Películas.
No sé que ha cambiado pero siento Eúfrates que me atraviesan y riegan, que inundan mis riberas y apenas puedo contener este impulso de salir a las calles (un plano largo y la cámara, arriba, enfoca a un hombre apresurado, corriendo, chocando contra los caminantes de una avenida de New York . Repito, plano largo, desde arriba, es decir tomado con grúa de carriles) a buscarla, a buscarme en el alma que dejo en pliegos, en conversaciones mirando sus labios, la raya de horizonte que marca el reloj, los que entran y salen, música de olas de fondo, ella ahí enfrente, sonriendo, con ese remolino blanco y negro de su pelo, con esa benévola forma que tiene de mirar mi sube y baja, hablando sin parar para no dejar silencios que griten, que digan lo que no sé decir y retuerzo mis recursos para sacar anécdotas, ideas, revestir lo que ya dije (entonces se hace el silencio y solo hay dos personas en la penumbra, la cámara gira a su alrededor de forma lentísima, apenas perceptible. Esos dos se miran, más allá de su mirada se miran, se ven en un escenario desnudo, están quietos, relajados, la melodía se ha quebrado en una nota en fa y nadie se ha dado cuenta, prisioneros en el instante, gozosamente absortos en la línea de la mirada. Las maquilladoras, guionistas, regidores, ayudantes y hasta el director han salido a fumar un cigarro mientras el mundo se ha detenido en el diente del reloj que se obstina en no seguir, cómplice de los dos soñadores que se sueñan dentro del sueño que soñaban cuando soñaban –tres veces, al menos- abrazados) e intentar mejorar mis errores, mis esfuerzos por hacerla entender que no quería otra cosa que a ella, que quería (quiero) solo a ella, al ser humano, persona, mujer a la que miro –por imposición- como si no lo fuera, ya que en mi caótico esquema confundo deseo A con deseo B y eso me crea (ba) profundos desarreglos de testosterona que, rabia me da, hasta me están creciendo los pechos, me está cambiando la voz y muevo la mano con afectación deliberada, chillando en falsete cuando compruebo que no era esto lo que era y que tanto tiempo perdido para aprender que tengo que olvidar y me gusta como nos reímos, como somos capaces de, con todo lo que ha llovido, seguir riendo con risas que salen del fondo del estómago y poder tocarnos los dedos porque el alma ya la tenemos en ayuntamiento espiritual (definitivamente se han ido los actores secundarios, los tramoyistas, las señoras de la limpieza y el vigilante me mira con cara de pena) y se han escapado los caballos de la duda, se han despeñado por el acantilado de la realidad y miro las gaviotas, se ríen de mi, los perros me ladran y es hora de volver, sin linterna, con agujeros en el seto del jardín, sin obreros que le tiren la casa abajo y empiezo a ver señoras con misma cara, chinas, todas iguales, todas tienes sus andares de pato, su penacho de plumas, los hombres todos verdes, rostros verdes de envidia, como el Mekong, nadie sabe de qué hablo, solo ven mi nombre en la pantalla, en letras grandes, en los carteles por la ciudad, me piden autógrafos, me paran en los semáforos ¿usted no es...? sí, soy, ese, todas chinas, todos verdes, como yo, que no entiendo nada, que no entiendo nada. Anda, apaga la luz.
Nota: Escribir es un ejercicio solitario y desagradecido, ni dios entiende nada, leo, miro, digo, vivo, sigo, escribo, circo de pulgas, salto mortal, nadie muere, incruenta manera de romperse el corazón, antes se cortaban una oreja, las dos ¿las dos? me voy a dormir.
14 comments :
Escribir desde lo profundo es un ejercicio solitario.
No sé si desagradecido porque quizás uno busque sólo el torrente de palabras en que acaso podríamos encontrarnos.
Dudo que te entienda pero hay algo en tus palabras que transmite emoción.
Baste con eso.
Un abrazo.
Ybris es lo que me ocurre en mis visitas al Prado, al Guggenheim, a la Tate, veo muchos cuadros, algunos los entiendo, otros me emocionan, otros no sé verlos.
Qué sería de esta humilde página sin tu visita y tu reflexión diarias. Muchas gracias.
Un abrazo.
Que pena, la de cabreos que se hubiera ahorrado la Duras si te hubiera elegio a ti como director, recorriendo su Mekong, a su chino, la china que ella fué:"Dice que está solo, atrozmente sólo con este amor que siente por ella. Ella le dice que también está sola. No dice con qué..."
Decías en un post anterior que esquivabas tu "yo"...Quizá escribir, más que un ejercicio solitario, sea una oportunidad para que ese "yo" se fusione con tu "ello".(¡Y ya son dos!...y que paz cuando ambos coinciden...)
Posiblemente los que te leemos no entendamos todo lo que escribes, algunos comprenderán más y otros nos quedaremos con mucho menos de lo que querías decir. Pero escribir es un poco eso, que el otro, el que lee, reinterprete lo que tu has escrito y lo haga suyo, en ese momento se produce la comunicación, la conexión, y no se si para ti como autor tiene importancia pero para mi, como lectora, es casi un milagro laico, que por muy repetido que sea siempre me conmueve.
Magnolio, no, si me llamó, me consultó lo del chino, ya le dije, pero ya sabes como era.
Todos estamos solos, unos un poco más solos que otros.
Bienvenido a esta esquina.
Por cierto,¿puedo cobijarme bajo ese magnolio cuando llueva?
Gracias.
Chica verde, gracias por leerme, pero no me hagas demasiado caso, escribo, no cuento mi vida, el yo y el ello, y aquello, y las historias, y todo esto pretende ser un ejercicio literario, con mayor o menor fortuna, poniendo más o menos del yo, del tú, haciendo un nosotros, lectores de otros, de un nosotros que aparece ahí, entre líneas.
Esas cosas.
Es viernes, te deseo un buen fin de semana.
Ladydark, tú si que me conmueves, que tengo mucho respeto por lo que haces (escribes) y como lo haces, que hay mucho amor ahí, y mucha sapiencia, y una pureza, también. Que eres una buena chica (que aprecian mejor los que son malos chicos), seria y estudiosa. Perdóname que te digas estas cosas en público (nuestros alias lo soportan todo).
Vamos, que te aprecio.
Gracias.
(también por conmoverte ¿ves?)
Siento decir que hoy no entiendo nada, nada de mi, de ti, del mundo en general...pero es sólo que el cansancio me puede, que debería dormir más, estudiar menos, trabajar sin tantas ganas, ni noctambulear como suelo...
Hoy eres como una canción en otro idioma que no entiendo, pero que sin embargo me remueve, me hace danzar.
Y me basta.
Quizás mañana te encuentre, y encuentre mis neuronas, de paso.
Un abrazo,lindo.
Eva, lógico que no entiendas, está escrito en idioma glup.
Intento hacerme entender, como muchos, hablo, gesticulo, hago aspavientos, guiños, incluso escribo, es inútil, nada, ni flores.
Tú, por ejemplo, con esa asombrosa actividad, ¿cómo demonios me vas a entender? si no puede ser, niña, tómatelo con calma. O no.
Por cierto, esta mañana había una neurona debajo de mi cama ¿será la tuya? (si es rubia es mía).
Abrazos, preciosa.
Usted nació pegado a las letras.
Convencida.
posdata....aquí me quedo un rato descansando, la música está genial para esta medianoche de mi vida.
Y lo sigo leyendo en sus enredos. Le encanta jugar con su alfabeto.
Beso
Estimada Clarice Baricco no recuerdo si al nacer tenía pegada alguna letra, era muy pequeño. Lo preguntaré (1).
Y 2, encantado de tenerte en mi casa, de que te guste la música escogida, de los alfabetos, de tu lectura ¿Quieres un café?
Leo, entiendo, me pierdo en la locura de los pensamientos de otro… y puedo seguirle… sintiendo las emociones conforme voy leyendo, las que me provocan lo que leo, el sentido que yo les doy a las palabras en el orden que están escritas… ¡maravilloso!
Un beso, gaia07.
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