunca vendrá.
Un abrazo
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