Hugo von Hofmannsthal.
“Mi caso es, en resumen, éste: he perdido por completo la capacidad de pensar o de hablar coherentemente sobre ninguna cosa. (Carta de Lord Chandos de Hugo von Hofmannsthal)
Esa mujer lleva erizos en la cabeza y un gato debajo de la lengua.
Sabe leer las rayas del alma.
Sólo en la oscuridad deja desnudos sus pechos breves, su vientre liso, las nalgas duras, las alas de su sexo.
Ese hombre es apenas un animal que habla.
Tiene delante las palabras, incluso aquellas que desconoce, son tantas que no puede juntar con coherencia más de tres. Tiene una historia, solo esa, intenta contarla una y otra vez, sortea el río entre su vida y el lenguaje. Cuando llega al vocabulario oscuro se le queda entre los dientes como fruta madura. Pero no calla, no, allá donde la voz duda recurre al gruñido, al grito, al balbuceo de sonidos que intentan decir.
Las mañanas taciturnas, las barcas rotas, el sol que juega con la niebla, perforación de los días como grutas, serenidad desde la certidumbre, las olas luminosas rompiendo en el acantilado del no saber, distancia, frontera, geografía de sentimientos diferentes, coordenadas de un tiempo y un espacio nuevo...
Alto, alto, no entiendo nada. ¿Qué quieres decir?
No lo sé, me dejo llevar, me muevo entre el alboroto y la albórbola, entre la rutina y el aliento de voces desde el otro lado del Muro.
¿Cómo tienes el ombligo?
Enroscado, con grapas sujetando el resto para que no se me desparramen las emociones por las junturas del día a día, coloreado con tintes de permanganato.
Sigue, sigue.
Esa mujer vive en un mirador insatisfecho, con macetas de geranios retorcidos, sin selva, quiá, con un paisaje de Almería en la retina selectiva con sus off y on, con limitadores de frecuencia, con una palabra en alemán debajo de un molar.
Ese hombre estuvo ciego, vivía en las sombras, se golpeaba continuamente con las estalactitas excéntricas, allí donde solo llegó un pastor extraviado.
Un día encontró una puerta cerrada, la abrió y detrás estaban los helechos y las golondrinas, el puente Rialto, la lectura del Paralipomenón, lo omitido.
Hasta aquí puedo escribir. Hoy.
Vale, hasta otro día.
22 comments :
Que sustos me pegas.... jodio!
Besicos
Ya no sé si quiero ser gato
o tener uno debajo de la lengua...
Ser un gato conmigo bajo la lengua.
Eso.
Y ver alguna vez una estrella fugaz.
Un beso, Pedro...
Yo no escucho la albórbola del resto ni encuentro la puerta cerrada tras la que están los helechos.
Mi gato no deja de arañarme y ya comienza a molestar. Será que no le gustan los erizos de mi pelo...
Un beso.
(tatuarme un dragón rojo podría ser la solución)
Pues es perfecto.
(Que hasta ahí puedas escribir digo)
;P
ejm. "hayyyyyyyy"quésuSpiritU MadreE"
ah y leer las rayas del alma ná eh?náaa (aúnque a veces sienta alguna que otra cátedra)
(uy ésto lo he escrito yo?cierro los ojos pero yaa!)
¡shuuuuss!
Cienes de besos repartidos en tu cabessita brother
;P
Estás sensible, Belén.
Besicos (esos icos son maños, navarros, qué? Si puede saberse)
Quieres ser todo Lena.
Ya puestos ¿No quieres ser el gato que está triste y azul?
¿O el mismísimo Roberto Carlos?
Te envío una estrella, fugaz.
Y un beso.
gloria, ten cuidado donde te haces el tatuaje.
Los erizos de mi pelo era una copla de Quintero León y Quiroga ¿no?
Un beso.
jajajajajajajajajaja
No.
Ese no que es muy viejo ya.
jajajajajajajajajajaja
Un beso
(me encanta ver pinturas nuevas cada día)
Mira que me gusta la copla (que por cierto creo no haberlo comentado ¿no? mmmmmm no sé, da igual) pero ésa precisamente no la conozco, claro que entre 5000 puede ser... Si la consigues avisa.
Sí, me gusta la copla, punto (y el flamenco me fascina) Es que quien conoce mi lado feminista no se lo explica, y me dan mucha caña con eso, pero todos tenemos contradicciones, digo yo.
Perdón por el desvarío
Espero leerte mañana mi recién encontrado artista
Sigo pensando lo del tatuaje, no creas.
Besos, dulces besos...
Lo del gato puede tener su miga, la mía se pasa el día durmiendo.
Magnífico trabajo.
Saludos
PaquiLou, tienes razón, no sé leer las rayas del alma, incluso conozco gente que ni la tiene. Por no tener no tiene ni rayas.
Manda más besos, tengo mucha cabeza (de perímetro)
Van los míos.
¿qué dices? Lena, Roberto Carlos viejo, quiá, si hizo conmigo la mili en el tercio de regulares en Melilla.
Entonces no cantaba.
Y era gallego.
Bueno, igual no era él.
Te aviso.
Va un beso,
gloria, gloriosa, ahí te mando la dirección
Si te gusta, dilo.
http://glup3.blogspot.com/2007/05/rocio-jurado-qu-no-dara-yo.html#links
y sí, si amanece y ves que estoy dormido, etc, me leerás.
Besos, salvajes besos...
Petrusdom, nunca he tenido gato, ni perro, ni canario, soy el único animal de la casa.
Gracias por tu comentario.
Saludos
Hoy necesitaba algo así... Quizás es que me siento un poco como Lord Chandos.
un abrazo, maestro.
De cenizas, pues si quieres leer la carta completa puedes hacerlo aquí:
http://www.temakel.com/texolvclchandos.htm#A%20CARTA%20DE%20LORD%20CHANDOS
un abrazo
Este, tu maravilloso texto de hoy, me ha traído a la mente las dificultades que existen al intentar convivir juntas dos personas. Ya no tan solo en las formas de concebir o ver el mundo, en las maneras de reaccionar ante las distintas situaciones que transcurren a lo largo de la vida, o en la manera de evolucionar y cambiar de cada uno… sino además, en lo físico, somos tan, tan diferentes… que va y no se a quién se le ocurrió, lo de que teníamos que vivir de dos en dos hasta que la muerte nos separe ¡Mira que fue majadero el tío! En fin, yo como siempre a mi bola. Menos mal que tú me dejas jajajajajajajaja
Un beso admirado, como siempre.
Querida gaia07 hoy, precisamente hoy, lamento discrepar de algunos de tus planteamientos. Y me explico.
En cuanto a que en lo físico, somos tan, tan diferentes, estoy de acuerdo. Bendita diferencia. No tengo nada contra aquellos a los que les atraen los de físicos iguales, allá cada uno, pero a mí siempre me han gustado las diferentes, las señoras, es decir las personas que tienen aquello que yo no tengo (y viceversa). Y puedo decirte, la verdad, que me gustan a rabiar (para qué negarlo).
Lo de vivir de dos en dos, pues bueno, va en gustos. Muchos viven de cuatro en cuatro, de dos mas uno (el uno solo para un rato, ese), de tres, de doce (me refiero a las familias numerosas), de uno y un perro, de madre e hija, de abuela y nieta, de rentista y posadero con derecho a cocina, de dos en habitaciones separadas, de uno y un fantasma (esto no es broma, conozco a mucha gente que vive legalmente sola pero realmente con un recuerdo atado al tobillo del alma), diverso, ya ves.
En cuanto a concebir o ver el mundo…ay, mira, he estado periodos de mi vida sin hablarme a mí mismo, otros que lo he visto verde y luego rojo, a veces H y otras una constelación, he sido un faquir y un gato ¿evolución? yo qué sé, vivir.
Todo esto no quita para que con tantas flores me pase a tu jardín y te bese hasta que pierdas el apetito. O sea.
Querido maestro, discrepe, discrepe… es un placer leerle.
Estoy de acuerdo con vos en que la realidad social nada tiene que ver con aquellos que pretenden hacer un mundo a la medida de sus creencias (por esto lo de majadero). Esos periodos de su vida señor, son los que han hecho que nosotros, sus humildes comentaristas, disfrutemos como cosacos de tantas vivencias evolutivas en las que ha podido verse envuelto.
Que conste que yo también rabio (de gusto) por las diferencias.
Cualquier jardín estaría encantado de recibir las atenciones necesarias. O sea.
gaia07, que con gusto sería su jardinero.
Que la diferencia es bella (algunas arrugas también)
Que este humilde escritor de post está encantando de recibir sus comentarios.
Y la falta de tiempo
Decía Lautrémont: "Cuanto más ajenas son las cosas entre sí, más mágica es la luz que brota de su contacto".
Será por eso que a mí me gusta tanto esta historia, la poética de la sorpresa.
Tal vez sea bueno no hablar siempre de forma coherente y dejar libre a ese animal que habla y que "sortea el río entre su vida y su lenguaje".
Saludos
dama shandy ¿ves incoherencia? ¿dónde? Ah, ya, quizás debajo de la tortuga que busca cobijo en la parra cuando septiembre se obstina en negar por tres veces al verano.
Hoy, aquí, llueve, llueve, llueve, es viernes, ni el tiempo está con el obrero.
Saludos a Lautrémont y a ti, claro.
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