Bruma.
Ozy Worldy
Sobre el mantel la chimenea en la
cúpula del Vaticano, sobre el lago el reflejo del laberinto. En este
experimento cotidiano hay cien caminos que llevan al punto de partida, es decir
empezar cada día, es decir estar colgado de la imaginación, privilegio de no
(querer) quedarse dormido, alfileres en los párpados, papardelle en el plato,
una pradera de wólfram, trompetas anunciando la llegada del anticiclón. Dicen
que se va ya el frente de lluvia y en el balcón no se mojarán el rosal y los
gorriones, pero en los montes sigue la bruma. No se puede tener todo.
1 comments :
Toda cúpula es un riesgo. El desequilibrio siempre está dispuesto a repartir escombros sobre el mantel y sobre nuestras cabezas.
Deberemos empezar cada día al modo vaticano, mantendremos el estado de vigilia y evitaremos todo laberinto, allí se esconde el Minotauro que sólo come carne humana, es antropófago y según crece se hace más salvaje e incontrolable. No sé si Dédalo nos ayudará a encerrar en él al monstruo hijo de Pasífae. Tengo pocas esperanzas. Encerrar el salvajismo dentro de una maraña de paredes y corredores intrincados es complicado, es como construir una heterotopía con cúpulas semiesféricas.
La poesía de alfileres y las mesas sin mantel son también un peligro, sin embargo siempre hay algún poeta convencido del aspecto revolucionario de la poesía, cree que es capaz de cambiar una utopía por una realidad.
Saludos
Publicar un comentario