Alionines.
Los alionines y la botella de leche.
A comienzos del siglo XX, dos especies de pájaros ingleses de jardín, los alionines y los petirrojos, aprendieron a beber la crema desde las botellas de leche que se dejaban en la puerta de las casas, ya que estas se dejaban sin ninguna tapa. Esta innovación en sí misma era ya un logro bastante notable para su especie, pero también tuvo un efecto evolutivo.
Más adelante, los distribuidores de productos lácteos cerraron el acceso a la fuente de alimento al colocarle tapas de aluminio en los bordes de las botellas. Hacia principios de los años `50, los alionines habían aprendido cómo perforar las tapas de aluminio y volvieron a ganar acceso a esta sustanciosa fuente de alimento. Por el contrario los petirrojos, como familia, nunca recuperaron el acceso a la crema.
Los alionines llevaron a cabo un proceso de aprendizaje institucional exitoso. Los petirrojos fallaron aun cuando algunos pájaros individuales fueron tan innovadores como los alionines. Las dos especies contaban con los mismos medios de comunicación: el color, la conducta, el canto, los movimientos. La explicación reside en el proceso de propagación social: la manera en que los alionines trasmitían su habilidad de un individuo a los miembros de la especie en su conjunto. Los petirrojos son pájaros territoriales, un macho no permitiría que otro macho ingrese a su territorio. Los alionines viven en pareja y se desplazan en grupos de ocho a diez individuos.
Los pájaros que se agrupan, se dice en “The living company”, parecen aprender más rápido. Aumentan sus posibilidades de sobrevivir y evolucionar más rápidamente. (De un manual de ventas)
Como los alionines, agrupémonos todos en la lucha final ahora que Rouco (Varela) nos demoniza (otra vez, siempre está demonizando este señor), ahora que Cristina (Peri Rossi) se contradice y ama, sufre de nostalgias y de presentes, como usted, como yo, devanándome los sexos (y el sexo) para dejar aquí lo del miércoles, o sea hoy, es decir lo que no está escrito, dejarme llevar por la improvisación liviana que no tiene nada que ver con Libia (una tragedia), intentado recoger la cosecha después de meses y meses para que me diga que soy el de siempre, manda narices, después de más de 800 días me dice que sigo siendo el de siempre, pues claro, no voy a ser el de nunca, soy el que era, con matices, si en tanto tiempo no ha sabido ver los matices no sé qué carajo hago yo por la vida de chico bueno, que bien podría ir de chico malo, que mi amiga J se despierta torcida un día y me abronca sobre mis textos sexuales, mi mal gusto, que no escriba desnudo (con este frío, qué ocurrencia) el descenso en el número de comentarios, el descenso a los infiernos y esta terapia de metonimia es magnífica para lo mío, que sin ánimo de animaros os agradezco que la línea roja ha subido el pasado mes de febrero como nunca, es decir que vienen más, ahora que escribo menos, o peor, o yo qué sé, es así, queremos lo que no tenemos, tenemos tanto que queremos todo, que reabro Aquí y nadie sabe de qué va, bah, ya me lo dice I, o era S, o G, no recuerdo, es lo que tiene un mal dominio alfabético, que te confundes, que no sabes quién, con quién, cuando, qué, que cada día estoy más convencido de los beneficios de la soledad, criatura rumorosa que no sabe que es hermosa, soledad (Emilio José), a la rueda, rueda, el que no venga no juega, residencia de ancianos, Germán que ha sido tanto es ahora un cuerpo derrumbado en una butaca, dormitando permanentemente, pasando los días, cuesta mucho morir, se muere uno de aburrimiento pero no se muere, ya lo dice Paniker, eutanasia, ancianos vivos que murieron hace mucho, la medicina al servicio de la vida, mujeres y hombres conectados a una máquina, la madre tecnología supliendo a la madre naturaleza, el negocio de la vida eterna, el negocio de la Moral (de una moral, se su moral), amén, que en la frágil distancia entre los Otros y nosotros (en singular, es decir uno, es decir tú, yo, Paco, Silvia) a veces solo hace falta dar un paso para que esa singularidad se convierta en un Nosotros de dos, es decir uno, aunque sea un rato, ¿me quieres?, te beso y me miras a los ojos intentando leer si sí o si no, si ese beso es un preámbulo o la continuidad de aquel que se fue, el que te dejo con el corazón debajo de un zapato y qué culpa tendré yo que acabo de llegar y no te he dado más que sonrisas, ya, pero no respetabilidad, ni mi brazo, es lo que tiene, los ojos, miles de ojos mirándote cuando estás sola, te miran incluso en la soledad de tu cuarto, te miran los árboles, por supuesto los vecinos, el señor que baja a comprar el pan y el periódico y esa vecina siempre gritando a su pobrecito marido, ya, a quién le importa lo que tú hagas (Alaska), estoy rabioso, alejaros que muerdo, grrrrr, este es el texto que he improvisado para hoy, buenos días, buenas tardes o buenas noches, hasta mañana.
No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto.
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto.
Cristina Peri Rossi.
4 comments :
Espero el siguiente capítulo sobre los alionines, nunca les vi en el super hincándole el piko a los tretabrí. En ese caso, en el caso de que supieran cómo, me pregunto ¿llegarían, los fabricantes, a incluir en el proceso de pasteurización de la leche, alguna sustancia inocua a los seres humanos y mortales para lo alionines?
"El pueblo unido jamás será vencido" y se pilla antes a un mentiroso que a un ciego. La verdad es que éste momento, después de más de 800 vueltas al mundo y ningún viaje submariano, sería el adecuado y no otro, más allá es la mortal y aburrida cuesta abajo del si me hubiera dado cuenta antes de que... Llueva o no, los paraguas siempre estarán en el húmedo pensamiento de los reptiles. El matiz, la matriz de la diferencia, cerrar o abrir a tiempo y que no vaya a entrar un aire huracanado...
Me gustó, lo de los pajaritos ladrones, lo tuyo y lo de Cristina, que es presente y contradicción.
Un besazo, parlanchín de la tecla.
El primer comentario es de mi doble, la fantasma...jajajaja...
Tarde y corriendo. Lo siento. Puede que no lo leas, pero esta semana vivo sin vivir en mi y solo para ver a Lucía durmiendo. ¡ah! el trabajo. Que pesadilla que me muerde la cola. Y es que no quiero pasar por alto ni un día más, las veces que me noqueas cuando te leo, cuando veo las imágenes que nos muestras, cuando leo los poemas. El cuadro de hoy me lleva a una portada de Santana (en otras circustancias correría a mirarlo en internet, etc, pero no tengo tiempo, la cena se enfría, soy un pesado...) un disco que se llamaba Abraxas ¿o no era ese? ¿o la portada no tiene nada que ver y es que solo me la recuerda pero en plan mural y a lo bestia?...Es genial, tan mistico, esoterico y babilonico. Me lleva lejos. Hoy aprendo de los alionines, yo que copio maneras a los bonobos. Mira tu por donde. Rouco si que tenía que copiar a los bonobos, en vez de estar con quienes nos enchufan a las máquinas de no morirse ni aunque quieras. Y esta Cristina (no, no esta, la otra), la Peri Rossi, que incluso el apellido es bonito, bonito, que gusto leerla. Y eso de que escribes menos...no se. Contestas menos ¿no?. Pero es que ya es lo que faltaba. Rebosa generosidad Glup, te lo digo yo que tengo la Segunda Guerra Mundial en un bolsillo, que a la Michell esa ya la tenía y que la prefiero señora vapuleada, así toda atractivo y sin parecer del la -la- la. Que me pongo a cenar, oye, que soy un pesado. Que muchas gracias. Pero muchas-muchas. Y no te digo de la musica porque el iPhone no me la pone cuando te leo. A ver para cuando el iPad, pero con tanta derrama...uno cada uno podríamos tener. Incluso Lucía el suyo para ver a Noddy en el pais de los juguetes. Pero no. El iPhone no me pone la musica que nos pinchas. Nada que soy un pesado. Buenas noches, Pedro. Gracias, amigo. Un beso.
Agrupémonos, pero nada de tomar leche en un portal por divertido que sea, a mi que me la sirvan en un juego de porcelana china sentados en un mullido sofá lleno de colores, en grupo o de uno en uno, tú a mi lado tanto si dices si o no con los ojos, mientras sigas escribiendo.
Un beso
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