Glup 2.0

Pedro M Martínez

miércoles, 20 de noviembre de 2024

A Eugenio

 


Maryhills, Glasgow, Photo by Tom Wood, 1974

 A Eugenio



                                 En cualquier elemento el hombre
                                    es tirano, prisionero o traidor...
                                                                                A. Pushkin

Yo estuve en México, escalé las pirámides
impecables moles geométricas
desparramadas por el istmo de Tehuantepec.
Quiero creer que las hicieron visitantes del cosmos
pues estas obras suelen edificarlas los esclavos
y el istm0 está cubierto de hongos pétreos.
Los ídolos de arcilla son tan fáciles
de falsificar que propician rumores.
Bajorrelieves varios, con cuerpos de serpientes
y el alfabeto indescifrable de una lengua
que ignoró siempre la conjunción o.
¿Qué contarían si empezaran a hablar?

Nada. En el mejor de los casos, las victorias
sobre tribus vecinas y cabezas partidas.
Que la sangre del hombre vertida en el altar
del Dios del Sol le fortalece un músculo.
Que el sacrificio nocturno de ocho jóvenes fuertes
garantiza el alba con mayor seguridad que un despertador.

De cualquier modo es preferible la sífilis o las fauces
mortíferas de aquellos unicornios de Cortés, al sacrificio.
Si te toca en suerte alimentar con tus ojos a los cuervos
es preferible que el asesino sea asesino y no un astrónomo.
En general, sin esos españoles es muy poco probable
que hubiesen llegado a tener la certeza
de que alguna cosa les había pasado.

Es aburrido vivir, querido Eugenio. Dondequiera que vas
la estupidez y la crueldad te siguen.
Me da pereza encerrar eso en versos.
Como dijo el poeta: «En cualquier elemento...».
¡Qué lejos vio desde sus marismas natales!
Yo agregaría: en cualquier latitud.

1975
De "No vendrá el diluvio tras nosotros" (Antología 1960-1996)

Versión de Ricardo San Vicente

Joseph Brodsky


martes, 19 de noviembre de 2024

Me callo.

 


Zuckerber me recuerda cada día lo que hice/dije hace un año, dos, ni sé cuántos. Un detalle. Han cambiado demasiadas cosas, paisajes, emociones, pensamientos, actitudes, costumbres, manías, sensaciones, aficiones, aflicciones, ausencias. O quizás no, no podría jurarlo. Hoy está este ahora y es lo que hay. Detrás de la ventana están las obras del parking, las del edificio de oficinas de enfrente, ruido, camiones cargados de escombro, obreros comunicándose a gritos, una delicia. Había silencio, antes. También están los libros, papeles en blanco, los recuerdos, la nostalgia, la inquietud por esto y aquello y sobre todo la esperanza. Esto es un día cualquiera y no tengo mucho más que decir. (¡Pues cállate!) Y me callo.

lunes, 18 de noviembre de 2024

Algo así como insomnio, no me extraña.



Discutimos. Me voy a la habitación del fondo, buscó una manta en el armario y me tumbo sobre la cama. Intentó dormir. Pensaba que aquí había silencio, no, gaviotas que no duermen, embarcaciones a motor a cada rato, van y vienen, el viento, incluso creo que llueve, me da pereza levantarme a comprobarlo. No tenía que haberle dicho aquello. No puedo dormir, no  tengo sueño, no sé dormir solo, ¿es esto un ensayo de la soledad que vendrá? Me levanto, me asomo a la ventana, no hay luna, huelo el mar, está ahí abajo, negro, poderoso, calmado ahora, pasan rápidas las luces rojas de un pesquero y su ruido. Vuelvo a la cama. Pienso. Evoco. Fueron palabras duras, soy un estúpido. Ladra un perro, otro le contesta.  Tengo frío. No quiero buscar más ropa por no despertarla. A ella. Se va mañana. Otra vez solo. No puedo dormir. Vuelvo a la ventana. Desde una embarcación a remo están echando las cestas para nécoras, son dos pescadores furtivos, casi puedo entender lo que hablan. Mañana estaré cansado, no podré con mi cuerpo y el aeropuerto está a ochenta kilómetros. Será un viaje triste, silencioso. Voy a intentar dormir. No tenía derecho a reprocharle nada.



Sigo escribiendo esto de madrugada, no puedo dormir. Algo parecido escribí en Murcia. No sé de dónde sale ni porqué imagino estas cosas. Al final va a tener razón Luis y este hombre pequeñito en mitad del pecho debe escribir una carta a su padre.

domingo, 17 de noviembre de 2024

Palabras atropelladas por un camión indiferente y verde

 


Hoy, marco esta fecha, hoy, como si el resto de los días fueran diferentes. Lo marco tratando de entender la ilusión de sanación de los que tienen hernia discal, de los que se tiñen las canas, de los que exprimen el dolor como naranjas, de los que imitan el trino de los pájaros, de los que tienen un volcán en el centro de su cuerpo, de las que acarician sus pechos bajo la luna, de los que a pesar de todo mastican una esperanza, más allá de números en rojo, de banderas blancas, de la voz ronca de Paolo Conte, del oso de la vejez abrazándonos con el aro en su nariz a milímetros de nuestros ojos cansados, de las vírgenes que presumen de serlo y en su epiglotis se enredan nostalgias de lo desconocido, de hombres que gritan como energúmenos y energúmenos que gritan como si su cerebro fuese un rescoldo de un animal prehistórico, una especie extinguida, un vestigio de una civilización hundida en mitad del océano, donde no hay gallinas, ni bueyes, ni centeno, donde la soledad es esta anemia de no saber, esta inquietud con sabor a despedida, este color de mujeres lavando en la ribera del río de la vida, allí donde tantas mueren en manos de aquellos a quienes aman o temen o sufren, maldito abuso de fuerza bruta, de brutos sin entrañas, me corto en dos con una guadaña porque no me preocupa saber en qué país vivo, en todos, unos pocos, más listos, más hábiles,  más desvergonzados, más canallas, con menos escrúpulos o manejándolos mejor con ideas, lenguas, banderas, mentiras vestidas de verdades, limosnas, pintan fronteras, arman ejércitos, se buscan la vida para sí y los suyos. Si no tienes el carné adecuado, los apellidos justos, la chaqueta de ese tono, vas listo. Sé que me dejo tanto, me dejo todo, me dejo en estas líneas en las que a veces ni me entiendo, pero aquí, ay señor/a, (¿Será Dios mujer?) (¿Hay Dios?) también hoy, para ti que has tenido la gentileza de venir. dejo estas atropelladas palabras.  Salud.

sábado, 16 de noviembre de 2024

Parker bailarín.

Cornelius Völker (German, 1965) - Wolke (Cloud) (2015)


En aquella humilde casa en Greenwich (Connecticut) Parker preguntaba a su madre “Ma ¿Cómo se baila con una chica?” y ella le enseñaba cómo y los dos daban vueltas y vueltas por la cocina mientras en la radio sonaba  It's a Man's Man's Man's World o When a man loves a woman.


“Ma, ¿de qué puedo hablar mientras bailo?” y su madre le contestaba que las palabras irían solas a su boca pero que nunca se olvidase de ser atento, educado, amable, que debía aprender a escuchar incluso los silencios de las chicas y que no era siempre no, que solo sí es sí..

Parker era un alumno aventajado en el arte de escuchar consejos y un mal bailarín.

viernes, 15 de noviembre de 2024

Avanza noviembre

 


Avanza ¡noviembre!  y he metido las palabras en un armario, ahí están, displicentes, indiferentes, no intentan resolver crucigramas silábicos, no comen pimientos de Padrón, no llevan trenzas, no descifran misterios, no bailan la yenka, se han instalado en el no.

Por si alguien está interesado las he dejado en la balda inferior, bien tapadas, sestean, volverán, de momento sigo absorto en los cielos.

jueves, 14 de noviembre de 2024

Opiniones...¡no!

 


Aquí (es decir, aquí) el agua del mar está muy fría. Opinar también. Eso va también según la percepción de cada uno (y según el aquí). Por eso muchos no se bañan, la mayoría ni se mojan los pies, ni dios opina. No sé lo que ocurre ahí (porque ahora estoy aquí y de momento no puedo estar en dos sitios a la vez, todo se andará), no sé si ahí se bañan, si se mojan o no, si en su casa, con los suyos, opinan. Es todo tan relativo, tan efímero, tan sintáctico, tan esdrújulo, tan apocalíptico, tan sicalíptico, tan absurdo, tan sencillo, tan de andar por casa, que opinar por opinar pues va a ser que no (no vaya a ser que nos detengan).

Una sugerencia, gratis: mójate, en la playa/río/piscina/poza/opiniones, si el agua está buena, si las tienes (opiniones), si no, una ducha caliente al volver a casa. De nada, a mandar, para esto estamos.

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Parker no es un cuentista.

 

Michael Pontieri, Night Vapors, 2008

Parker no sabe escribir cuentos, solo frases cortas que junta con tijeras, con más entusiasmo que acierto. Las palabras de amor se le rompen en la boca y caen al suelo como cascaras de avellanas. Por eso ella no percibe vibraciones ni rocío. Pasan los días, las nubes, las adivinanzas y el desconsuelo, sus cuerpos, alejados, se han convertido en conjuntos huecos, siluetas, distancia, el vacío. Coleccionar sílabas nunca ha sido un ejercicio que llene la ansiedad, con todo Parker las vuelca sobre un tapete negro e intenta dar nombre a lo que sentía, pero con esto del cambio de la hora anochece muy pronto, se apagan las risas de los niños, aparece el resplandor del cartel del hotel  y todo queda en espera hasta el siguiente día. Y así


martes, 12 de noviembre de 2024

Parker añorando el verano que viene.



Parker pasa de lo poético a lo patético y cuando la negra sombra de la nostalgia le alcanza, le engulle, solo puede pensar en aquel agosto del 2025, hace tanto ya, una playa, el ruido de las conchas en la pleamar, el verde rodeando los límites, las luces al otro lado de la bahía, el sol hundiéndose entre brumas, zasss, en Berlín hace mucho frio y debe seguir caminando o llegará tarde a su cita.

lunes, 11 de noviembre de 2024

Parker se hace un lío con el Limbo

 


Parker camina junto al Spree, envuelto en brumas y frío piensa en el Limbo (sin percatarse que alguien le sigue escondido en las sombras). Después de años viviendo ahí,  en el concepto Limbo, consultando noticias antiguos en internet se entera que hace ya unos años, bastantes, la iglesia dijo que no existe, el Limbo. Un mazazo. Como durante siglos la iglesia dijo que sí, está atónito, por la no existencia límbica, por su ignorancia, por lo atrasado que va en estas cosas de creencias, fe y ritos, la inmaculada concepción, el uno y trino, la resurrección de los muertos, la vida eterna, amen. Si de esto no estaba enterado puede que muchas de sus convicciones más profundas estén también desactualizadas. Parker  es un ingenuo, un inconsciente y un inculto en lo concerniente a lo religioso, por no saber no sabe lo que es pecado mortal y lo que no. En estas cuestiones cavila junto al negro Spree (a sus espaldas una sombra está a punto de saltar sobre él).


Ahora no puedo contar lo que le ocurrió a Parker, no tengo tiempo, ando pillado con mi exceso de actividades, quizás mañana, pásense por aquí si eso.


 

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