Frío de lunes.
Yo ya no lloro.
Ni siquiera cuando recuerdo
lo que aún me queda por llorar.
(José Hierro)
Amada mía, este es mi sagrario personal. Algún disturbio hay aquí dentro que me hace correr de cara en cara, huyendo hasta caer de bruces en la raíz del temblor invisible de mi miedo a saber. A saber ¿qué?, ay, el látigo atroz de la conciencia. Mis amigos están hablando de jubilarse prematuramente; intentan también que sus hijas no les hagan abuelos antes de tiempo; tratan de sobrevivir a sus enfermedades; caminan por el lado brillante de la calle; es cierto que alguno bebe demasiado, que otro cambia de mujer de forma compulsiva, que uno tiene vicios inconfesables y qué aquél me traicionó un día, pero no es menos cierto que todos llevan la arruga del tiempo como pueden y saben y qué, por eso y por tantas cosas, son mis amigos. El cáncer envía telegramas implacables. Y el Señor de los hábitos. Preparo esta carta de hojaldre con palabras de cabello de ángel. Me subo a un carrusel con cebras y caballos de cartón. Mariane Faithfull arrastra una valija llena de olvido. Una mujer desnuda se zambulle en una habitación con de humo y soldados. Un hombre se engaña con sueños de niño, no se puede vivir colgado del año del gato. ¿Volverá la ingrata?. El miedo es estar lejos de ti.
Julián Ríos (Vigo, 1941) es un escritor español clasificado entre los más vanguardistas de su generación, de quien el novelista mexicano Carlos Fuentes ha dicho que se trata del «más inventivo y creativo» de los escritores de su nacionalidad. Sus dos primeros libros fueron escritos a medias con el escritor mexicano Octavio Paz. Su obra más conocida, de corte experimental, fuertemente influida por la inventiva verbal de James Joyce, se publicó en 1983 con el título de Larva.
Elsa Dennehin, de la Universidad Libre de Bruselas, define su trabajo: «El texto-palimpsesto como mosaico de una transtextualidad gozosa, inagotable, juegos de palabra y de ingenio de toda índole, un polilingüismo babélico.» Por otra parte, la obra de Ríos se haya inscrita en la "tradición de la ruptura", expresión de Octavio Paz. «'La tradición de la ruptura', que encabeza el ensayo Los hijos del limo (1974), define, según Paz, la modernidad poética, calificada también de polémica y heterogénea: se caracteriza por su culto a lo nuevo, o sea, al cambio, y por su 'pasión crítica' que conlleva 'una suerte de autodestrucción creadora'. Tal tradición que, según Roland Barthes, va en busca de un 'texto imposible', empieza con el gongorismo de las Soledades, va plasmándose a partir del romanticismo a través de una larga sucesión de ismos y culmina en el surrealismo, 'decisivo' tanto para Paz como para Ríos.»
6 comments :
"Pues la roja flor de nuestra vida es roída por el gusano de la verdad
y ninguna mano puede recoger los restos caídos:
pétalos de rosa juventud."
Frío lunes, nevado, con el alma congelada. rezando por ver sol.
Un beso.
Primero la verdad que la paz, como decía Unamuno. Mejor saber, siempre, aunque haya miedo!
Pedro, esa foto, la del Campo Volantín..es tuya? preciosa!!!!!
Llueve, llueve y llueve aquí. No estoy en el Campo Volantín, pero el agua deseada hace que el paisaje sea una maravilla. Con cada gota, un latido. Con cada latido, una sonrisa.
Hago un cóctel y te mando una copa.
Salud a tus letras, cielín de chico.
Pues yo vengo de allá...de dónde Toro (que así le conocí yo que le voy a hacer y los apodos se me quedan) y aún la tengo atravesada -para bien eh-
Más me he quedado hoy con un sinsabor con éste lunes, no sé porque, será porque me gustan y hoy lo palpe triste en tus letras...los títulos de ambos libros me recuerdan que debería elgir uno propio y me cuesta mucho, quizás porque no quiero soltar lo escrito o porque soy mala para elegir uno :p. Bah.
Bikiño y salgo de puntillas.
Hierro habló en su cuaderno con las palabras más sensatas en la poética de los últimos años.
Léase, 'Vida' como epílo go o como inicio.
Y, sobre todo, ese temor que se desvanece cuando se insta:
Ven a decirme "te amo";
no me importan que duren tus palabras
lo que la humedad de una lágrima
sobre una seda ajada.
Besos.
Acabo de llegar y ya se terminó el “Frío lunes” pero veo que empazaste el “Frío martes” y pienso que aún queda todo un frío Febrero, pero siempre noto calor en este blog. No eres triste, pero eres escritor, y sabes como hacer sentir triste frío. Lástima que el tiempo no te deje, después, compartir el calor sin tristeza del hombre que hay en Glup.
Un abrazo.
Publicar un comentario