martes, 12 de agosto de 2025

Observatorio 4


.collages by John Bingley Garland, ca. 1850–60,


Hay  fines de semana que parece no van a terminar nunca. Hay un gato dormido entre las cenizas de la barbacoa. Después de la fiesta el pueblo brilla al amanecer de sonámbulos y borrachos. Las fuentes están llenas de gorriones y noctámbulos sedientos. Espío por la ventana a la vecina de enfrente, puedo distinguir una lágrima como una revelación, algo va mal ahí dentro y ya nada es como era. Zasss, es el tiempo que huye.

lunes, 11 de agosto de 2025

Cierre de mi muro



Tenía una cuenta en Facebook desde 2009. 

Habitualmente compartía mis textos, fotografías, poemas, vídeos, etc. 

Esta mañana Fb me la ha cerrado indefinidamente sin un motivo concreto, exigiéndome mi número de móvil como condición indispensable para negociar mi regreso.

No creo que se trate de un timo externo sino de una nueva política de Fb para controlar a sus usuarios.

Esto me está haciendo pensar hasta qué punto estar “colgado” de esa aplicación me estaba quitando tiempo para actividades más provechosas para mí. Aunque también es una lástima porque tenía allí buenos amigos. En fin. 

De momento seguiré compartiendo mis humildes textos aquí y me olvido de imposiciones abusivas.

Muchas gracias por visitar esta esquina.

Observatorio 3

 

collages by John Bingley Garland, ca. 1850–60,


Hay días lluviosos o ventosos, no normativos en agosto, en los que quiero que se rompa el cielo y ver entre las grietas un atisbo de algo diferente, no sé, un color que no conozca, un animal mitológico, un ángel rubio con un tridente entre los brazos, una morsa. No quiero nada más pero aquí todo va como iba, calor, calor, calor y el último bostezo me ha desencajado las mandíbulas.


domingo, 10 de agosto de 2025

Escribir es sencillo



Escribir es sencillo. Aprendes con cuatro o cinco años y está al alcance de cualquiera. Pintar, por ejemplo, es más difícil. O montar a caballo. Patinar. Yo qué sé, hay actividades difíciles. Escribir no, escribir es lo más elemental, una manera básica de comunicarse. No hay más que ver cuántas personas publican sus libros ¿demasiadas? Tampoco lo sé. Una cosa sí puede asegurar por lo sorprendente que es para mí, si escribes y lo compartes  debes estar preparado para dos cosas: 1, que quien no te conoce lo ignorará; 2, que algunas personas que te conocen realizarán comentarios jocosos, graciosos, algo chistoso, por muy serio que intente ser tu trabajo. Esta es una regla no sé si general, pero sī habitual en los escritos que comparto. A todo se acostumbra uno.

Observatorio 2

 


collage by John Bingley Garland, ca. 1850–60,

.

A veces una mujer o un hombre desnudan su cuerpo, su corazón y su alma, por este orden, enseñan sus tatuajes, la cicatriz de una operación, el estigma, lo que no se ve por fuera ni en la oscuridad. A eso le llaman osadía. Sale caro el amor tardío. Hug (es una onomatopeya…ya lo explicaré otro día), ha caducado la garantía. Mal.

sábado, 9 de agosto de 2025

Observatorio 1


collage by John Bingley Garland, ca. 1850–60,


A veces un hombre o una mujer quieren salir de su celda dejando a otro en su lugar, le engatusan con besos o confidencias, con verdades que no se cuentan porque parecen mentiras. A eso le llaman sinceridad. Te empujan y plam ya estas dentro. Help pero es tarde, ya te has enamorado. Error.

viernes, 8 de agosto de 2025

Agota Kristof

 


Tengo estas tres libros desde hace años pero no me decidía a leerlos, los dos niños de la portada me transmitían tristeza. Como últimamente he encontrado muchas referencias y alabanzas sobre Agota Kristof me he puesto a ello, la trilogía me ha durado pocos días.

“El gran cuaderno” tiene un estilo ágil, seco, capítulos cortos, es triste, cruel, crudo, la guerra, cualquier guerra encierra estas historias dramáticas. Se lee fácil.

“La prueba”, en principio, es una continuación del anterior. También es triste, cruel, dramático con poca esperanza, bien escrito por supuesto pero al borde de que el lector se corte las venas.

“La tercera mentira” es un sin sentido, cuenta una cosa y la contraria. Cuando esperas que los hermanos protagonistas te den una alegría, Agota Kristof posiblemente saca sus vivencias durante los duros años de posguerra y tuerce y retuerce las vidas y muertes y llega un momento en que no sabes si vas o si vienes pero siempre con imágenes duras, tristes, sin esperanza.


Conclusión: esta señora tiene muchos premios literarios, una carrera como escritora reconocida y una vida dura que refleja al menos en la historia de estos dos hermanos que al final no sabes si son solo uno o tú has leído mal o te has saltado capítulos y corro a buscar algo para leer que no me deje el corazón encogido 


No hay que despreciar los presentimientos, ya decía yo que los dos chavales de la portada presagiaban drama.



Leo: “Reunir los tres libros en uno fue una decisión editorial muy posterior a la publicación de cada uno de ellos. Una decisión no menor, porque hoy se leen como una unidad textos que hasta entonces dialogaban entre ellos a la distancia, en medio de rupturas y continuidades. Una extraña saga donde el lector se zambulle en un verosímil engañoso pero eficaz.”


Es decir, dinero. La escritora escribe sus libros y un editor listo piensa que, ya puestos, tres es mejor que uno. El resto son cifras de venta, economía, cuenta de resultados. Que a un romántico, iluso, le engañen en la sagrada Literatura le mosquea mucho. Fin


https://proscritos.com/mucho-claus-y-poco-lucas-sobre-la-recuperacion-de-la-trilogia-de-agota-kristof/


https://ciberclublectura.wordpress.com/category/ya-leimos/claus-y-lucas/


https://www.infobae.com/america/cultura-america/2019/06/25/claus-y-lucas-la-trilogia-sobre-la-crueldad-y-la-infancia-que-llevo-a-la-hungara-agota-kristof-al-cielo-de-los-clasicos/


jueves, 7 de agosto de 2025

Su peor enemigo (The Small Back Room, Michael Powell, Emeric Pressburger, 1949)



Pues eso, que después del documental no quería quedarme con las ganas y me he visto esta película. De hace 76 años, postguerra en Inglaterra, cine serio, buenas actuaciones, magnífica fotografía y pulso de Powell, un guión complejo de un Pressburger en forma, deprimente a veces, efectivo siempre. En su momento (hace mucho) vi tanto cine inglés que a veces no recuerdo si está la vi en un entonces también en blanco y negro o si es nueva para mí. Imprescindible para entenderla y disfrutarla más y/o mejor (también en otras actividades) intentar acoplar la mirada a la época en que se rodó (escribió, pintó, grabó o lo que sea, de otra forma la crítica puede ser cínica. Aviso). Sí, es verdad, hay comedias muy graciosas en color, ya, usted mismo/a.

https://trendesombras.es/2023/02/08/su-peor-enemigo-the-small-back-room-michael-powell-emeric-pressburger-1949/

Alfaguara.



Subo a la torre del homenaje para ver el reflejo de las alcandoras en la cima de los montes, se están avisando, vienen. Alrededor del castillo un paisaje de trabuquetes, maganeles y arietes intimidatorios.
En la tensa espera los pendones amarillos flotan al viento, Sé que llegarán, pronto. Aún así no tengo miedo, inconsciencia del que no tiene nada que perder. En la vara de alcándara dormitan los milanos.
Me reclino sobre la piedra aún caliente por el sol del atardecer, la toco con dedos temblorosos, el hambre, busco la humedad en las junturas, el musgo que alivie mi sed, lamo las troneras. Los ballesteros dormitan desfallecidos en las aspilleras. Hay un unánime deseo de que esta situación termine pero jamás nos rendiremos.
En el jardín de las damas se mecen al viento las hojas de los libros que cuelgan de los árboles, frutos literarios para los curiosos, para los ávidos de saber. Junto a la poterna del sur un jayán intonso no pierde de vista al jorguín que recita sus encantamientos mientras agita cascabeles y vejigas hinchadas.
En el patio de armas los garzones levantan la cabeza con altanería, los saeteros bruñen sus armas en los huecos de las almojayas. Hay una turbulencia de vientos y nubes que nos enardece. Me sobresalto con el bip bip de un mensaje en la pantalla, abro los ojos, no es de él, jamás me volverá a escribir. La alfaguara se convirtió en vinagre que empapaba las últimas cartas, escuetas, con esquinas, rezumando dolor y rabia. Temo que ya no llegará la magia de un: quiero verte. La parafasia me confunde y además nos atacarán al alba. En verdad, son estos tiempos duros para los hombres de armas. O así.

miércoles, 6 de agosto de 2025

The Archers

K

Agosto. Las vacaciones están sobrevaloradas. Tiempo libre. Entre otras actividades me dedico a leer, a ver películas o series y a etcétera. Ante la exhaustiva oferta no siempre escojo bien, nadie es perfecto (solo Alá). Martín Scorsese  me gusta, además de sus peliculas participa en diferentes documentales sobre cine. En Filmin veo el último, “Made in England”, un homenaje a The Archers, el nombre de  la  compañía productora de Michael Powell y Emeric Pressburger. Curioso, ameno, interesante, para muy amantes del cine de una época (si es que se puede fragmentar el Cine), con muchas recomendaciones y escenas emocionantes. ¿Recomendable? Yo qué sé, pasear también está bien, a mí me ha gustado.

https://www.gatopardo.com/articulos/made-in-england-marty-imparte-otra-leccion-de-cinefilia

https://www.revistagq.com/articulo/made-in-england-powell-pressburger-scorsese-documental


Elanchove, por supuesto.



Hasta la ventana llega el olor del mar, se posa sobre las sábanas extendidas en los cuartos oscuros, deja una piel salobre, densa.

Por la calzada bajan los marineros.

Después la moneda se rompe por la mitad y el mundo se vuelve silencioso, ciego a las blancas olas a lo lejos, sordo al graznido de las gaviotas.

Ahora busca la luna desde esa ventana y solo ve nubes, noche.

El acantilado grita y él va a buscarlo.

martes, 5 de agosto de 2025

Rick y Morty



Rick y Morty. Serie animada para adultos. Diez capítulos de la temporada ocho. En HBO. Me la recomendó mi hijo. Me encanta (la serie, también mi hijo). Es una serie imaginativa, rompedora, bastante bestia, gore, colorida, con diąlogos ingeniosos, hay que pillarte el punto, claro. Resumen: estos 10 capítulos se me han hecho cortos, muy buena.

Inyección.

 



Bacterias del tétanos.  

Le tenemos que poner la inyección del tétanos -me dijo la enfermera en urgencias, antes de curarme el dedo..
No -repliqué.
No me la pusieron.
El tétanos puede causar la muerte -dijo seria la enfermera.
Sí, de algo hay que morir -terminé.  
Y me fui a casa con el dedo vendado.
No sé cómo puedo escribir.
Sé que me moriré (pero no de esto, ahora)

El tétanos o tétano es una enfermedad provocada por potentes neurotoxinas producida por una bacteria, que afectan el sistema nervioso y genera violentas contracciones musculares
El agente causal se denomina Clostridium tetani. Es un bacilo anaerobio obligado, grampositivo, móvil, con una espora terminal de mayor diámetro dándole una apariencia de baqueta, cuyas esporas son estables en condiciones atmosféricas generales, que pueden vivir durante años, excepto que entre en contacto con oxígeno, o luz solar (que destruye tanto al organismo como sus esporas en pocas horas). Son resistentes a determinados desinfectantes como fenolformol yetanol; pero son destruidas por peróxido de hidrógenoglutaraldehído y la esterilización por calor.

lunes, 4 de agosto de 2025

Personajes

 


Como no podía ser de otra manera, el mundo de la noche está poblado de personajes oscuros.

A veces ocurre que hablas, al borde del corazón del alcohol y alguno se ilumina y dice lo que nunca dice.


Aun así,  para cuando te das cuenta, amanece en la barra de un bar de este pueblo con viento del nordeste, llena de amantes que no aman, de individuos con cangrejos en la cabeza, con alacranes en el alma, personajes tan grises que son invisibles.


Me aburren, me aburro, quizás debo cambiar de pueblo.


domingo, 3 de agosto de 2025

Primera persona del singular



Nunca segundas oportunidades fueron buenas. No contento con el último libro de Murakami me lance a su “Primera persona del singular”, así, a pelo, sin informarme previamente ni leer críticas. Son ocho relatos, apenas he podido terminar tres, qué cosa tan absurda, sosa, aburrida, sin gracia ni interés, que desilusión. Puede ser que el sentido del humor japonés sea diferente al nuestro (¿?). También puede ser que la traducción sea muy floja porque estos cuentos (o lo que sean)  están llenos de frases tópicas, esas mismas que él aconsejaba no utilizar. Pues eso, que menos mal que la biblioteca de aquí es gratuita porque vaya racha de elecciones. 

Tóxico, penoso, peligroso.

- Lily Padula 


Dan asco. Mientras preparaba la comida, he querido ver el telediario (ya saben, incendios, Montoro, Cerdán, el novio de Ayuso, etc)  en un descuido he cambiado de canal, veo a unos personajes en la pantalla del televisor, que sí que hay que ganarse el pan y defender lo que uno piensa (incluso lo contrario) pero no puedo soportar tanta bazofia, tanta suciedad, porque  esto quiere decir que todo vale y es que sí, que a algunos sí les vale, que aquello del juego limpio, el FairPlay, la honestidad, es solo para los que no saben hacer otra cosa, que se puede vivir de la mentira, de hurgar en la basura de los demás, en la propia, de desnudar las miserias de los otros, no hay vergüenza, no hay pudor, todo vale, me resulta bochornoso ver a señoras y señores aplaudiendo y jaleando los más bajos instintos, el linchamiento, lapidar a los otros, arrastrar por el barro de la maledicencia a todos aquellos señalados con la cruz, muchos de estos personajillos que salen en la pantalla del televisor son zafios, incultos, crueles, gentes que no se sabe cómo pueden vivir de esto, así, con la cantidad de mujeres y hombres ejemplares que pelean con la vida, que se buscan el sustento cada día, que luchan y cobran miserias. Mucho asco. Apago el televisor.

sábado, 2 de agosto de 2025

Voy a ver (dijo el ciego y nunca vio)

Kathleen Neeley


Ahí, entre lo que sueño, deseo y hago me sitúo en la no aceptación de lo quieto, dentro de un rumor de ánforas que contienen minúsculos territorios nuevos. Así, una niña se acerca y me entrega la flor de una magnolia bajo la que nunca me he sentado. Dejé hace tiempo de envejecer en el umbral de la sala de espera de mi psiquiatra. Epícteto me regala máximas que dicen y no dicen. Camino por la ribera de la Ría y oscuros peces me acompañan ascendiendo en la pleamar. Aún con los ojos cerrados no siempre estoy dormido. Madrugo. Un día vi a la muerte travestida, mirándome (y sí, vi la luz blanca esa que dicen, la del final de un túnel). En las tertulias de los que se sientan en el pesebre no hay sitio para el color blanco, o para el verde, solo hay un color, el suyo (que casi nunca es el mío). No me aletargo, al menos no en los últimos 693 días. No meto mis pies en los arroyos que bajan de la montaña del miedo. No me acuesto al lado de recuerdos que solo sirven para enturbiar el gesto, para romper la sonrisa. Sí quiero acostarme al lado de la mujer que amo. Busco sin descanso los privilegios reservados a los dioses y no sé cómo no dejo de escribir y me lanzo a los caminos. Es lo que haré ahora mismo. Voy a ver.

viernes, 1 de agosto de 2025

Parker el privilegiado

Untitled, 2025 - by Türker Alagözyaylası, Turkish

Das ist einmalig in der Geschichte.

Que quiere decir: esto ocurre una vez en la historia.

Parker tuvo su Das ist einmalig in der Geschichte.


Un privilegio, a la mayoría de las personas no les ocurre, nunca.


Y él tan como si nada.


Hay que ver, qué altivez.

jueves, 31 de julio de 2025

Garden Party



Termina julio, te cuento, para mí Ricky Nelson era el chico guapo que ayudaba a John Wayne en Río Bravo. Resulta que su principal faceta  era la de cantante. Escuchó su Garden Party del 72 y entre sus versos me quedo con:


“Pero todo está bien ahora

aprendí bien la lección

Verás, no puedes complacer a todos.

Así que tienes que complacerte a ti mismo.”


Es un consejo que sigo desde hace tiempo y me deja la conciencia tranquila.

Feliz agosto.




La hoguera


Vente en gros aux Halles Centrales : pesée de la viande. Paris (1er arr.), vers 1900. Détail d'une vue stéréoscopique. 


Soy un mamífero que intenta elaborar mensajes de muy diferente complejidad, que aspira a inspirarse mientras chapotea en el afán de lograr en el lector ese momento en el que tiemblan las pupilas y en la garganta vibra algo así como un suspiro de flores o quizás sea solo un carraspeo..

Me asomo a una ventana de peces y veo la luz que se refleja en el estanque donde se ahogó la música de café y a partir de ahí (ella lo entiende)…


Entre visitas, esperas en antesalas luminosas y otras actividades intento juntar estas cosas sin demasiado entusiasmo  mientras lo real, la bestia parda de la realidad pega dentelladas despiadadas.


Vuelvo a la oficina y nos dan la noticia del despido de un compañero, así, fulminante, improcedente. Desde la dirección nos lo comunican con ceremonia, con una retórica pasada de moda, pueril. Hijos de puta. Salgo del despacho y los teléfonos no paran de sonar. Nos informan de más despidos en otras delegaciones. Trabajadores ejemplares con años en la empresa, personas con familia, con obligaciones, con sueños, con futuro incierto a partir de ahora.


¿Qué hago aquí escribiendo?


Quizás es el momento de empezar a preparar la hoguera.   




miércoles, 30 de julio de 2025

Cordura

:.
Ferdinando Scianna

Cordura, el cronómetro se ha puesto en marcha, class, demencia, esa noche K se duerme serio y despierta convertido en un playmobil, la sonrisa pintada, un personaje que mueve brazos y piernas, no más, un muñeco de plástico en el fondo de una caja amarilla de juguetes en el altillo del armario de la niña que ahora clava agujas de hacer calceta en el cojín bordado a punto de cruz con una cara que tiene un aire al adusto rostro del adulto que se reflejó un instante en el espejo -pufff, respirar y F3- no el de ahora, no, Homer inconsciente comiendo donuts, aparcando su coche junto a la boca de riego, torpe hombre que ríe mientras bracea en un río de aguas verdes con sirenas que se inventa -pobrecito, si las viera, con las escamosas colas como espadas- géiser de los últimos  días de julio, fragor de enanos en fábricas subcutáneas de dolor de cabeza, martillos en las sienes, bichos parasitarios mordisqueando las terminaciones nerviosas, amigándose con virus y espías en mi ordenador tomado en el último asalto y el puma plus nos mira amenazador, un ápice faltó, un casi nada y el amor era esto, Schönberg y la belleza insoportable del anhelo llenando cada hueco del alma, un yo que era nosotros hasta el Ctrl.+Alt+Sup, todo se detiene, dream, dream, sueña conmigo, reina blanca, aquí hay un viento del carallo y el despertador se ha descompuesto

, F1, ayuda. Ya es otro día. ¿No?

martes, 29 de julio de 2025

Que lo sepas.

 

Allegory of Stimulation (c.1640). 
Lorenzo Lippi (Italian, 1606-1665). 
Musée des Beaux-Arts d'Angers.
Es una trampa.
Creer que esto sirve para otra cosa que para lo que te sirve es absurdo.
Todo empieza en uno mismo y es ahí donde termina.
En la propia satisfacción, el espejo, eso que has dicho eres.
Ese eres.
Y si te maquillas que lo sepas.

lunes, 28 de julio de 2025

Murakami, Haruki.



Dice Haruki Murakami que su “De qué hablamos cuando hablamos de escribir” es un ensayo autobiográfico, bueno, pues lo será. No es en absoluto lo mejor que ha escrito, es más no me ha parecido del nivel que se puede exigir a un escritor consagrado. Dicho todo esto también diré que me ha gustado, que he aprendido bastante y que tomado muchas notas. Este desbarajuste de opiniones puede deberse a mis afinidades con Murakami, los dos escribimos, los dos nacimos el mismo mes, el mismo año y los dos somos japoneses. 

Torsión

..

Leon Golub

Torsion, 1953



Miramos nuestro reflejo en los arroyos.

Esos somos, débiles, desanimados, vulnerables, necesitados de cariño, correr  es un pretexto para volcarnos en el abrazo, en ayudarnos. 

Nos conjuramos en la belleza inútil de la huida.

domingo, 27 de julio de 2025

No lo sabíamos

 

"Perseus" by Joseph Blanc, 1869


Caminamos con la piel blanca y un murmullo, fieles a la esperanza, pasamos junto a una fábrica que arde con nobleza, sentimos las pezuñas de un diablo, cerca, el ardid de sabernos prisioneros, rendidos, la carretera se ha roto, esto era el dolor. Y no lo sabíamos.

sábado, 26 de julio de 2025

La Grande Guerra



Uno de los más incorruptibles axiomas de la llamada ‹Commedia all’italiana› es el tono tragicómico de los títulos suscritos a este subgénero. Con la frescura del neorrealismo, remando en paralelo (pero también con una apariencia que recurre a la ligereza) esta etiqueta se enfrentó a la realidad de la posguerra describiendo una Italia socialmente golpeada y, por eso, con el esperanzador horizonte de una reconstrucción. La gran guerra se desmarcó quizás de sus coetáneas porque abandona el confort de la modernidad y nos remonta a la acción de la Primera Guerra Mundial. Con ella, Mario Monicelli no solo compuso una epopeya antibelicista digna de decoro y de medallas (merecedora del León de Oro en el Festival de Venecia y la nominación al Óscar a la Mejor película de habla no inglesa), sino que además puso a sus personajes en el ojo del huracán, en el epicentro narrativo, exaltando sus particularidades, sus tiernos vicios e imperfecciones, y alzando su humanidad más palpable y admirable.

«He dejado a mi madre para venir a ser soldado». Este verso inicial ofrece la abertura del relato y hace manifiesto el sacrificio humano que reclama una guerra, y que veremos plasmado en la película donde acompañamos al romano Oreste Jacobacci (Alberto Sordi) y al milanés Giovanni Busacca (Vittorio Gassman) en una historia de desastres que nos traslada a las escaramuzas en el río Piave, en 1916. En medio de la calamidad, pese a todo, florece la amistad entre estos dos, y también entre el resto de colegas de la compañía. Entre batalla y batalla, juntan fuerzas para reafirmar la química y calentarse con la solidaridad entre tanta muerte. La relación fraternal de los protagonistas deja lugar para reflexionar sobre la mirada naif de quien aún no ha visto el horror. Así rufianes, bribones y gamberros (pero sobre todo supervivientes y víctimas) se enfrentan al infierno desde la inocencia, como niños jugando a ser soldados. El problema es que por muy afables que sean los ojos que la miran, la contienda continúa siendo la máxima expresión de la devastación.

La gran guerra es también una película de intervalos. Nos muestra la vida en las trincheras, la misericordia luminosa de los seres que las habitan, los tiempos de espera, las bromas, los llantos y, cómo no, el dolor de quien extraña una vida que ha dejado atrás y que, aunque vuelva, ya nunca volverá a ser como antes. Con maestría y fidelidad, Monicelli filma la barbarie con una técnica aplastante: ‹travellings› portentosos y secuencias de asaltos genuinas que se acompañan de la épica de la música de Nino Rota. También deja diálogos que no se olvidan y escenas memorables, como la de la gallina; o pasajes donde sucede la magia y la ternura, como las del intento frustrado del romance con Constantina (Silvana Mangano). El director bebe y brinda con el dolor de los camaradas y se sirve de sus recurrencias para homenajear la bravura obligada de los que perecieron en contra de su voluntad. Cínico y asqueado escupe sobre los que perpetran la destrucción desde despachos y las tiendas de campaña, alejados de los campos donde yacen los cadáveres y el sufrimiento de los que se matan sin saber exactamente por qué. Los dos personajes principales acaban alcanzado sin querer una especie de expiación, de justicia, demostrando que la bondad supera a la habilidad y la experiencia en la carrera al heroísmo. La gran guerra abraza moralmente a los que cayeron en el lodo, lejos de su casa, pese a que quisieron continuar caminando. Como exclama Jacovacci: «La patria necesita obreros, no muertos».

Escrito por Agus Izquierdo

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