jueves, 5 de junio de 2008

Confuso y con alas. 4. Admiración / René.





Me gustaría que creyeras
que esto es el irrisorio juego
de las compensaciones
con que consuelo esta distancia.
Sigue entonces danzando
en el espejo de otro cuerpo
después de haber sonreído
apenas
para mí.

(Cortazar)





...el suicida nos apunta con un dedo acusador; una flor roja de odio creciendo en la noche; un pingüino sonriente me sirve un desayuno serio; la niebla entre los árboles de Urkiola; un gato persigue a un perro cobarde; un hombre cobarde persigue a un hombre pobre; leones, hienas, buitres, fauna de la selva en documentales de la N. G.; todo está en la televisión, antes estaba en los libros, antes no estaba, lo que no está no existe, lo que no conocemos no está; filosofía de cafetería; palabras para no estar callado; orquídeas para el frío; otra alfombra de pétalos de claveles; soledades de humanos en posición fetal; torres derribadas por la ira; tecnología de salón; cartas místicas - Gloria al Señor, Aleluya -; intervenciones aburridas, aburrimientos expandidos, bostezos comprimidos, insultos a la inteligencia; pulso gitano; aros en el lóbulo de la oreja derecha, como un pirata, como un corsario, la diferencia está en los papeles, en quien los firma, o en no tenerlos, si pagas eres bueno y puedes ir al cielo, si no pagas eres malo y te quedarás en la tierra, de promisión; Zabulón, José y Benjamín ¿dónde estáis?; ingenuidad a toneladas; montañas de violencia; la tierra tiembla; nubes llorando desconsoladas; cada uno habla de lo que sabe, yo tendría que estar siempre callado, no sé nada, cada día menos, no puede ser, como siempre; un león con una espina en la zarpa; una espina con un león en la punta; el cíclope miope; Jonás y Pinocho enamorados de la misma ballena; la joven estrella del cine que interpretaba a heroínas pálidas, se mete monja al cumplir los 25 años, una crisis de fe, en el sistema; santos con túnicas blancas, cabellos blancos, almas blancas porque estaban en el bando correcto, los que vencieron; veo películas de hace treinta años ¿estamos hablando de lo mismo?, poca memoria, pocas ganas de recordar; agua, rodeándonos, por todos los lados y tengo miedo de no ver nunca más amanecer, que decía el islandés centenario; símbolos en el cielo, el hechicero invoca a los espíritus, los fieles cantan al unísono; en Tarifa delfines saltando alrededor de la proa, los turistas les ametrallamos con las máquinas de fotografiar; hombres con turbante saltando alrededor de un coche, otros hombres con turbantes de otro color les ametrallan con sus armas ligeras; debo cerrar los ojos para concentrarme, esta es una ilusión de sábado; hay palabras que me gustan y recojo una pizca de sentimiento pellizcada y ahora mastica cada letra porque hoy es lo único que nos queda antes de llegar a ningún sitio, después de atravesar el rio Suchiate y luego en Ciudad Hidalgo esperar el tren a ninguna parte porque ya no queda donde ir, porque ya se han borrado los caminos y los planetas continúan girando y girando y a todo esto debes ponerle música y beber hasta que lo leas doble y aún así ni siquiera sabrás que no has empezado a leerlo ¿O si lo sabes?


Final

Confuso y con alas.

Atravieso el río Suchiate con los otros, en silencio, no hablamos, somos tan pobres que no tenemos palabras que compartir. Concentro la mirada en el frente, sin desviarla, no puedo malgastar mis ojos, necesito acumular paisajes para luego, para cuando llegue. No sé de qué pueblo he salido, ignoro dónde terminaré. Continúo el camino. A mi lado alguien llora, alguien sufre, alguien me roza y se va. Sólo tengo preguntas, tampoco quiero compartirlas, cruzo mis brazos sobre el pecho y sigo. Hoy me tocó esta parte del río. Observo al pelícano, en escorzo pica su costado hasta hacerse sangre que beberán sus crías hambrientas, luego se aleja volando. ¿Lloran los pelícanos?. El uro se aleja, cansado. Estoy sólo, ahora voy a sentarme y leeré los enigmas mientras me inclino a la noche, ávido de entender, ansioso porque los huesos se me llenaron de tristeza, rabioso porque la noche ha llegado y las nubes no me dejan ver la luna. Pero no te preocupes ahora una palabra brilla, en otra se enciende el eco de un suspiro y las junto para que las bebas, para que las comas con pan, para que los caminos de la comunicación se pinten de tonos amarillos antes de la fiesta, antes de que cantemos otra vez la canción de nosotros. Tú me hablas de tanta gente que entra y sale en tu vida, privilegiados porque te ven y te disfrutan, ajenos a los que desde tan lejos pensamos en lo desconocido. Y tú no entiendes pero me hablas de cosas que tampoco entiendo y buceo bajo el agua de tu voz, de tus disculpas, de tus barcos siempre a punto de llegar a puerto y justo al doblar la calle te descubro con un vestido blanco y una flor en la mano, la calle se llena de una neblina que recuerda a una película italiana de los cincuenta, te llamo, parece que me escuchas, pero te alejas, corro tras de ti, entras en una taberna oscura, los borrachos te lanzan su soledad como monedas, no te alcanzan, te pierdes en esas calles que nunca recorreré porque han cerrado las fronteras, las sirenas se esconden bajo las rocas y un presagio de tormentas tiñe el mar que baila frente a mi ventana de luz y cebollas. Me duele este ojo que me salió en la nuca, la mano que creció en mi frente, las nuevas piernas en el costado, pero sobre todo me molestan las alas, me golpeo con ellas por las esquinas, se me meten en la taza del café de la mañana, me impiden extender el periódico y además me tienen todo el día volando como un pájaro perdido entre los truenos y rayos de esta vida tan loca de puro cuerda que miro la puerta de mi celda y apenas puedo recordar cuantas cerraduras y candados deberé abrir para escapar, sin mirar atrás no vaya a convertirme en esa estatua de sal que preside el salón, no creas que divago, no creas que no te he visto perdida y temblorosa porque no te abraza ese amor que creció en ti, desde niña, ese amor como una catástrofe que llenaba cada hueco de tu interior, como esa marea de agua y lodo que arrasa algún pueblo perdido en Chile, el terremoto en China, siempre lejos, siempre les toca a otros, como antes de saber, que nos creíamos todo lo que nos contaban y si piensas que sólo escribo para mí no sabes que te quería antes de no conocerte porque desde antes ya te había regalado esta selva de anarquía controlada en cada punto que no uso porque no tengo tiempo más que para enviarte torrentes de amor vestidos de surrealismo cotidiano y no creas que eso excluye los besos y los abrazos, aunque ella me lleva de la mano entre la galerna que no pudo con el nosotros, entre el fuego que elude con sus pies desnudos como una salamandra bella que cada día se mete en la jaula de hienas que ríen y despreciamos en nuestra cama llena de ruidos gozosos, llena de cielo y almendras y porqué me tocó a mí esta locura que mido con mi metro arrugado bajo las cariátides y atlantes del edificio que construimos sin saber cómo o porqué empezamos o sí, un día, abandonaremos como a una torre de Babel inconclusa, habitada por reproches porque no dijiste, porque no supe que contestar, porque no sabemos qué, desde antes, todo está dicho o callado y agitando la mano cerrar la ventanilla antes que el polvo o una estrella se nos meta en un ojo y lloremos en este mediodía luminoso que te regalo en esta bandeja de oro mientras I está sentada entre las burbujas que suben del barro, una mano gigante desliza las nubes por el cielo negro con una sola constelación, con un ojo vigilante, eterno, dentro de un triángulo; mariposas, de todos los colores; termómetros que enloquecen y saltan en el hielo nocturno; una mujer teme volver a su casa para no encontrarse con ella misma sentada, esperándose; una mujer teme volver a casa para no encontrarse con su silencio; una mujer teme volver a casa para no encontrarse con un hombre y su rabia, su frustración, su violencia; un hombre delgado y gris se está fumando un pulmón mientras mide la distancia entre el sexto piso y el asfalto; una mujer mira por una ventana al joven subido a un árbol que a su vez le mira a ella; un hombre duerme debajo de un sueño transparente; teléfonos móviles sonando frenéticos; hombres airados blasfemando en el callejón; mujeres en el filo de la soledad; niños con relojes atados a los pies; niñas que nacieron a destiempo, les sobraron mil años; hombres que nacieron para morir, por otros, por una causa, por un error, por una idea, de otro, por un capricho, de otro, por una bandera, de otros, por odio creciendo como mala hierba en aquella pared del cementerio; hojas secas de alfombra, de cama, de suelo, de abrigo; cabañas que contienen suspiros y jadeos; amor saltando como un caballo lúcido entre la necesidad de estar solos o estar solos en compañía; cínicos poetas escribiendo versos a Satanás que, a su vez, canta baladas, al piano, Elton; ese hombre moreno hace años que no hace el amor, sólo se acuesta con mujeres, pagando, es grosero, ya, pero sincero; almas sensibles deshojándose en lágrimas como cebollas porque no llega el príncipe azul, ni el verde, ni un triste oficinista, ni un mendigo; volubles casados enamorándose de inconstantes solteras; infantes sobrealimentados con comida de plástico, infantes que no hace falta que te diga más; atletas corriendo contra sí mismos; sueños obsesivos con un sólo tema ¿tú también sueñas en eso?; los arcángeles prefieren gregoriano y yo te prefiero a ti, mujer vestida de caracolas; el suicida nos apunta con un dedo acusador; una flor roja de odio creciendo en la noche; un pingüino sonriente me sirve un desayuno serio; la niebla entre los árboles de Urkiola; un gato persigue a un perro cobarde; un hombre cobarde persigue a un hombre pobre; leones, hienas, buitres, fauna de la selva en documentales de la N. G.; todo está en la televisión, antes estaba en los libros, antes no estaba, lo que no está no existe, lo que no conocemos no está; filosofía de cafetería; palabras para no estar callado; orquídeas para el frío; otra alfombra de pétalos de claveles; soledades de humanos en posición fetal; torres derribadas por la ira; tecnología de salón; cartas místicas - Gloria al Señor, Aleluya -; intervenciones aburridas, aburrimientos expandidos, bostezos comprimidos, insultos a la inteligencia; pulso gitano; aros en el lóbulo de la oreja derecha, como un pirata, como un corsario, la diferencia está en los papeles, en quien los firma, o en no tenerlos, si pagas eres bueno y puedes ir al cielo, si no pagas eres malo y te quedarás en la tierra, de promisión; Zabulón, José y Benjamín ¿dónde estáis?; ingenuidad a toneladas; montañas de violencia; la tierra tiembla; nubes llorando desconsoladas; cada uno habla de lo que sabe, yo tendría que estar siempre callado, no sé nada, cada día menos, no puede ser, como siempre; un león con una espina en la zarpa; una espina con un león en la punta; el cíclope miope; Jonás y Pinocho enamorados de la misma ballena; la joven estrella del cine que interpretaba a heroínas pálidas, se mete monja al cumplir los 25 años, una crisis de fe, en el sistema; santos con túnicas blancas, cabellos blancos, almas blancas porque estaban en el bando correcto, los que vencieron; veo películas de hace treinta años ¿estamos hablando de lo mismo?, poca memoria, pocas ganas de recordar; agua, rodeándonos, por todos los lados y tengo miedo de no ver nunca más amanecer, que decía el islandés centenario; símbolos en el cielo, el hechicero invoca a los espíritus, los fieles cantan al unísono; en Tarifa delfines saltando alrededor de la proa, los turistas les ametrallamos con las máquinas de fotografiar; hombres con turbante saltando alrededor de un coche, otros hombres con turbantes de otro color les ametrallan con sus armas ligeras; debo cerrar los ojos para concentrarme, esta es una ilusión de sábado; hay palabras que me gustan y recojo una pizca de sentimiento pellizcada y ahora mastica cada letra porque hoy es lo único que nos queda antes de llegar a ningún sitio, después de atravesar el rio Suchiate y luego en Ciudad Hidalgo esperar el tren a ninguna parte porque ya no queda donde ir, porque ya se han borrado los caminos y los planetas continúan girando y girando y a todo esto debes ponerle música y beber hasta que lo leas doble y aún así ni siquiera sabrás que no has empezado a leerlo ¿O si lo sabes?


27 comments :

ybris dijo...

Desbrozas objetos, situaciones, sensaciones como quien sabe mirar e intenta no dejar que se le escape lo mirado.
Al final de lo acumulado la pregunta es siempre la misma después de leerlo por duplicado:
¿Cómo ponerle música a todo esto?
Y la verdad es que de eso se trata.

Abrazos.

Anónimo dijo...

No te he leído tres veces, y aún así... que huérfana me siento. Si sabes, no todo, pero sabes cosas, de caminos y gentes, de lloros y rabias... hasta de turbantes y animales.
¿Que utilidad debe tener? Ah, eso ya no lo sé.

No conozco mucho mundo yo, a parte del mío, la locura ya lo tiene esto, pero soy una loca muy dicharachera, ¡que conste en acta notari@! me lo deja en mi despacho por triplicado en las hojas del anagrama ese de la rana con ojos saltones.

¿Chupito de vodka? eso si, si te veo doble... entonces tendré que decidir entre vosotros dos, de no hacerlo me convertiria en una libertina, aunque qué más da!
Si me contáis hasta cien al oído, en stereo, yo os canto blues a los pies, y lo que ocurra después quedará entre vosotros dos, yo, los caimanes del zoo y el terrario de serpientes.

Nos mordemos, nos mordemos... avisa si te duele que no tengo medida.

Pedro M. Martínez dijo...

M `has mataó querido ybris, sí, precisamente buscando la musicalidad me he perdido en una sucesión de voces discordantes.
Es lo que tiene esta ansiedad de querer decir mucho en poco.
Bueno, soy joven, aprenderé.
Abrazos.

Pedro M. Martínez dijo...

Claro, Madu, lo lees tanto que te lo aprendes y luego pasa lo que pasa, se encabritan los caballos y cocean las cabras (tentado he estado de escribir “cabritas” pero me ha parecido rizar el rizo ese de coger el rábano por las hojas habiendo ojos como los tuyos, tan bonitos, tan perspicaces, tan escrutadores desde la línea de la poesía hasta la Línea en Gibraltar en donde, ya ves, llevaba turbante, no por otra cosa que por el sol y el levante, que la mezcla altera el cerebro o lo que le quede a cada uno que ya sabes lo de las neuronas, que se mueren en una proporción diaria alarmante, qué cosas, que no estoy preocupado, Iñaki me asegura que me queda una, venga ese Vodka y veamos dos, uig, las veo, y veo dos Madu, que ricas, vveniid, veenidd, qué majas, con lo que fantaseamos (algunos) gañanes con los tríos (Los Tres Sudamericanos, los Tres Tenores, el Trío Calaveras, Los Panchos -sí, eran tres, nunca me he atrevido a decírtelo-, la Puri y Vanesa, Manolo y Ramón, etcétera) hasta que te entran unas irreprimibles ganas de morderme y que te muerda. Te lo canta Mayte Martín al comienzo de mi juxe box.

Ten cuidao (Buleria)

Me avisaron a tiempo: ten cuidao!
Mira que miente más que parpadea
mira que por su modo y su ralea
es de lo peorcito del mercao
y son muchos ya los labios que han besao
y a lo mejor te arrastra en su marea
y después no te arriendo la tarea
de borrar de tu mente lo pasao

Ten cuidao, ten cuidao!
Pero yo me metí por tus jardines
dejando que ladaran los mastines
y ya bajo la zarpa de tus besos
sin miedo de morir en la aventura
yo me colmé de tu boca con locura
y me caló tu amor hasta los huesos

Єѕтnoм dijo...

Sinceramente, me he quedado sin palabras, así que he entrado en los comentarios a ver que decía Ybris, y como siempre es tan acertado, me lo copio (ahí va):
Desbrozas objetos, situaciones, sensaciones como quien sabe mirar e intenta no dejar que se le escape lo mirado.
Al final de lo acumulado la pregunta es siempre la misma después de leerlo por duplicado:
¿Cómo ponerle música a todo esto?
Y la verdad es que de eso se trata.
Abrazos.
Ybris.
Ay no, Montse.

Margot dijo...

Aletear palabras y confusión al volar...

El ritmo lo llevas, baby, el resto parece fluir solo en el vuelo.

Besos de pelícano satisfecho tras engullir tus letras!!

mirada dijo...

Te admiro, olé tus huevos...

Pedro M. Martínez dijo...

єѕтησм, tienes un claro síndrome de personalidad desdoblada.
Hale, te silbo a ver si te curas.
O vete tú a silbar a la vía del tren (no te arrimes mucho)(a las vías).
¿Conoces algún coro de precio arreglado?
Besos, Pedro, siempre.

Pedro M. Martínez dijo...

Ese ritmillo, Margot, yea.
Cuidado con el bajo que entra a destiempo.
Y la de la flauta, que tiene el labio partío.
Del pelícano ya me encargo.
Besos boreales.

Pedro M. Martínez dijo...

Miradiña, que me mencionan los huevos y siempre digo ¡¡¡uuuuuy!!!, que´s una zona sensible, poco apta para olés o requiebros, que me pongo las manos así, como una virgen, defendiendo mis joyas y ni recuerdo lo de las admiraciones ni ná. Instinto de conservación puro y duro.
Pero me da tiempo para besarte, linda.

mirada dijo...

Vaya por diossss...
¡cuánto lo siento!
Que ni te he rozao...

Magnolio dijo...

No, yo tampoco lo sé, ni falta que hace, pero me pongo cualquier vestido blanco para que el brillo de tus palabras no me atrangante, no me indigeste, o sus alas me golpeen y me vuelva de cristal mientras subo al Urkiola o me siento mojada en los suchiates que separan tanta frontera de aqui al lado mientras oigo además, ¿Será posible?, if you go away.

gaia07 dijo...

Bueno, ahora que ya se del confuso y con alas Mizar, de tu amistad con Joan, de tu respeto a Rosa Elvira, y de tu admiración a René, me voy a atravesar el río Suchiate, a hacer camino al andar mientras los planetas sigan girando.
Entre pétalos rosas y morados, escuchando a Ceu y tu texto, despacito y lento, de verdad que esto es una gozada.
Beso entre bocado y bocado.

Churra dijo...

De ninguna manera me gustaria atravesar ese camino , ni ese rio y menos llegar a esa ciudad , ni bebiendo y viendo doble , ni poniendole musica , la que sea .
Un beso

navegar.es.preciso dijo...

A mi me gusta, pero "Soy metálicoo en el jardín metalicoo". Pareciera que hay que pulir el ello.
Un beso

navegar.es.preciso dijo...

"...botánico" (corrección) jajaja!!! Sin duda hay que pulir...

+++Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Mirada, debe ser por eso...
jajajjajajajajajaja

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio del jardín del edén, es posible, if you go away y lo que se tercie que una vez pasado el Suchiate el resto será coser y cantar.
La verdad que quiero decir más de lo que digo.
Besos, reina.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, no sabes (o sí) cuanto me alegro.
De tu goce.
Besos, añado.

Pedro M. Martínez dijo...

No sé qué me da, querida Churra, que a los que lo atraviesan no les queda otro remedio. Eso también quería decir, pero ese río nos pilla lejos. Y los cercanos, algunos, ni los vemos. Un beso

Pedro M. Martínez dijo...

Pues si hay que pulir, se pule navegar.es.preciso.
Vamos p´allá

Єѕтnoм dijo...

Más que desdoblada yo diría desparramada, Pedro, pero estoy bien, gracias.
Yo había oído mandar a cagar a la vía del tren pero silbar...
¿La metonimia contrataca?
Conozco el coro "La rabia" pero son caros.
Quizás Madu me haga un precio económico y puede que Nikté se anime a venirse también a la vía ( a silbar o a lo otro).
Tú mejor quédate en casa, no sea que te dé un aire.

Pedro M. Martínez dijo...

Oído cocina, єѕтησм

Nikté dijo...

Señor y yo viendo cuasi doble ya y eso que no he bebio, pero veo un piguino mu simpático, al menos para mi lo es y sigo leyendo y al final ya no veo nada.
Aumentaras mis diotrias como sigas escribiendo de forma tan fecunda y tan loca.

Anda, dame un beso pa que coja fuerzas y pueda continuar.

Gracias, lo he sentido en una oreja, no era el lugar indicado, pero me vale

Pedro M. Martínez dijo...

Es que te mueves mucho, Nikté, no iba ahí.
Tengo una amiga que sí que es fecunda. Bueno, no sé si fecunda o constante.
Y es que van como locas.
Va otro beso (este derechito)

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el post, felicitaciones desde Chile!

Anónimo dijo...

Saludos, muy interesante el post, espero que sigas actualizandolo!

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