domingo, 8 de junio de 2008

Cena en la Ciudad Jardin.


Nos juntamos aquí seis años después. Nada ha cambiado. No es una pregunta. O sí. Apenas recordamos quienes fuimos entonces. Apenas podemos concretar qué es ese entonces. La verdad, ni siquiera recordamos quienes somos ahora ni qué hacemos todos juntos. Esta desmemoria ayuda a soportar el paso de los días. Recordamos a quién amamos. Las enemistades, si las tuvimos, se han diluido, no existen. Hay muchas cosas que ya no existen. Y personas. Las lloramos. Ha pasado demasiado tiempo de todo. Lo blanco se ha vuelto negro, y viceversa, lo gris aún pugna por desteñirse. Hay una sola certidumbre.

Este es un barrio con una plaza sin iglesia, lleno de escaleras y cuestas, ya no sabemos quién sube y quién baja, la niebla impide contar a los ausentes. Estamos así, mirándonos, tratando de convencernos a nosotros mismos que somos aquellos. Pero esta es una cena sin añoranzas, esta es una reunión que canta a la amistad, este es un grupo que se sigue buscando en el transcurrir de la vida. Revisamos fotografías antiguas y nos reímos, adivinamos quién es ese que está en la tercera fila, nos sorprendemos con las ropas, con las caras, con el brillo en los ojos, con el inocente descubrimiento de nuevas sensaciones, inventando futuros desde esos rostros diluidos, deseos que no fueron, esquinas que ya no existen, sueños superpuestos por realidades, geografía de una historia, la nuestra.

La nostalgia es un caballo que cabalga por una pradera invisible. Esta es una mirada desnuda que nos invita a llenar las paredes con espejos redondos y contemplarnos en ellos con ojos nuevos, evitar los reflejos que traicionan, hacer que todo sea diferente, vestirnos de rojo o de verde, cantar, bailar cuando la luna nos sonría. Propongo ser otros ahora que todos miran para otro lado y las normas se diluyen en el crepúsculo de junio. Propongo vernos. En esta noche de alegría, abrazos y reencuentros, justo en el borde de la despedida propongo también no esperar tanto para la próxima cena. Brindemos por ello.

Hasta el año que viene.



14 comments :

navegar.es.preciso dijo...

Me uno al brindis...
a la nostalgia galopando
y al por-venir.

Anónimo dijo...

Yo te veo ahora y después si me dejas...

Ayer galopé, troté, me peleé, tengo una herida entre los dedos meñique y el otro que no recuerdo por fricción de las riendas de cuero, agujetas en la espalda de tanto trote sentado, que "sabina" hacia una semana que no salía y tenía energia para dar y tomar, así que el retrote fue el paso habitual durante las 4 o 5 horas.

Pero aún y chafarme el pie contra un árbol, estar a punto de caernos en una zanja, de salir corriendo perseguidos por otros caballos... que alegria más grande tengo glup...

Eso si, estoy destrozada...

Un beso suspirado, y una sonrisa de satisfacción...

Pedro M. Martínez dijo...

El viernes nos reunimos amigas/os de hace muchos años.
Fue una agradable cena.

navegar.es.precisoa nuestra salud.
Y no hubo nostalgia.

Maduixeta, descansa, mañana es lunes.
Beso tranquilos.

Єѕтnoм dijo...

Buenas, vengo a quejarme.
En el Live traffic feed ése que te has agenciado, yo no salgo. Lo he probado un buen rato: salgo y entro y nada, no se me ve.
Otra cosa, lo de buscar, ¿para que sirve?
Le he dicho "busca a Pedro" y dice que la búsqueda está mal escrita.
Bueno, voy a ver que me encuentra.
Que descanses.

Magnolio dijo...

Me hubiera encantado mirar por la cerradura de esa "Cena en la Ciudad Prohibida, perdón, Jardín".

Besitos.

Pedro M. Martínez dijo...

єѕтησм, eso es como el chiste:

-Doctor, la gente no repara en mi será grave?
-¡El siguiente!


Puse ayer esa historia, si no te gusta, la quito.
Siempre a tus órdenes.
Descanso, gracias.

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio curioso de primavera lluviosa, pasa, pasa, no te quedes ahí, así, que te va a coger un aire.
Por cierto, lo pasamos de maravilla.

(Has cogido el punto. Muchísimas gracias, preciosa)
Besazos.

gaia07 dijo...

Ser otro, distinto al de las normas, es duro. Asimilar los errores por no seguir las normas es una cosa, pero asimilar los errores de ser tú… puede hacerte daño, mucho daño.
Las noches y las reuniones alegres, hay que repetirlas siempre, sobre todo los reencuentros.
Un beso Pedro.

Pedro dijo...

gaia07, demasiado largo para intentar resumirlo en dos líneas.
Suelo contar la verdad (con fotos, colores, Máscaras, etc, pero la verdad)
La noche del viernes fue muy bonita.
Y emocionante.
Un beso rosa.

Nikté dijo...

Esto me huele a que has estado en una de esas reuniones de viejos camaradas y te has puesto ha relexionar.

Mi niñooooo, tan chico y cuanto sabe de la vida y después la escribe, pa que no se le olvide, eso es.

Te estampo un besazo

Nikté dijo...

¿a relexionar?
Juas juas juas

Magnolio dijo...

¿El punto?.

¿Es que no puedes pensar en otra cosa???.

jesússs! Qué hombre.

Pedro M. Martínez dijo...

Nikté, corazón, no, no del todo, a algunas de las presentes no las llamaría camaradas. No se dejarían. A las señoras, y señoritas, les gusta que les llamen cosas más bonitas, menos marciales. Camarada parece esas cosas de la mili, del frente de Teruel.
No sé.
Igual no.
Y chico no soy. Tampoco un rompetallas. Normal.
Beso en tu frente.
Mientras reflexiono.

Pedro M. Martínez dijo...

Es otro punto Magnolio.
No, el G no.
Y no, no puedo pensar en otra cosa.
De momento.

Lo sabes.
Y que dure.

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