Montañeros.
«... da erupción e da combustión eterna /doutra pel desexada que ardería /no lume que a súa visión provocara.«(Lois Pereiro)
Éramos jóvenes. Escalábamos montañas, trepábamos por pendientes escarpadas, abajo nos observaban las negras simas, el vacío.
Las cordilleras nos desafiaban, con gran compañerismo zigzagueábamos entre aristas cortantes, dándonos ayuda y colaboración en los desfallecimientos, sobre rocas inmensas, piedras singulares, oxígeno enrarecido, nieblas que ocultaban la realidad del llano, grandes pájaros que siempre estaban más arriba, con el desafío de llegar a la cima.
Éramos jóvenes. En aquellas excursiones aventureras guardábamos la secreta ambición que en lo más alto nos esperase una mujer desnuda.
Al bajar de las cumbres, satisfechos, cansados, también ansiábamos que nos esperase una mujer desnuda.
Nunca nos esperaron.
Ni siquiera vestidas.
Por eso, entre otras cosas, cambiamos de actividad y nos lanzamos a un deporte más arriesgado, ser hombres.
Seguimos entrenando.
6 comments :
Decía el abuelo que la profesión más ardua del hombre, era ser hombre, en las montañas, en el agua, en la tierra firme, y claro saber hacer germinar lo sembrado en las personas.
Un besiño, Pedro.
Un entrenamiento así no tiene fin. La vida lo pone difícil, pero seguimos en ello.
Ahora estoy en la cinta, luego nado un rato y a la tarde camino a paso rápido. Espero encontrarte.
Besitos, cielo.
Vaya, a mí también me dio por escarpar montañas de joven. El rapel y senderos escarpados.
Hoy le pego al boxeo.
Y lo más difícil es seguir experimentando en esto de ser mujer, y como dicen no morir en el intento.
Ser hombre, también tiene que tener lo suyo, también.
Seguiremos entrenando, pues ;)
Besos, Pedro.
Me encantan los zapatos de la foto, lástima que mi equilibrio precario no me permita abrir senderos en el bosque sobre calzado semejante.
Lo más difícil, ser o no ser, ésa era la cuestión, ¿no?
Un retazo elocuente, me gusta.
Un abrazo, Pedro.
¿Para ser hombres?
¿Y no sería más fructífero, en cuanto a encontrar secretas ambiciones y ansiedades varias, entrenarse para descubrir dónde queremos las mujeres que nos encuentren desnudas?
Ahí arriba es todo una belleza, pero hace un frío que no envejeces en la vida.
Un abrazo
Sí, he subido y subo a altas montañas (incluso a las menos altas).
Siempre he sido un salido (de hecho lo sigo siendo) pero no me daba por pensar que en la cima me esperasen mujeres desnudas, qué tontería.
Aunque no es menos cierto que si a la vuelta no me esperaba una mujer para desvestirnos juntos (o el uno al otro, etc) la verdad el deporte se quedaba en solo eso.
Mis amigos del monte son majos, vale, pero para eso, para subir al monte.
Por eso nunca he sabido estar solo.
Muchas gracias a todos los comentarios.
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