sábado, 27 de marzo de 2010

Así.

El mundo físico todavía está allí. Es el parapeto del yo el que mira y sobre el cual ha quedado un pez color ocre rojizo, un pez hecho de aire seco, de una coagulación de agua que refluye.Pero algo sucedió de golpe.
Nació una arborescencia quebradiza, con reflejos de frentes, gastados, y algo como un ombligo perfecto, pero vago y que tenía color de sangre aguada y por delante era una granada que derramaba también sangre mezclada con agua, que derramaba sangre cuyas líneas colgaban; y en esas líneas, círculos de senos trazados en la sangre del cerebro.
Pero el aire era como un vacío aspirante en el cual ese busto de mujer venía en el temblor general, en las sacudidas de ese mundo vítreo, que giraba en añicos de frentes, y sacudía su vegetación de columnas, sus nidadas de huevos, sus nudos en espiras, sus montañas mentales, sus frontones estupefactos. Y, en los frontones de las columnas, soles habían quedado aprisionados al azar, soles sostenidos por chorros de aire como si fueran huevos, y mi frente separaba esas columnas, y el aire en copos y los espejos de soles y las espiras nacientes, hacia la línea preciosa de los seno, y el hueco del ombligo, y el vientre que faltaba.
Pero todas las columnas pierden sus huevos, y en la ruptura de la línea de las columnas nacen huevos en ovarios, huevos en sexos invertidos.
La montaña está muerta, el aire esta eternamente muerto. En esta ruptura decisiva de un mundo, todos los ruidos están aprisionados en el hielo; y el esfuerzo de mi frente se ha congelado.
Pero bajo el hielo un ruido espantoso atravesado por capullos de fuego rodea el silencio del vientre desnudo y privado de hielo,y ascienden soles dados vuelta y que se miran, lunas negras, fuegos terrestres, trombas de leche.
La fría agitación de las columnas divide en dos mi espíritu, y yo toco el sexo mío, el sexo de lo bajo de mi alma, que surge como un triángulo en llamas.

Publicado en "La Révolution Surréaliste", N° 2 (1925)
Versión de Aldo Pellegrini
Antonin Artaud


Lo sé, nadie me invitó a esta fiesta, lo acepto. Puede incluso que no haya fiesta y esto sea solo una reunión casual de transeúntes apresurados que dejan su tarjeta de visita y se quedan el tiempo suficiente para soplar las velas, oler las flores y decir eso de qué bueno era y siempre se van los mejores. Digamos que es así. Digamos lo contrario. Digamos lo que digamos siempre alguien estará sentado fuera del círculo, con los gatos, ahora que la vendimia terminó y Celentano canta tan raro.


Bajo los soportales, mirando la lluvia, sacando la lengua para atrapar las gotas (se me juntan las teclas, se me está olvidando escribir), no contesto los correos, no abro las ventanas, se me está llenando la casa de humo, del cerebro, estoy abúlico, con resaca, pegando por las paredes carteles con los nombres de los desaparecidos, con las fotografías de sus manos cortadas, con ramos de margaritas a los pies de las estatuas, con caballos por las alamedas que llevan al alba. Y el reloj.

Dejo aquí poemas, cuentos, me cuento, me invento, dejo horas y amor en mis dedos pasando por una espalda desnuda (quién dice espalda dice corazón, quién dice corazón dice un punto indefinido entre el alma y el ombligo), dejo también colores que robo bajo el agua, ladrón sumergido en el Abra pintada de luces. ¿Puedes oírme ahora?

Este es un extraño reino sin rey, con solo un bufón triste dando volteretas ahora que todos se han ido y el castillo arde ahí en la altura, con los arcos derrotados, con tapices enrollados bajo el portón a ninguna parte, con dioses antiguos vestidos de aire y se ha derramado la leche, madre, los perros hambrientos lo celebran.

Me comentan los comentarios, la portada, el tamaño de las letras, el brillo de la plata, los ángeles que pasan sin quedarse. Estoy ahí ¿no me ves? ese que hace señales desde el escenario, soy yo ¿no me escuchas? A esta película se le ha borrado la banda sonora, los pianos se han quedado mudos y solo queda hacer muecas, gestos, arrugar la nariz, subirse a un tren de madrugada y adivinar los puntos cardinales mirando las estrellas.

Angustia de no ser y de haber sido, angustia de ya no y de tanto tiempo, angustia de enfrentarme cada día al qué dirán, dejando lo que soy en un cuenco bajo esa lluvia que dije, con una vela que apaga el viento, este de hoy que se lleva los balcones, las señoras asomadas a sus vidas, las chimeneas con el humo de mil fuegos, las tejas que defienden el pudor de tantos techos vacíos. Y así.

Extraño lugar sin sitio en los mapas, sin marcas amarillas en el suelo, sin señales que orienten y me he perdido, tanto hablar y no sé decir ahora: por favor ¿puede indicarme la salida?


14 comments :

Shandy dijo...

Pedro, yo me pierdo hasta en el patio de mi casa. Y ahora que estoy en el tuyo, en tu patio tan particular y laberíntico, me preguntas por la salida.
Te dejo este texto de un joven autor:
"Escapé de allí por una rendija de la historia, disfrazado de narrador sin que el autor se diera cuenta. Tenía que seguir. Tal vez tengas la impresión de que te hablan distintas personas, de que no soy el mismo que ayer tenía un perro, un hueso y una cuenca derecha. No te confundas. Yo soy el autor, el personaje, el narrador, la ficción inspirada, la realidad, la cama y la puta. Puedo estar feliz y triste; puedo ser muchas cosas a la vez por que la vida es muchas cosas, aunque la vida no da espacio a ordenar la introducción, el nudo y el desenlace".
David Valdés

Un abrazo y un beso

gaia07 dijo...

No salgas. Quédate hasta el final. Así. Como estás.

Tu belleza, tu bendito ser, tu lacónico haber sido, alma con pulsiones de vida sin desgranar, que lo sabes pero no te atreves, o te atreves pero no lo gritas, y sabes que todo está como debe pero no te gusta que sea así. Y te quedarás, nos quedaremos, y todos sabremos que todos no somos como nos vemos, queremos gritarlo, todos, pero ahogamos las pulsiones y nos quedamos así. Todos.

Un abrazo lejos del así. Como quiero que sea, desde dentro.

sk8 dijo...

¿Buscas la Salida?
Yo, la Meta.
Tal vez en el recorrido nos encontremos.
Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

El tema Shandy es que soy tan desobediente que si me indican una salida seguramente me vaya a la entrada, me meta debajo de una alfombra, me disfrace de árbol, de cuadro, de un círculo que da vueltas y lo de ser la cama y la puta no me ha convencido, demasiado ajetreo, o lo uno o lo otro, como mucho el que esté encima, o debajo, ya sabes, contra gustos.
El gusto es mío, un abrazo largo y cálido.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, vale, me quedo, como tú quieras que me quede. Ahora, te lo advierto, luego no te quejes. No me oirás decir mucho cómo he sido, lo que era. Me oirás, sí, cómo soy, cómo va esta historia de vivir, de buscar, de ser ahora, cuando somos. Y si hay que ahogarse nos ahogamos, lo que mande el guión, pero ahora.
Salgo a la ventana por si te veo llegar desde el camino. Te abrazo antes de verte. Imagina cuando nos veamos.

Pedro M. Martínez dijo...

sk8 la Meta eres tú, es decir salir de ti para llegar a ti misma, deshabitarte para llenarte, desnudarte para vestir de todos los colores –tan llena de pudor que vive desnuda, que cantaba Vinicius-.
El Trayecto es mágico, ese Recorrido que dices, como en la fábula de la liebre y la tortuga el caso no es correr sino llegar a la Meta.
Y la Meta eres tú, es decir salir de ti para llegar a ti misma, deshabitarte para llenarte, desnudarte para vestir de todos los colores –La tristeza no tiene fin / la felicidad sí, que también cantaba Vinicius-.
Seguro que nos encontraremos (más pronto que tarde)
Un beso.

http://www.goear.com/listen/f9843f2/a-felicidade-maria-creuza,-toquinho-y-vinicius-de-morae

mirada dijo...

Es verdad, se escribe así...
Jo, lo bordas Pedro, más que eso.
Me gusta mucho también el blog de toalla de bigotes.
Gracias, Pedro, por esta emoción y belleza.

Pedro M. Martínez dijo...

Mirada, no es bordado, es punto de cruz.
Una vez aprendí eso de uno al derecho, dos al revés.
Era una buena maestra (mi madre)
Lo malo de dejar aquí el corazón es el viento.
Pero después conoces a alguien como tú y ya pueden llegar ciclogenesis explosivas, mares de fondo o ciclones. Gracias, siempre, a ti, por tu generosidad.
Hoy es domingo, luce el sol, me voy a buscarlo
Antes te beso a rabiar.

Ah, claro, Toalla de bigotes es un blog de alguien a quién quiero con todo mi alma.

Unknown dijo...

Bendita, dolorosa, pétrea soledad la tuya. Gesto de soledad, el tuyo, Pedro; también de quien contempla, de quien se queda aquí, de quien daría lo que fuera por tomarse un vaso de alcohol, de cualquier alcohol, del más asesino en tu Bilbao, para que no encontrar la puerta tenga un mísiero por qué, algún sentido...

Palmera dijo...

"He aquì tu estrella que pasa.
Con tu respiraciòn de fatigas lejanas.
Con tus gestos y tu modo de andar.
Con el espacio magnetizado(este mismo) que te saluda.
Que nos separa con leguas de noche.
Sin embargo te advierto que estamos cosidos
a la misma estrella.
Estamos cosidos por la misma mùsica tendida
De uno a otro.
Por la misma sombra gigante agitada como àrbol.
Seamos eses pedazo de cielo.
Ese trozo en que pasa la aventura misteriosa.
La aventura del planeta que estalla en pètalos de sueño".
V:H

Pedro M. Martínez dijo...

Cartas en la noche, lo digo con cierto rubor -excepto esa soledad metafísica, literaria- nunca he estado solo. Imagino que sabría estar solo (qué remedio), pero nunca he estado solo.
Y ya que vienes, escogeríamos un alcohol no asesino, un Rioja rico, tampoco tengo manías, el que te guste a ti.
Antes te daría un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Palmera, ¿es un sí?

gloria dijo...

Pedro, ¿puedo no decirte? Espero que no te importe... Se me encoge el corazón. Extasiada. "Así". Igual que esta belleza. Con una sensación a caballo entre la paz y la angustia, difícil de explicar.
Y, si no te importa que abuse un poco más, ¿puedo no marcharme? No quiero buscar la salida. Amo los laberintos. Y ya casi no tengo miedo a la oscuridad.

(Un bufón no debería estar solo a estas horas en su castillo en llamas)

Buenas noches. Raras, y buenas.

Te pienso, te beso.

Gracias.

Pedro M. Martínez dijo...

gloria cuando se quema un castillo no hay oscuridad, solo desolación, impotencia, angustia por el día después.
En cualquier caso esto son palabras encadenadas, la belleza está en la mirada.
Y si quieres entrar al laberinto, bienvenida. No hace falta decirte que la salida está entre el ploff donde todo desaparece y el silencio.
Empieza la semana, corta. Te la deseo buena.
Beso y gracias a ti,

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