martes, 23 de septiembre de 2008

La lucha contra el demonio



…entre Demócrito y Heráclito prefiero echar una moneda al aire y esquivar el pico de los cuervos, el resuello de los zorros que corren con su roja y abultada cola por los campos helados de este mes de después, escribo para este día en el que no lee nadie, en el que el límite se acorta, la televisión aboba, estamos en familia, acércate más que hace frío, frío de cama solitaria, frío de literatura al borde del absurdo, como absurdo es tener a Quignard en la balda, ¿a qué esperas? léele, agrupémonos todos en la lucha final mientras ese hombre grita desde un atril de viento, estamos sordos, este es un mundo sonriente que pone un chiringuito en la playa, se va del trabajo antes del jefe con un vaso (de plástico) de coca-cola en la mano, que diver, es guay, ah, oh, mierda, no es pesimismo, no es querer cuestionar este optimismo de no pasa nada, no hay crisis, pero pasa, vaya si pasa, aunque este TFT nos proteja del mundo real, y el ombligo, también, hay un gigante melancólico, un grabado de Alberto Durero (búscalo en san Google), una isla donde enterraremos a los muertos, lástima de tener que morir también nosotros, soledad de la vejez, quién piensa en eso ahora que Cobra Killer está de moda con esa orquestina de púas inquietas, ya me callo, pero hablo. (RespirA. Tú ).

Resumen: todo esto trata de la melancolía pasajera y del erotismo permanente. Del cuerpo humano, desnudo. De la mente vegetal, vestida. De lo absurdo de un fin de semana asomados en el balcón de un blog mientras el río de la vida corre por las calles con pleamar de alcohol y navegantes solitarios con el barco encallado en el arenal de un nombre, en la escollera de un tiempo pasado, en todo lo que no sea ahora. No. De la vacuidad de lo terreno, de las riquezas, de la existencia de Dios, de la conciencia consciente, de la fragilidad del yo, de las contradicciones del arte literario, del mercadeo intelectual, de la sórdida oscuridad que aceptamos con la mano doblada sobre la mejilla izquierda, la mirada perdida, el problema 30.1 de Aristóteles, de la ruina del cuerpo anciano y, sobre todo, de la hechicera que me cuenta mientras me ahogo en sus ojos limpios, en su voz que enturbia mi arroyo de un solo pez, del descubrimiento de su lado oscuro, de dejar la música sonar y perdernos en un bosque lujurioso y hasta ahí podríamos llegar. Sí. Sal de este post que voy a cerrar. Ya.



Lo primero que salta a la vista en Hölderlin, Kleist y Nietzsche es su alejamiento de las cosas del mundo; y es que aquel a quien el demonio estrecha en su puño, se ve arrancado de la realidad. Ninguno de los tres tiene mujer ni hijos (como tampoco Beethoven ni Miguel Ángel), ninguno de los tres tiene hogar ni propiedades, ninguno tiene una profesión fija o un empleo duradero. Son nómadas por naturaleza, eternos vagabundos, externos a todo, extraños, menospreciados, y su existencia es completamente anónima. No poseen nada en el mundo: ni Kleist ni Hölderlín ni Nietzsche han tenido jamás una cama que les fuera propia; nada es suyo; alquilada es la silla en que se sientan, alquilada es la mesa en que escriben y alquiladas son las habitaciones en que van parando. No echan raíces en ninguna parte, ni aun el amor logra atarlos de modo duradero, pues así sucede con aquellos que han encontrado al demonio como compañero de vida. Sus amistades son frágiles; sus posiciones poco fijas; su trabajo no es remunerador; están como en el vacío, y el vacío los rodea por todas partes. Su vida tiene algo de meteoro, de estrella errante en eterna caída. (Stefan Zweig - La lucha contra el demonio)


21 comments :

Lobita Esteparia dijo...

Menos mal que llegue antes que cerraras, interesantes conclusiones y pensamientos,esta todo echo un asco la verdad, cuanto vacío,cuanta soledad y cuanto frió de literatura y también de sentimientos...Un saludo.

Lena yau dijo...

jooooooooo, Peter....yo que vine a alegrarme un poco....

(no sé...recordé al leerte la vitalidad inmensa de un cuerpo que inevitable y trágicamente caduca...no leí versos más juveniles, chispeantes y llenos de vida que los finales de Angel González....leí y recordé eso...)

Un beso atragantado...

Єѕтnoм dijo...

Miedo me das.

Pedro M. Martínez dijo...

Lobita Esteparia, gracias por tus direcciones.
Volveré.
Pero, el tiempo, ¿de dónde lo sacamos?
Y el frio no ha hecho más que empezar, igual que el otoño.
Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Arquitecta Lena, hay lo que hay (ay).
Un día toca verde, otro rojo y otro negro.
Es el calendario.
No se me atragante y disfrute de este martes con nubes y claros (aquí)
Besos exultantes.

Pedro M. Martínez dijo...

No me extraña Єѕтησм, a mí también me ocurre.
Escucha a Bach, libera.
¿Beso?

gaia07 dijo...

¿Por qué culpáis al demonio? Nosotros somos los que no leemos, los que nos aprovechamos de la vida, los que la destrozamos, y luego los que lloramos porque no podemos seguir haciéndolo, nuestro cuerpo caduca, y resulta que es entonces cuando sabemos disfrutar del mundo. Él es otra invención nuestra. Para tranquilizar nuestros memes.

Y los ultramundanos ¡qué manía con pintarlos como sufridores! Ni más ni menos que el resto, excepto que sus intereses son más elevados, quizás, o no. Elevados en el sentido literario, porque en el mundano ¿qué hay más elevado que sufrir por amar? ¿O sufrir por perder lo que más quieres? ¿O querer hasta ser capaz de dar tu vida? ¿O llegar a matar si te arrebatan aquello por lo que morirías? Y algunos de nosotros aún sabemos disfrutar de sus creaciones. Somos privilegiados ¡leches!

Estar en esta ventana bloguera es tanto vivir como recorrer la ciudad silenciosa, o tomarte un café con las amigas y discutir de sensaciones, sentimientos o política. ¿Cómo si no podría compartir con personas tan interesantes de otra manera? ¿Cómo sabría que sois vosotros si alguna vez nos cruzamos por una calle solitaria? Probablemente nos miraríamos de reojo por si hacemos algún movimiento extraño de acercamiento.

Pues eso, que soy asquerosamente positiva siempre. Qué disfruto hasta cuando lloro, y sufro hasta cuando río. Y que me encanta.
Pedro que eres un genio, sin lámpara. Es mejor frotarte a ti, díselo a M.
Besos y más besos.

Tesa dijo...

...qué solos estamos

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, tengo unos días ocupados, sin demasiado tiempo para el blog, me escapo unos minutos para relajarme de preocupaciones.
Me ha gustado tu comentario.
Pero más me gusta la idea de la frotación.
Besos.
(Ay, lástima)

Pedro M. Martínez dijo...

Tesa que estás de paso, no me incluyas en esa generalización.
Al menos de momento.
Y sin pensarlo demasiado.
Saludos.

Tempus fugit dijo...

Busqué el grabado... La escena me hizo pensar en ti, escribiendo... pero me di cuenta de que no podías ser: ¡Tiene alas!

Un abrazo (hoy, touché)

Isabel Barceló Chico dijo...

Maravilloso Stefen Zweig, un analisa finísimo y extraordinariamente lúcido. Y, además, capaz de conmovernos hasta el fondo. Besos, querido amigo.

Pedro M. Martínez dijo...

De cenizas y ¿tenía cuernos y rabo? ¿era rojo? ¿olía a azufre?
Lo de en medio, sí, lo de los extremos, no.

Un abrazo

Pedro M. Martínez dijo...

Isabel Romana, me ocurrió –por ejemplo- con los Beatles, o con Pavarotti, con Moebius, con muchos. Cuando comprobé que gustaba a todos…ya no fue lo mismo.
Algo así.
No sé a qué viene pero algo así.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Sí, Glup, quizás cuando la melancolía acecha, lo mejor es mirarse en los ojos de un buen hechicer@ y perderse en el bosque lujurioso (¿se llama lujuria eso de entrar en alguien y perderse allí adentro y nunca más salir?)... Claro que también nos queda la consolación de la literatura (incluída la bloguera)y del arte en general.
El texto de Zweig me hace pensar en lo que escribió Pavese en sus diarios. Parafraseo: el verdadero y más triste fracasado no es el que se equivoca en las grandes cosas, sino en las pequeñas: no conservar a un amigo, no poder hacerse una casa, no satisfacer a una mujer, no ganarse la vida como cualquiera...

Gaia: Casi todos los que vivimos en paises del primer mundo y en regímenes democráticos - con toda la corrupción y males que nos rodean- podemos considerarnos privilegiados. Pero a poco que otees: trata de blancas, niñ@s prostituidos, comercio de órganos, esclavos -sí, esa es la palabra- trabajando para las grandes multinacionales, guerras injustas,terrorismo -también de estado-, genocidios, tortura, violaciones constantes de los derechos humanos... Y ya, me callo. Pero en una cosa estoy de acuerdo contigo: no hay que dejarse llevar por el desaliento y, en la medida que cada uno puede, se debe actuar y denunciar.
Y disculpad este comentario tan largo.

Pedro M. Martínez dijo...

dama shandy diría querida dama shandy, pero, dada mi timidez, la rotundidad de tus comentarios me azora, me azora, me intimida, me llena de recovecos desde los que no sé si esconderme o asomar una oreja –la buena, la que escucha- , un ojo y dos dedos para escribir en la pared que sí, que con esa hechicera –justamente con esa sobre la que escribo hoy-me perdería en un bosque lujurioso, bajo el bosque lácteo, en un bosque de Urkiola, de Zugarramurdi, de palabras y que sea lo que la lujuria (y la hechicera, claro) quiera/n.

Dice el DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA – (Vigésima segunda edición) Lujuria: Vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales.. Qué cosas, vicio, los deleites carnales, ay, (me entran hasta escalofríos, debe ser el vicio).

Otra cosa ya es Zweig –canela fina-: “Beaucoup d’hommes de coeur ont dû méditer sur la responsabilité qui est celle de tous et sur la honte qu’il y a, pour une civilisation, à créer un monde où un Stefan Zweig ne peut vivre” André Maurois

Pavese- que era un triste- escribía: Vendrá la muerte y tendrá tus ojos / -esta muerte que nos acompaña / de la mañana a la noche, insomne, / sorda, como un viejo remordimiento / o un vicio absurdo-.
Los dos se suicidaron (pobriños).

Y, querida mía, reitero que es un auténtico placer, contar con tus comentarios. Te lo agradezco.
Beso tu mano.

Marina Culubret Alsina dijo...

sí...
salimos, hacia afuera o hacia dentro de los sueños, ¿entramos o salimos? ¿qué hacemos cuando el límite del hoy se estruja y el de mañana se expande?

salgo
entro.

Ya me duermo.

Un saludo, de ayer o mañana... de si entro o salgo, no sé, eso es lo de menos...

besos,

(no me hagas mucho caso)

Anónimo dijo...

Pedro, la definición de "lujuria" no es mía (ya me gustaría). Aparece en un texto de E. Galeano ,"Los siete pecados capitales", incluído en su libro "Bocas del tiempo" (Edit. Siglo XXI)´, y como casi todos los de este autor no tiene desperdicio. Son pequeñas delicatessem.
No tengo buena memoria, pero hay frases que se quedan grabadas. No cité a Galeano porque ya me daba corte dar un nombre más. Desde luego, sus definiciones son mucho más acertadas y benévolas que las de la RAE.
De Zweig voy leyendo lo que cuelgas aquí, sus reflexiones no me dejan indiferente. Y por la cita de Maurois entiendo que es un humanista. Pavese triunfó en la literatura pero el se sentía como un triste y solitario "raté". Su hechicera le rechazó y sus demonios le pudieron. Pero toda su literatura me parece magnífica, aunque a veces ponga mal cuerpo.
Y por favor, señor Glup, no se me burle diciendo que se azora, que entonces soy yo la que me azorollo y me intimido (sí, sí, yo solita...)

Pedro M. Martínez dijo...

marina, salir hacia fuera o hacia dentro, eso es poesía, sí señora, perdón, señorita.
En cuanto a límites, ay, lamento opinar que el mañana se contrae ¡ y de qué manera!
Claro que te hago caso.
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

dama shandy, nada más lejos de mis propósitos que la burla, el traspasar un centímetro los límites de la ironía aceptable, la intimidación *, nada que no sea agradecimiento ante tanta amabilidad en estos diálogos enmascarados **

Es una inmensa suerte el recibir en esta página perdida en los aires de redes no comprendidas, comentarios tan diversos, tan variados pero con un componente común –a mi juicio- un gran cariño. Y eso no sé cómo agradecerlo suficientemente.

Pues eso, sigamos ¿se llama lujuria eso de entrar en alguien y perderse allí adentro y nunca más salir? es una buena pregunta, la utopía siempre ha estado llena de frases así. A mi entender es válida cambiando “en alguien” (singular) por “en todos los alguien posibles (plural, plural).

Zweig pasó injustamente de moda a partir de su suicidio. Recientemente se ha vuelto a publicar gran parte de su obra (quizás por haber caducado los derechos de autor, no creo en el altruismo ni en el buen gusto de muchos editores). Sus biografías son magníficas.

Cesare Pavese es un pesado, un pelma. Dejo aquí abajo parte de sus reflexiones y, la verdad, es un hombre triste, da mal rollo.
Y eso, que beso su mano, la que no besé anteriormente.

• Intimidación. Ay, si yo te contara, en mis épocas de intimidación para la supervivencia. No están tan lejanas.

• diálogos enmascarados, sí, nos protegemos con apodos y sobrenombres, qué cosas.


El oficio de vivir

Cesare Pavese

7 de febrero
La sangre siempre es vertida irracionalmente. Todas las cosas son un milagro, pero en el caso de la sangre se siente más agudamente, porque al otro lado está el misterio.
Llorar es irracional. Sufrir es irracional. (Cfr. «sufrir no sirve de nada» del 38.)
Tu problema consiste, pues, en valorizar lo irracional. Tu problema poético es valorizarlo sin desmitificarlo.
Cuando sangramos o lloramos, el estupor está en que precisamente nosotros hacemos eso que nos eleva a lo universal, al todos, al mito.


2 de junio

En las cosas sexuales me parece que el hombre, al satisfacerse, se tranquiliza y aleja, la mujer se enciende aún más y se vuelve libidinosa.
Razón ésta del hecho natural de que la mujer huye, e intenta perennemente dejar al hombre con el antojo, para ligarlo a sí. Mientras que al hombre de nada le sirve negarse a la mujer para ligarla a sí.
Además la mujer, que hace al hijo, encuentra en éste su paz; el hombre, si no encontrase la paz en el simple coito, no la encontraría nunca.

8 de noviembre

Según Freud ( Ensayos de Psicoanálisis) todo el pensamiento nace del instinto de la muerte: es un esfuerzo para enlazar los movimientos fugitivos, dionisíacos, libidinosos de la vida, en un esquema que satisfaga el narcisismo del yo. El yo tiende a la regresión hacia la quietud, a bastarse a sí mismo, en su inmovilidad y en su ausencia de deseos.
Es una verdad que se aprecia cuando se sufre y se trata de analizar, entender, fijar la propia crisis y en definitiva matarla.

1 de diciembre

Mi felicidad sería perfecta de no ser por la huidiza angustia de hurgar en su secreto para volverla a hallar mañana y ,siempre. Pero quizá me confundo: mi felicidad está en esa angustia. y una vez más retorna la esperanza de que acaso mañana bastará el recuerdo.

Anónimo dijo...

No hace mucho tiempo,una buena amiga me decía de Pavese lo mismo que tú, "da mal rollo". Incluso hablamos de la misoginia ( producto de sus frustraciones amorosas) que transmite en sus apreciaciones sobre las mujeres en "El oficio de vivir". Lo comparábamos con Pessoa y las reflexiones que éste hace en sus poemas o en "El libro del desasosiego". Coincidíamos en que siendo los dos autores bastante solitarios y atormentados, la perspectiva con que encaran la reflexión de la vida es bien distinta. Pessoa resulta entrañable y transmite aún dentro de su pesimismo un aliento vital, tal vez porque en sus reflexiones hay una comprensión y una aceptación de todas las carencias del ser humano ( es lo que hay y con eso hay que convivir). Además utiliza el humor y a veces se rie de sus propias elucubraciones metafísicas -el final de "Tabaquería"-. Pavese no acepta ni asume las carencias -"Sufrir es irracional y no sirve para nada"-, y se rebela inutilmente contra ellas, de ahí su impotencia y su desesperación. Transmite con amargura su angustia y como él dice su problema es que no desmitifica, sino que valoriza lo irracional, lo transforma y eleva a material poético y parece recrearse en su propio dolor de vivir.
A pesar de todo esto, a mí me gusta mucho su poesía y su narrativa de ficción. "El hermoso verano" me parece una bella narración aunque llena de melancolía. Sus diarios los leo poco a poco- llevo casi un año- porque son densos y a veces me cuesta entenderlos. Creo que aporta reflexiones muy interesantes sobre la creación literaria y sobre la condición del ser humano. Por ejemplo la que recoge de Freud o sobre la condición sexual de hombre y mujeres. Son controvertidas, por eso hacen pensar.
Personalmente me horroriza la imagen del escritor atormentado y maldito, pero no niego la curiosidad y atracción que la vida y obra de estos creadores ejerce sobre mí.
Y voy a dejarte una cita que tengo apuntada. Pertenece a "La Tregua" de M. Benedetti. Leía esta novela al mismo tiempo que "El oficio de vivir" y cuando llegué a este texto, pense en Pavese: "La vida es muchas cosas (trabajo, dinero, suerte, amistad,salud, complicaciones), pero nadie va a negarme que cuando pensamos en la palabra Vida, cuando decimos, por ejemplo,"que nos aferramos a la vida", la estamos asimilando al Placer."

Un abrazo, Pedro. Me iré leyendo tus otros textos.

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