Esquina al Sur.
“Si doy comida un pobre, ellos me llaman santo; si pregunto por qué los pobres no tiene comida me llaman comunista” (Helder Cámara).
Hoy tengo el corazón en carne viva. Menos una esquina. Al sur.
Desde hace tiempo sé ¿puedes entender lo que es eso?
Las ideas van y vienen en remolino, un rumor las agita, las desordena, las sube, las baja, algunas se pierden en el bosque de lo absurdo, quedan prendidas entre las ramas de los abedules junto a blancas bolsas de plástico y calandrias bisexuales.
Un día quisiera emborracharos -como un amigo malo- tenderme a vuestro lado para escuchar los susurros que circulan por la cabeza, ordenarlos como a piezas de un juego infantil- amarillas con amarillas, grandes con pequeñas- y luego soplar, pufff. Volver a empezar.
Otro día quisiera emborracharme yo y no ser dueño de mis actos, olvidarme, saltar sobre los convencionalismos, vestirme de nada y reír a la luz de la luna.
Un viernes por la noche, un sábado, me sacaré los pulmones, el esófago, la laringe, los intestinos y los dejaré sobre la mesa. Creo que es lo único que me falta por enseñar. Maldita necesidad de contar.
“Disminución de la superficie de contacto con la realidad” eso dicen que es la locura.”
Ah, esa mujer de cabellos mudables, los sentimientos flotan sobre el aceite de lo cotidiano, están ahí, con sus gordas tripas de gastrónomos satisfechos, lustrosos, no influenciados por tormentas de chocolate y almendras, por postres de vinagre y colmadas copas de pacharán. (Y sigue ahí, la muy bruja)
Tengo la voz ronca, los deseos se me quedan en la garganta, me arrastran escaleras abajo, me golpean contra las paredes húmedas de pasadizos angostos me raspan la cara, arañan mis brazos, no veo, todo está oscuro, apenas puedo respirar, es un gozoso ahogo.
Es inútil tocar la puerta si ni siquiera hay puerta.
Es absurdo gritar en el desierto. Además soy mudo.
Todo tiene su tiempo.
Cada cosa que escribo tiene menos sentido.
¿Tú crees?
“Aunque nunca consigamos formar parte de un mundo que nos rechaza y por más que hayamos navegado de naufragio en naufragio, en el balance final nos queda la tranquilidad de haber hecho hasta lo impensable por tener buena letra con la mano izquierda, en un mundo donde las diferencias no se aceptan, en donde lo distinto es el lugar a donde van a parar todos los odios.” (Javier Ponce Gambirazio)
14 comments :
Lo que creo es que te desnudas demasiado y no quiero que pases frío y asi y todo, piensa en los leones del circo, que los hay, suerte que te abrigamos leoncillas y escucho...y nada más, apenas nada más...
Un besito de buenos dias
Si no hay puerta mejor, entra de repente, no hace falta que grites te verá en cuanto llegues y seguro, que aunque escribas sin sentido, cada día te entiende más.
Vaya, ayer no hubo manera y hoy veo que sale la imagen que quería mandarte. Esto cada día está más raro...
Yo lo puedo entender y creer si señor...de alguna manera...y de qué manera!...el pacifico de este sur por estos días se ha empeñado en rebelarse... y naufragar no es lo que se quiere pero, oh oh!..qué se hace cuando se descubre que tampoco se le teme ya al naufragio...madre de Dios... y yo en medio del oceano
de alguna manera, de alguna manera
qué agrado es leerte
y escucharte
abrazos
Leía con el ritmo de Poets Of Thought, y encajaban, y veía un sentido nuevo tanto a las palabras como a la música. Vale la pena escribir desde las entrañas. Tiene sentido.
Gracias por quererlo compartir.
Saludos,
Nikté, ¿demasiado tiempo? ¿demasiadas veces? ¿demasiado a menudo? ¿desnudos integrales? ¿desnudos demasiado desnudos? ¿qué? Vale, me visto. (tú te lo pierdes).
Besos (salvajes)
ondina, entraré por la ventana.
(seguro que llama a la policía, se asusta enseguida. Total, un tío que entre así, de repente, cosas normales, de todos los días).
Bueno, mejor llamo antes.
ondina, hay que insistir, ya sabes.
¿Has probado a nadar? bajamar , suele ser la manera de mantenerse a flote.
Mejor que sujetarse a algo, alguien.
Abrazos, varios.
No es un favor, marina, es una necesidad.
Gracias a ti por tener la paciencia de leerme.
Saludos,
mery, gracias por la información.
ay Pedriño...
Sigo abrazada.
Mirada, cariño ¿Dónde estabas?
Me fui a dar una vuelta en bici, tesoro.
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