¿Encontraría a la Maga?
¿Encontraría a la Maga? se pregunta Cortazar. Y los grillos. Esto es un laberinto de perdidas y encuentros, una trampa de sentimientos al borde de un balcón que invita al salto. Tú, de momento, no saltes. Aunque vivas en un primer piso. Cortazar fuma. Boris Vian toca la trompeta. Dylan Thomas orina en un florero en la habitación de Chaplín. ¿quién conoce el espectrógrafo?
¿Te perderé? se pregunta un pobre poeta asustado que apenas osa calificarse así.
Lina, orgullosa, dice: "soy poeta" y lo imprime en sus tarjetas de visita, incluso en sus libros. Bien.
Sucede que todo sucede tan rápido que no nos queda tiempo para ordenar eso que está ocurriendo. Y lo desperdiciamos. Como en un festín de palabras.
Por un lado está lo cotidiano: escoger la corbata de hoy, revisar el libro de citas, llegar al número sagrado. Tonterías. Vivir. El sarcasmo se me engancha bajo el labio. Como una medusa.
Luego se abre la ventana y la música viene como un gato enroscándose entre las piernas.
Sí, perdí la cabeza.
También perdí el corazón.
Quizás yo mismo me haya perdido.
Y tú, signo de interrogación en verde, me mientes, con tus mentiras de porcelana inglesa, con tus islas rodeadas de nada, con tus mapas equivocados, con tu sonrisa amenazando romperte la mandíbula. Y el hospital más cercano está a tres estrellas. Tú veras.
Y vacas asustadas.
Y tú, puntos suspensivos, ten cuidado porque la puerta de esta habitación no tiene llave pero.
Ese punto rojo me mira como un Maiakovski que nunca fue niño, como don Quijote, como tantos hombres y mujeres a los que la infancia les sobró. Un transito doloroso.
Según me cuentan, que yo no.
Y toros de Osborne en la carretera al paraíso.
En Viena hay diez muchachas,/un hombro donde solloza la muerte/y un bosque de palomas disecadas, canta Lorca, Federico, en su pequeño vals vienes.
Y tú ¿qué cantas en las noches solitarias?. Qué canción de esperanza o de rocío, que trémula melodía porque todos se han ido y las luces siguen encendidas en el salón desierto.
La Virgen de Lourdes habla francés. La Virgen de Fátima, portugués. ¿Hablará euskera la Virgen de Begoña?
Estas son las dudas que me obsesionan.
Mas que esa mierda de quiensomosdondevamosdedondevenimos.
Como si no lo supiéramos. Somos tú y yo. Vamos a la nada. No hemos venido.
Todavía.
Y locos de atar atados a una canción de Bob Dylan retorcida como una canción de Bob Dylan.
Como si la entendiésemos.
Aunque parece que es cierto que los tiempos están cambiando. A peor.
Lluvia de pestañas suicidas.
Yo te presto mi guitarra.
No te asomes/ al cementerio/ que no hay nada entre esos huesos./ Asómate a mi cuerpo. Miguel Hernandez, pastor, poeta, muerto en una España en blanco, negro y sangre.
Añoro esperarte frente a tu colegio. Aunque ya no lleves trenzas.
Albañiles con su carga de ladrillos y poemas para el puente. Alec Guinness muriendo en el río Kwai.
Entre las viñas y las rimas y Gandhi admirando a Mussolini, Benito. La historia para quien la escribe. El viento y Jimi Hendrix gritan Maria. ¿Are You Experienced?
Y ahora vamos a ir terminando y te escribiré mil veces: Debo escribir para que me entiendas. Debo escribir claro para que me entiendas. Debo escribir claro para que me entiendas mejor. Debo escribir para que no me entiendas. Debo escribir ¿para qué?. Debo escribir para que te entiendas. ¿Debo escribir?. Debo escribir para que te entiendan. Debo escribir porque me entiendes. Debo escribir porque no me entiendes. Debo escribir para que no se me entienda. Debo escribir para que me quieras. Debo escribir porque me da la gana ¿entiendes?. Debo escribir porque no nos entendemos. Debo escribir porque este otro me obliga. Debo escribir porque algo aquí dentro pugna por saltarte a los ojos, aunque no lo entiendas. Debo escribir para amortizar este derroche de entendimiento. Debo dejar de escribir porque ya me has entendido. ¿O no?
25 comments :
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Sea cual sea el motivo por el que escribes, hazlo.
El encuentro con las palabras tiene la clave del encuentro posible entre quienes leen y quienes escriben.
Un abrazo
Magnolio tradúcelo, anda.
Ybris ya, en eso estoy, ese placer de encontrarse en mitad de un puente es indescriptible. Un ejemplo: tú. Un auténtico lujo. Un abrazo doble.
Cortazar núnca perdio a la Maga, se fueron acompañando sin necesidad de verse...
Imagino que para encontrar es imprescindible tener capacidad de hallazgo, disposición positiva ante la sorpresa y un bagaje que pesa poco y no esconde miedos.
Besos,
Ofelia
Doña Ofelia Lopez Pez mire usted, Oliveira era un tipo egoísta, ido, que vivía ajeno a todo lo que no fuese él mismo, o así. Jamás encontró a la Maga porque ni siquiera la buscó (por dentro). Cortázar, en cambio, buscó y encontró dos personajes fascinantes y un mundo que nos tiene, tantos años después, absortos en la perfección de una obra maestra, de un referente, de ese libro al que volvemos una y otra vez para sentir, para aprender, para ser mejores.
Para encontrar hay que salir a buscar, con energía, mostrándote tú primero, dando la cara, sacando pecho –aquí estoy yo-y con la valentía que da saberse imperfecto pero honesto, limitado pero lleno de tanta ilusión que parece que hoy es el primer día de la humanidad. Lo es.
Besos, Ofelia, tu blog es un prodigio de inteligencia, ironía y saber hacer. Te felicito.
Glup, ¿cómo se traduce el silencio?
Sólo quería expresar que estaba aquí a oscuras, con la única luz de la pantalla, de tus letras. Contemplando.
(bajo el)Magnolio lo has traducido muy bien.
(¿Cuando te llamo?)
¿Entenderlo? Lo intento.
Pero te me escapas.
Aunque voy aprendiendo...
Green Girl además de verde eres lista y sensible, lo entiendes, seguro.
El siguiente paso es sentirlo (y ya no te hará falta entenderlo), aunque creo que era el primero.
Un beso.
Simplemente, me gustó... es más, creo que es el que más me gustó de los que he leído... No me preguntes el por qué, no sabría responderte (como cuando contemplas-escuchas-sientes alguna obra de arte y te gusta o no -independientemente de quién lo firme- te llega o no te llega)...
Creo que debí dejarlo en la primera línea, carezco de su facilidad de palabra...
Besos varios...
if you are the light...
give me a light, buddy
Atzavara lo has escrito muy bien, te he entendido perfectamente.
Y lo que has escrito en tu blog, también.
Besos animados.
Kartak va p´allá. Eop.
¿Te has planteado escribir claro para que te entiendan?
Yo prefiero sentirte, aunque se me escapen matices a la razón.
un abrazo.
Oño...Glup....y glup....sólo pensé en Edith Aron...¡¡¡
Siempre me he mordido las uñas pensando que te pueden querer tanto y tan bien como para esconderte entre las lineas de Rayuela...
Qué mala es la envidia, glup....¡¡
De cenizas no me planteo nada cuando escribo, me limito a hacerlo (escribir) (también).
Pero me gusta tu elección. Gracias. No esperaba menos de ti. Eres un buen colega. Te abrazo.
Ofelia Lopez Pez ¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, etc... conozco a demasiadas Edith Aron y Cristinas Pero Rossi y tantas que han dicho ser la Maga que no, no cuela, la Maga no es, está ahí, para compadecerla, para redimirla, para quererla como es y buscarla en el próximo viaje (ya lo estoy preparando) porque en algo hay que creer ¿no crees? .
Y sí, la envidia es mala (creo). Tú ¿eres envidiosa? No me lo parece.
Pero no besas (ay, malo, malo)
Creo entenderte de una manera no entendible, mago.
Nina de Papuza estoy seguro.
Y añado que no esperaba menos de ti.
Beso tu mano (también)
Pedro...a mi, Edith Aron me da bien en el papel de Maga....
Supongo que lo importante, es crear esa magia, y lo demas tan irrelevante como el afan de sustantivarlo todo...
pd. Si que te beso, pero no lo notas. Se besa tb con los ojos.
Fdo. Ofelia
Ofelia pues a mi no, la verdad, conozco a demasiadas zumbadas que quieren ser la Maga ¡Qué manía!. Igual que conozco a muchas que quieren ser haditas, brujitas, vampiritas, angelitas, campanillitas, en un diminutivo que me agggg. ¿Conoces tú a algún tío que quiera ser Oliveira? Pues no, yo no (aunque algún lelo habrá, seguro, hay gente pa´tó).
Si supiera que alguien me saca de protagonista en un libro sin dejarlo claro, con mi nombre en rojo, le quemo el libro y a él. A la hoguera.
(He cometido la torpeza de comer en Ikea y creo que tengo visiones. Todo sea por la estabilidad emocional. No, en serio, que veo cosas)
Y ahora que lo dices si he notado los besos (pensaba que era de las gafas).
Gracias, Ofelia, guapa, tú si que sabes.
La maga vay un mito mio :)
peggy perdona, yo la vi primero.
La Maga se tiró del puente de las artes una noche de invierno...creo que Oliveira lo sabía por más que se engañara abrazando a la clochard, viajando a Montevideo y buscándola en el puerto...la oportunidad se tiene solo una vez. La verdad, Pedro es que no me extraña que muchas mujeres quieran ser la Maga ¡un encanto, ella! y practicamente ninguno, Horacio...¡qué hombre tan estúpido, él!
Me encantó tu deambular literario musical, además mientras, escuchaba jazz afro latino (un enlace de tu otro blog...) y era rico seguirte los pasos y los gustos...a propósito,no lo dudes... la virgen de Begoña habla euzkera.
Me encanta esto de tener amigos comunes a los que queremos tanto!!
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