De Finisterre a New York.
Mi patria no es la lengua portuguesa.
Ninguna lengua es mi patria.
Mi patria es la tierra tierna y untuosa donde nací
y el viento que sopla en Maceió.
(Lêdo Ivo)
(Paisaje desde mi ventana)
Finisterre es la paz de (mi) verano.
Desde la ventana, el mar está al alcance de la mano.
Allí me despierta el silencio.
O las gaviotas.
Contrastes.
Es una tierra de bellos paisajes, de simbolismos, de aguas frías, de sanas comidas, de reconfortantes albariños y orujos, de buenas gentes.
Hablando con un amigo pescador en una taberna del puerto.
Le digo -trabajo desde que cumplí 16 años.
Me contesta -pero en tierra ¿no? (con dulce acento gallego)
O
-Me voy a New York.
-Pero por aire ¿no? (con el mismo dulce acento de antes)
-No, nadando, no te jode.
-Eso es muy complicado, yo salgo de casa con la maleta, embarco aquí mismo y remando en mi barca llego en un plis plas.
Y no, no es nada complicado, es muy sencillo, se lo explico.
Mira, lo primero de todo es tramitar por internet la Exención de VISA, la Green card. (La carta verde debe ser entregada por cada persona que entra en EEUU, y evita tener que sacar un visado antes de entrar al país si vamos a permanecer menos de 90 días. Hay que tener claro que el programa Visa Waiver nos hace renunciar al derecho de reclamar en caso de que nos denieguen la entrada. En él se reúnen algunas preguntas… curiosas. Sin ser una traducción extensa y literal, a modo de resumen son estas:
• ¿Tienes una enfermedad contagiosa; algún desorden físico o psíquico, o abusas o eres adicto a las drogas?
• ¿Te han arrestado o inculpado alguna vez por una ofensa o crimen relacionado con la inmoralidad o estupefacientes o has estado condenado en varias sentencias a un total de más de cinco años de prisión, o planeas entrar para dedicarte a actividades inmorales o criminales?
• ¿Estás o has estado involucrado en espionaje o sabotaje; en actividades terroristas; o genocidio; o estuviste involucrado de algún modo entre el 1933 y el 1945 con Nazis o aliados?
• ¿Tienes la intención de trabajar en los EEUU, o has sido excluido o deportado alguna vez, o has intentado entrar por fraude o distorsión?
• Has ocultado/retenido la custodia de un niño de un ciudadano americano?
• Se te ha denegado o cancelado un visado a la entrada a los EEUU con anterioridad)?
Lo rellenas, lo envías y esperas.
Vale, te lo han concedido, con un código, es el primer trámite, lo imprimes y lo guardas, entonces haces la maleta, recoges la ropa de verano que has llevado para la playa (aunque haya llovido casi todos los días), los regalos para la familia, la lotería del fin de la tierra para los amigos, subes al coche, haces 750 kilómetros y vuelves a tu casa, preparas el nuevo equipaje (por si hace calor, frío, por si llueve, por si vas de fiesta, para caminar, el sombrero, el catalejo, etc), a las ocho de la mañana vas en metro hasta la estación de autobuses, subes en uno de ellos, viajas los 400 kilómetros hasta Madrid, se para en Lerma, desayunas, sigues, llegas, tomas otro autobús hasta Barajas, esperas, una cola, haces el check-in, te toca un asiento atrás del todo, esperas, te desnudas (casi), te descalzas, pasas por un arco que pita o no, te vistes, esperas, en una fila, en otra, por fin te presentas a una especie de tribunal sumarísimo en el que mirándote a los ojos, un señor de facciones orientales te pregunta sobre quién eres, dónde vas y de dónde vienes, sobre la inmortalidad, la esencia del ser, la pintura vanguardista y si les caes bien pasas a la sala de espera del vuelo, con retraso, siempre con retraso, te embarcas, nunca te toca ventanilla, el avión despega, en vuelo debes rellenar dos nuevos formularios, uno verde y uno blanco, en los que juras por tus muertos que no vas a matar al presidente de los Estados Unidos, que no llevas más de 10.000 € (ya me gustaría) y otras lindezas, comes una substancia plástica con apariencia de ensalada de pasta y pollo, bebes café de polvos, soportas el agite de las turbulencias, con suerte siete horas y media después llegas al aeropuerto JFK, ya estás en USA, son las ocho de la tarde (hora local, es decir seis horas más que en España, llevas 18 horas danzando) bien, entonces tienes que pasar la aduana, horror, en largas filas te presentas al fin ante un serio policía que te escruta, te mira hasta las muelas, te toma las huellas dactilares, te fotografía el iris, te hace preguntas en un correcto inglés masticado, si contestas correctamente, si le caes bien, si tienes suerte, tiempo después, pasas, ay, esperas tu maleta que siempre sale de las últimas, arrastrándola das tus primeros pasos en la tierra prometida, todos hablan raro, hay gentes de todas las razas y colores, pito pito gorgorito, adivinas quién es la forzosamente sonriente empleada de la agencia de viajes que te corresponde, sin atisbo de amabilidad esta impresentable te separa como a las ovejas de un rebaño y te invita a subir a un autobús que, para un trayecto de media hora tarda dos, horas, el tiempo suficiente para que todas las parejas de recién casados en viaje de luna de miel formalicen sus excursiones a las cataratas del Niágara, Nueva York nocturno, contrastes de la ciudad y otros sacacuartos al uso, un siglo y varias vueltas y revueltas por las mismas calles(es decir 24 horas desde que saliste de tu casa, sin dormir, claro) llegas al hotel que escogiste en el cortinglés de un folleto en colorines y compruebas que, o el folleto estaba con un exceso de brillo o has perdido vista en la llegada, la pelea con los recepcionistas es digna de lo que sucedió en la batalla de las Termópilas (lo contaré otro día, es muy fuerte), dejas la maleta y, con toda tu ilusión y candor, muerto de sueño y cansancio, te sumerges en Times Square, ya pareces un ciudadano del mundo, de otro mundo, ya eres feliz. Pero esta es ya otra historia.
Sigo hablando en la misma taberna del puerto.
-Coño, parece complejillo ¿no?(con dulcísimo acento gallego)
Se calla y remando, remando, él ya hubiera llegado a New York.
Buenos días.
15 comments :
Siempre menguo cuando veo un edificio más alto que una secuoya.
Ante la secuoya, mi cuerpo adquiere participaciones en alas.
Ante el mar sería/soy flujo.
(Sólo pensar en los trámites dan ganas de remar.)
Besos.
Puede parecer más simple que el mecanismo de un chupete, pero siempre me echa para atrás pasar por unos trámites inquisidores.
Ya que estaba casi convencida de cruzar el charco... no sé, me lo tendré que replantear.
Muchos besos
"Ese dulce acento gallego"...no me hagas esto Pedro, casi lo he visto y será que hoy las aguas y las bruixas me han echao un conjuro que la sal se ha derramado por los labios.
Bico.
Me he quedado emocionada...
Besitos
Tinta de aterrizaje, jamás he visto una secuoya, pero si veo y siento la poesía cuando te leo, de puntillas. Gracias.
(Los trámites, de verdad, son muy sencillos, lo que pasa es que NY está muy lejos)(por supuesto según de dónde partas)
Anda Arantza G., no te rajes, es muy sencillo. Además ya sabes que tienes aquí a un guía. Besos.
Mayte ✿ܓ, y eso que todavía nadie me ha dicho “te quiero” con dulce acento gallego... te avisaré. Guapa, un beso.
mirada, eres muy sensible. Y un cielo de persona. Te quiero mucho. Besos gigantes.
¡Madre del cielo bendito! ¡qué barbaridad! ¡qué cansancio he pillado sólo imaginándote!
¡Estoy agotada!
Cuando vaya, iré con el gallego. Sin dudarlo ¡vamos!
Un beso
Gracias por estos ratos. Yo ya solo quiero leer “lo fuerte”, en la recepción del hotel. Seguro que si Parker aparece por ahí se lía a hostias. Cuando leo esas preguntas dan ganas de contestar que si. “Pues claro hombre. Aquí estoy con estos fajos de miles dólares usados en moneda pequeña y con la intención de cometer atentados. ¿No ve mis cinturones de TNT minero adosados al cuerpo?”. Que ridículo todo. Después de ver el vídeo de donde termina el mundo entiendo que ha tenido que ser doloroso irse de allí. Que contrastes. Un abrazo.
Rayos, Pedro.
Tiemblo después de haber reído.
Visto lo visto, prefiero Finisterre y que me pasen el charco remando.
Sigue contando. Me encanta.
Un abrazo.
Si en la aduana hubieran sabido del genial Glup, no hubieras pasado esos trámites. La primera vez que rellené el formulario, no me podía creer tal cantidad de preguntas estúpidas.
Ahora espero tus siguientes capítulos, eres un aliciente en la madrugada.
Besitos
Me temía lo peor. Ya sabes, la gente cuando viaja se empeña en amortizar el gasto y no hay quien aguante su bla, bla, bla...Muy bien contado, si señor!
Sólo que, oye, ¿por qué en la vida real no suena la musiquita cuando miras por la ventana, bueno, cuando haces los que sea? especialmente eso, lo que sea.
Muxitos.
SSorpresa encontrarme con un poema de Lêdo Ivo, me lo había perdido en los días que había estado por allá... El acento si cabe, o eso me lo dicen, es más dulce: portugués brasileño.
'Que saiba quem me busca e não me encontra:
sou aquele que está além de mim,
sombra que bebe o sol, angra e laguna
unidos na quimera do horizonte.'
Por fin y después de un final de semana dando vueltas por aquí y muchos meses pasando sin decir nada, decido dejar mi huella. No soy pródiga como tu ni en escritos ni en comentarios. Pero me abduce cómo te expresas y me has hecho pasar buenos momentos de lectura y risas. Seguiré viniendo y no sé si 'saldré de detrás del biombo' y eso que no soy nada tímida, pero vete tú a saber porqué hago Glups* :) y me marcho. Ahora me animó nuestra amiga común. Si pasas por dónde 'nosotros creamos el tiempo' busca un poema que se llama Hermenéutica, sin saberlo eres uno de los personajes de una historia interminable...
Un beso Pedro, ya que salté el biombo no me iré con rodeos y te dejaré saludos ;)
Gárgola, más Ledo Ivo
Asilo Santa Leopoldina
" Todos los días vuelvo a Maceió.
Llego en navíos desaparecidos, en trenes sedientos.
En aviones ciegos que sólo aterrizan al anochecer.
En los estrados de las plazas blancas pasean cangrejos.
Entre las piedras de las calles escurren ríos de azúcar
fluyendo dulcemente de los sacos almacenados
en los trapiches
y clarean la sangre vieja de los asesinados.
Luego que desembarco tomo el camino del hospicio.
En la ciudad donde mis ancestros reposan en
cementerios marinos
sólo los locos de mi infancia continúan vivos a mi espera.
Todos me reconocen y me saludan con gruñidos
y gestos obscenos o ruidosos.
Cerca, en el cuartel. La corneta que chilla
separa la puesta del sol de la noche estrellada.
Los locos lánguidos bailan y cantan entre las gradas
. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Más allá de la piedad
el orden del mundo brilla como una espada.
Y el viento del mar océano inunda mis ojos de lágrimas. "
Muchas gracias por venir (te esperaba). Me encanta saber de tus risas (cuando me lo dijo C me sorprendí. Y me alegré, me gusta hacer reír). He leído tu “Hermenéutica” (¡magnífico poema!), pero no me encuentro (aunque sí he aprendido a transcribir la ausencia).
Oye, déjate de biombos y timideces, esto es una práctica manera de saber que hay Otros.
Un beso (ay, lo que aprende uno).
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