miércoles, 18 de junio de 2025

Aquí (3)



Aquí, por designio de los números primos, con aleteos en la palma de la mano, sin ira, con calles de colores LSD, con puertas de caoba que se abren a grandes pasillos con puertas de boj, abres una y da a otro pasillo con puertas de madera de pino, hay obstáculos en el alma y la salida está oculta detrás de los extintores extrovertidos, hablan entre sí y no apagarán jamás nuestros fuegos interiores.

martes, 17 de junio de 2025

Aquí (2)

 


Aquí, por voluntad propia, con ángeles rubicundos cabalgando por cielos veloces  sobre grandes pájaros de pecho encarnado, aún no saben volar o hay controles de divinidad ocultos entre las nubes de humo y sorpresas de diablos venidos a menos.

lunes, 16 de junio de 2025

Dream scenario.

 



Dream scenario. (Movistar). Nicolás Cage es un actor que no me gusta. Aquí hace un buen papel. Una cosa no quita la otra. El director lo cuenta bien, una ficción brillante que juega con un personaje gris, que irrita, un perdedor, un ingenuo. Esta película me ha parecido inquietante, no me ha gustado, está bien contada pero no sé si esa sensación de frustración constante me desagrada. La crítica, algunas, le ponen bien. Yo escogería otra, será por películas.

https://www.zendalibros.com/dream-scenario-de-la-fama-o-de-la-autoestima-o-que-se-yo/

https://www.nytimes.com/es/2023/11/19/espanol/nicolas-cage-dream-scenario.html


Aquí



 

Aquí, des/escamando los peces abisales de la des/memoria, el tedio, las hojas del destino que caen desde esta primavera implacable de hoy tormenta, mañana sol abrasador, la zarpa de la nostalgia des/garrando las venas del cuello de la ingenua gacela del ayer.

domingo, 15 de junio de 2025

Parker escribe en una pared.

 

Photography by Tzion ‘Zio’ Essel

Parker quiere escribir ahora que los laberintos del conocimiento parece que están iluminados. Hay un farol en cada esquina, el tiempo es un sol quieto, un Ícaro respetuoso repliega sus alas, el aguijón de la noche siembra las calles de insomnio, a lo lejos se escucha música, chirridos de máquinas, teléfonos, llanto. Un incendio de miedo ha consumido la retama, ha asfixiado a los pájaros, hay un silencio en el valle, hay una lluvia de cuervos, las flores del mal crecen entre las piedras de la torre rota. Quizás no sea culpa de nadie pero Parker sabe que lo que cuenta está incompleto, falta miel, mejillas, el roce de dos cuerpos, sabe que así no hay quién le entienda, es la propia ignorancia que trepa sobre lo ya dicho. La huella de los peces se pierde en un océano de voces.

sábado, 14 de junio de 2025

Parker y su ignorancia

HENRI CARTIER-BRESSON Transatlantic Liner Arriving in the Harbour, New York City, 1959

Parker sabe que no sabe nada, es más, está contento de su ignorancia. Los días que han pasado son inútiles y su único deseo es estar tumbado bajo un árbol de luz.

Le preguntan, ¿has leído a William T. Vollmann
Pone cara de no saberlo, mira al cielo, sonríe y calla.

Insisten ¿Qué opinas de  Kathryn Josepg
Ni siquiera parece haber escuchado.

Hay que ver (para creer).

viernes, 13 de junio de 2025

Mi cumpleaños es en enero.

 

On the Sailing Boat (1818-20) by Caspar David Friedrich


No recibo cartas y las contesto, recibo felicitaciones por mi cumpleaños aun sin serlo y no saco tiempo para decir gracias. Lo digo ahora ¡¡¡Gracias!!! Mientras junio se remansa en horas y tomamos impulso para saltarnos los meses sin saber que nos saltamos, que cada día es uno, irrepetible, que no vuelve. ¿Dónde irás el sábado? aun es viernes y nadie sabe si mañana caerá un meteorito a nuestra vida y se llevará el futuro, el pasado y las ganas de respirar, si se nos cruzará en el camino esa persona que nos haga diferentes. Mis disculpas a todos aquellos/as a los que no he podido contestar, no me dan los días.

Por cierto, mi cumpleaños es en enero.

jueves, 12 de junio de 2025

Me llamo Jacob van Eyck.



Soy ciego, soy el encargado de los tres carillones de Utrech, el del ayuntamiento y los de las dos iglesias, los cuido, arreglo y mejoro, soy el compositor de la música para ellos, soy el que la toca, soy flautista, arreglista, soy el que se sienta en los patios que circundan a la iglesia de arriba y deleito a mis conciudadanos con música de Vallet o Uccellini, de Morley o Sweelinck.

Me llamo Jacob van Eyck.

Pero vosotros me conocéis por otros nombres.

Lo que os perdéis.

miércoles, 11 de junio de 2025

Parker bajo el sirimiri

 


A pesar del calor del sur, en el norte el sirimiri impide que la ciudad hierva en un día de himnos alegres, Parker silba música de ascensor de los grandes almacenes, los poetas firman con la huella del pulgar, dedican sus libros en las esquinas del viento, Trump  juega a los bolos con aranceles aquí, allí, así, así no, los Ángeles, la democracia permite  consumir lo no consumible,   el precipicio de un ojo turbio, la náusea de los mercados, la podredumbre de la avaricia, el hambre, la muerte  de tantos, tantos. El mundo de la opulencia sigue callado.

martes, 10 de junio de 2025

Jonathan Meese

 

Jonathan Meese

Palabras bajo las cenizas perdidas en el pasado. 

Con Ella perdí la palabra, eso sí que duele no lo otro, perder la sexual lengua del decir, de contar, de abrir hasta la puerta del infierno, el mío, y los cielos, miedo, sueños, recuerdos de infancia, mis tías, las calles del barrio, dos amigos, una novia a la que jamás besé su ombligo. 

Una palabra, mujer, zumbando en los oídos, entrando y saliendo en el cerebro con alambres y caminos, cuadriculado, con señales de stop, así nos luce, una blanca nube, luego negra, después la lluvia, la tormenta, inundaciones, hasta aquí llegó la riada hace unos meses, el barro sepultó el jardín de voces. 

Y. 

Giulio Cesare, Haendel y un discurso roto aún me llena de llanto.

lunes, 9 de junio de 2025

Parker nadador

 


Parker a veces ganaba, a veces, la carrera solía ser contra sí mismo, el premio era nadar, el aplauso tímido de los desconocidos, la velocidad de sus brazos y piernas, la agilidad de su cuerpo en los virajes, el entrenamiento, la entrega, el cloro que le enrojecía los ojos,  poder presumir con las sombras de los ausentes, nunca fue seleccionado, no tuvo padrinos, ni carnet, nadaba para poder nadar, su padre no estuvo nunca animándole en la grada.

domingo, 8 de junio de 2025

Peatón con futbolín

 

Francesc Català-Roca - Peatón con futbolín, Madrid, 1953

Un lelo, ensimismado en lo que escribo, corto de miras, sin mirar a los lados, no como esos reptiles de mirada periférica, un camaleón por ejemplo, no, con orejeras, mirándome el ombligo sin cesar, sin mirar hacia otros lados, que los hay, vaya si los hay, leer, sentirlo, admirarme acomplejándome, empequeñeciéndome, agarrándome al absurdo de la estadística, que sí, que de escribir  sentimientos que nacen dentro de la piel, debajo, en las entrañas, por ahí, doliente voz borboteando en inviernos del alma, amor encontrado en Ella, en otras Ella, en una estación de tren de Barcelona, paso a escribir como un amanuense, un monje benedictino que copia textos desde la esquina del cerebro que organiza un Stockhausen  ibérico, un burgués emocionalmente inestable, al borde de la melancolía, un perro negro a punto de morderme las pantorrillas, a nadie le importa esta retahíla de boberías alienadas en el escaparate, lo sé, mi espejo habla, habla el que en él se refleja y dice, me dice, espabila, chaval déjate de nostalgias del piso de Tívoli, infancias en una cocina luminosa entre mujeres y risas, salto al vacío de la vida, soledades compartidas, las garras del trabajo, el primer beso en la sombra, el tedio, el miedo, el amor como una losa, siempre una Ella en la confluencia entre ser y no haber sido, esperando su llegada, su paso, y no venía, llegó tantos años después, podemos ser amigos, ¡no!, que no quiero ser su amigo, solo, que quiero su cuerpo enjuto y pálido abrazado al mío en la ternura, crucificados a besos nunca dados, inventar la dulzura de una voz ahora tan ronca, definir la pasión, imaginar caricias en sus muslos, esto es así, empieza en uno y termina en infinito en esas madrugadas plomizas en las que el viento alborota las ideas que van de un sitio a otro,  de la alameda llega el silbido entre los árboles, una ausencia hizo la otra, melodía prófuga, la vida pasa en tres minutos de una canción de Sinatra, my way, descifrar lo incomprensible, la travesía de los días, vivirlos con el corazón colgado de un bramante de sueños desmedidos, mirar la luna hasta perder la razón, si aún quedaba, el desaliento de las amistades que se fueron, recuerdo las playas, las blandas arenas que he pisado en bajamar, los brazos bronceados, las huellas en la orilla, su bikini escueto y verde, sus caderas generosas, mi cuerpo varado junto al suyo en las noches oscuras y cálidas, un aeropuerto en Bruselas, la retirada cuando me reñía, sus labios llamándome luego, ven, desnudos sobre el crepúsculo, el nuestro, un tiovivo de voces, su acento dulce, la escarcha de las despedidas, no te vayas , amor, ¿volverás?, como un funámbulo sin equilibrio, caminando sobre un alambre tenso, sin red abajo, me rompí las piernas, el alma, las ilusiones, la esperanza, nadie aplaudía ya, los violines, aquella orquesta  pagada, toquen otro vals, el último ¿Qué queda?

sábado, 7 de junio de 2025

Vivir es un silencio sin memoria.

  



Vivir es un silencio sin memoria.

Es absurdo lo de alrededor,
la mentira de las luces en las calles,
con aprendices de suicidas que aún respiran
No hay nada más, solo el fulgor,
dolor del alma no comparable con el hambre,
con un cielo mudo. Nadie responde
a las oraciones de los débiles, de los ilusos.
El miedo al guardián  armado con un cuchillo
de obsidiana oprime la garganta,
Vendrán días de sangre y mártires,
de peces aturdidos, de piel lejana,
puentes quebrados, sal en los huesos, soledad.
Aun así entre los abedules saltan los pinzones,
el viento trae y lleva historias de enamorados,
de guerreros volviendo por caminos oscuros.
Es agosto en enero, empezamos la historia.

Vivir es una hermosa aventura.

viernes, 6 de junio de 2025

Parker y no sé qué de un porquero

The 1953 North Sea flood - Picture Kitchen

Sobre lo de ayer, lo de la partícula de Higgs, tengo algo que añadir.

¿Qué tiene que ver todo eso conmigo?
La respuesta es sencilla: todo.

Con un nombre o con otro no es eso lo importante, ni siquiera es importante lo que cuenta Parker o yo, lo que cuentan otros, lo importante es contarlo.

La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero.
Agamenón. – Conforme.
Su porquero. – No me convence.

(del Juan de Mairena de Antonio Machado)

Lo importante es la verdad, por eso Parker y yo utilizamos un mecanismo profundo del funcionamiento de la naturaleza a su escala más elemental, como el campo de Higgs que propuso otro Peter (Higgs, claro). Es decir el amor, el dolor, lo cotidiano, la esperanza, las relaciones entre iguales, las desigualdades, la naturaleza, los inventos, el paisaje, qué comer, qué beber, qué coño pasa en el mundo que estamos tan de los nervios, lo blanco y lo negro, lo descolorido, el sexo y su práctica, su no práctica, lo práctico de practicarlo, las emociones, las sensaciones, lo irregular, la partícula del miedo, el odio, lo que se puede decir, lo que todos dicen, la resurrección de la carne, la vida eterna, amén.

Hay que estar atento, lo diferente, lo Higgs de mis textos brilla a veces, brevemente, se crea a partir de la colisión entre lo dicho y lo entendido, o sentido, o intuido. En resumen, permíteme la confianza, tú,  el Gran Colisionador de Hadrones (Large Hadron Collider, o LHC).

Además del tiempo y esfuerzo que llevo invertido en esta página, espero no tener que gastarme lo de la multa de esos tíos de Apple. Agur.

jueves, 5 de junio de 2025

Parker y el Bosón de Higgs

 




Parker no se atreve a escribir personalmente y delega en mí y en otros para de una vez por todas dejar las cosas claras.

Bill (Gates) acaba de llamarle a cobro revertido, dice que mucha lírica, pizcas de poesía pero que (literalmente): “Parker, rey, no tienes ni idea de la partícula de Higgs”.

Al de un rato le han llamado también los de la manzana mordida, los herederos espirituales de Steve (Jobs). Dicen que reunidos en cónclave secreto se han dado cuenta que su verdadero nombre no es Parker y que le van a cobrar derechos de uso con carácter retroactivo, que ellos están antes en lo de la partícula esa.

Parker no sabe qué relación tiene una cosa con otra pero se ha enfadado, piensa que algo tendrá que ver con la envidia que genera  su interés en la búsqueda de la última pieza del puzle subatómico que puede abrir por fin la ventana al Big Bang.

Es decir.

Parker está en los escritos que hablan de sus vivencias, de sus peripecias emocionales y alrededor están los visitantes del blog/muro. Contra más lectores hay más incomprensibles son los textos y más le cuesta desarrollarlos (a él, a mí o a quién le escribe).

Porque.

Los lectores son el campo de Higgs, una forma de energía que impregna todo el espacio y confiere masa a las partículas (como glup 2.0). Un protón, por ejemplo, no tendría masa si no fuera por el campo de Higgs. Sin ese campo misterioso, todos seríamos livianos como el fotón, y nos moveríamos, como él, a la velocidad de la luz.

El Gran Colisionador de Hadrones (Large Hadron Collider, o LHC) que desde 2008 está   en funcionamiento junto a Ginebra, tiene varios objetivos, pero el principal es encontrar el bosón de Higgs, apodado "la partícula-Dios" por el premio Nobel Sheldon Glashow. Es una predicción central del modelo estándar con el que los físicos describen el mundo subatómico, y observarlo requiere las altas energías de colisión que alcanzará el LHC, un esfuerzo de 6.000 millones de euros.

Pues bien.

A primera hora de la tarde de hoy, 13 y martes, en medio de una expectación mundial seguida en directo por internet, los científicos que trabajan con el gran acelerador LHC, han presentado sus últimos resultados señalando tienen indicios significativos de la existencia de la muy buscada partícula de Higgs, cuyo descubrimiento se considera un hito en el conocimiento profundo del universo subatómico y objetivo primordial declarado del propio LHC. 

La partícula de Higgs es la firma de un mecanismo profundo del funcionamiento de la naturaleza a su escala más elemental, el llamado campo de Higgs, con el que, según la teoría, adquieren masa las partículas que tienen masa. El físico escocés Peter Higgs lo propuso hace más de 40 años, pero no ha habido manera de demostrar o descartar que esta hipótesis sea correcta. Es la mejor, o más completa, explicación de la masa de las partículas, una cuestión fundamental que el Modelo Estandar, que describe las partículas elementales y sus interacciones, no es capaz de abarcar sin ese mecanismo hasta ahora puramente teórico.
El Higgs no se ve directamente en los datos del LHC. Es una partícula que se desintegra enseguida si se crea en alguna de muchísimas las colisiones de protones del LHC y lo que los físicos observan son los esos procesos de desintegración. Se trata de identifica inequívocamente que esas partícula e interacciones captadas al proceden del Higgs que duró un instante. Como es un fenómeno muy poco corriente, hay que observar billones de colisiones para cosechar una docena de firmas del Higgs.

Parker termina con “queda claro, ¿no?



miércoles, 4 de junio de 2025

Series y cine.

 


The Last of Us

Segunda temporada.

Excepto el segundo capítulo que es magnífico, el resto, decepcionante.  

 

 


Thou salt not steal. No robarás.

(Filmin)

Serie de ocho capítulos, australiana. Ambientada en los años 80,  es una especie de road movie, cine negro, comedia, drama, de estética fea, con toques gamberros  y magnífica fotografía.  No me ha gustado demasiado.

 



Llegaron a Cordura.

 

Dirigida por Robert Rossen en 1959, protagonizada por un Gary Cooper que ya estaba enfermo, siempre héroe, una Rita Hayworth que no se despeina en el desierto y con los siempre cumplidores Van Heflin, Tab Hunter, Richard Conte, Michael Callan y Dick York en los papeles principales.  Alguien la comentó en FB y decidí verla. Entretenida.

 



martes, 3 de junio de 2025

Ben We̲b̲s̲t̲e̲r, Johnny̲ H̲o̲dge̲s̲ – The C̲o̲mplete 1960 ̲Jazz̲ ̲Cell̲...


Alto Saxophone – Johnny Hodges
Bass – Wilfred Middlebrooks
Drums – Gus Johnson
Guitar – Herb Ellis
Piano – Lou Levy
Tenor Saxophone – Ben Webster












Parker se cocina a fuego lento



Parker pela cebollas y canta, prepara un plato de pétalos de calabaza, inventa alimentos, en una esquina descubre a Rubens, no sabe distinguirlo de Pollock. Como tantos, se mira en el espejo de una pantalla que le conecta consigo mismo, la realidad es un pantano en el que chapotea la supervivencia.

Parker está llorando, quizás debe dejar de pelar cebollas (o de pensar).

lunes, 2 de junio de 2025

Valzhyna Mort




 PARA INGEBORG BACHMANN EN ROMA

No eres la última mujer.

No eres la última mujer que ardió en Roma, Ingeborg.
Bajo las altas frentes de los apartamentos, lejos de los [caminos trillados
todo es lustroso: los muebles de madera, la vajilla de [plata, los dientes, el pasado.
Después de tres baños al día, después de cuarenta años de exponer tus pulmones a los libros abiertos,
estás cubierta de vendas.

Ingeborg en coma, cubierta de vendajes blancos; Ingeborg
es una novia vestida de princesa digna de aquel poeta que quemaron,
Giordano Bruno.

Estirada bocarriba en el balcón de via Giulia,
¿sabías que hay balcones donde nadie puede estirarse, donde tienes que caminar de puntillas, con cuidado, entre tarros
de setas en conserva, sacos

de patatas,

garrafas de compota? Donde el lenguaje
es un perro atado a una cadena de palabras férreas
donde el castigo

son cien latigazos de silencio.

Son lúgubres los edificios de apartamentos. Ingeborg,

¿sabrán

que dentro de ellos la gente muere y llora?

Por la noche, cuando las últimas mujeres llegan a su casa

con las bolsas de la compra en la vena basílica como si

acabaran de cargar su sangre,

mujeres que sopesan el valor de las cosas

con sus cejas

y que conocen el mejor abrillantador para cualquier superficie dañada,

los sonidos de las cosas ocupan la ciudad de los hombres: la puerta de un coche se cierra de golpe, las botellas repican en los contenedores de vidrio,
las basílicas hacen tintinear las velas como cocinas de restaurantes.

Después de tres baños al día, Ingeborg, después de horas estirada boca arriba en el balcón,
después de cuarenta años de sostener los libros contra tus pulmones,

todavía hueles a Austria. Tu pelo liso
cae como las monedas en una máquina de cambio.
Los libros disecados por todo el apartamento fracasan en su papel

de ambientadores,
Ingeborg.

La bilis amarilla
de Western Union en las calles oscuras, la luz macilenta de los tranvías nocturnos
bajo las altas frentes de apartamentos lustrosos,
lúgubres como si supieran, como si pudieran oler.
Deja de oler el pasado, Ingeborg.

Mientras el azote del silencio crece, el lenguaje se pliega en su cola.
Y allá va:

la espada flamíguera de una farola, Adán subiendo a un tren,
Eva mordiéndose los codos.

En el Paraíso hay un árbol que carga con los codos mordisqueados de Eva, Ingeborg.

Tumbada boca arriba en el balcón acojo estas palabras con mis dientes,
observando tu Roma.

La nuestra es una historia en la que cada diente lleva su corona.

El silencio nos desangra hasta el lenguaje. El silencio nos arranca el lenguaje.
Alaba tu silencio, Ingeborg, tu hueco en la pared.

Alaba los apartamentos lustrosos, los huertos, los codos mordisqueados.
Y el silencio.

***

Valzhyna Mort

Muy señor mío:

 

Maerten de Vos - The Air (16th century)


Muy señor mío:

Que no sé escribir, que me pierdo en carreteras nunca transitadas, que ya no recuerdo ni su perfil, ni sus gemidos, ni su desnudo abandono, los mensajes que quemé en una hoguera de dolor insoportable, perdida la cabeza y la esperanza, perdidos los retornos, en el borde de un precipicio con los brazos abiertos, que me tiré sin alas, sin saber volar, que aún hay milagros, que pasé de iluso amador a mutilado de guerra, a dependiente de emociones ajenas, a equilibrista sin cable caminando sobre rayas que inventaba en las aceras, que aprendí a hablar de nuevo, otro lenguaje, o el de antes de, prehistoria del sentimiento, lenta recuperación en hospitales del alma, eso fue ayer, eso fue hace un siglo, eso no fue nunca que me he instalado en este rincón 2.0 y hablo y hablo sin cesar, para que me lean y sepan, para que no sepan, juegos de manos y voces, nada en esta mano, nada en esta otra y aparece un poema donde menos te los esperas, poemas de jubilado, los posos de Cortázar, de Neruda, de Dylan Thomas cantando en una habitación donde acumulo objetos de diez habitaciones, recuerdos como espinas, libros, una hélice, un barómetro, fotografías de una carrera de motos, una lupa, una navaja suiza, una taza con pétalos de las flores del último ramo, un cierre de esta metonimia al calor de un mayo absurdo, de nostalgias no bien curadas, de necesidad de airear el corazón ahora que no llueve y llueve y no soy capaz de mirar por la ventana que da a una avenida que lleva a carreras de domingo justo ahora que solo quiero bañarme de música, descansar de batallas mal asimiladas, estrenar una camisa blanca y pasear de la mano de aquella a quién amo, aunque a veces, ahora, ay, recuerdo cuando fui un amante generoso. Muy señor mío no quería contarle nada sino esto, no quiero nada, lo tengo todo, me tengo.

domingo, 1 de junio de 2025

Muy señora mía:

 

James P. Blair, Women use compact Mirrors in packed Crowd to catch Sight of the Queen in London, 1966

Muy señora mía:

Que esta carta no estaba escrita, pendiente de pensar, traspapelada entre tantos estudios de tantos, lo suyo, lo que ella es, lo mío era eso otro, la actividad de un amante generoso, que pasé el umbral de lo prohibido y entré tan dentro, en lo oscuro, ciego, tanteando la encontré, en el reposo de sus caderas, en el rumbo de sus labios semiabiertos, sin reparar en el peligro, sin haber respirado su aliento de ida y vuelta, lo digo, escribo, en esta primavera que hiere de tristeza, ahora que los traductores extienden la equivalencia a lo largo del poema y Jerry Ehman, atento, espera captar todavía otro código GEQUJ5, inútil intento en el monótono murmullo del cosmos, como ella, mujer detrás del muro, en un sexto piso que mira a la plaza donde tanto jugué de niño, cuando mi tía L me llevaba de la mano y me contaba todos los cuentos, cuando me vestía de ternura y me paseaba por los jardines transformados ahora en semicírculos de cemento y rosas solitarias, flores de plástico, charlatanes del fin del mundo e inmigrantes ensimismados, que todo está cambiando y no nos damos cuenta, que las calles se llenan de colores y seguimos como si nada, indiferentes al tsunami de gentes que nos van a integrar, comunidades nuevas, mezcla, otras voces, costumbres, sonidos, comidas, olores, que seguimos debajo del Árbol, cantando himnos que apenas entendemos, manteniendo fronteras imposibles, levantando los brazos en saludos a lo que no será, guardando la heredad sin saber que todo pasa y sólo tenemos ahora, como ella, digo, quizás ya ni siquiera el motivo de esta carta, señora mía de mis entretelas, saludos, respetos al máximo.

sábado, 31 de mayo de 2025

Siempre

 

Photo Billy Kidd

El amor de mi vida, entonces.

No tengo una dirección, un teléfono, solo este suspiro de nostalgia.

De aquel tiempo me quedan muchos recuerdos, emoción, maravillosos momentos, Neruda, un retrato que me hizo a carboncillo, un avión de juguete que me trajo de París y el último día, su venganza, cruel. Un carácter, era todo un carácter.

Me cambió la vida. Iba derecho al traje gris, la esquina del sofá, una suegra en la habitación del fondo, el bostezo. No sabía cómo y ella me enseñó. Filosofía, poesía, ironía, el amor de mi vida, entonces. Luego, suele ocurrir, volvió a cambiar el rumbo de los días y tampoco éramos, no éramos aquel nosotros para siempre. No existe para siempre por más que muchos se empeñen, pero aquellos momentos siguen brillando (la verdad que solo cuando me acuerdo, por suerte)

viernes, 30 de mayo de 2025

Parker rebusca, alborota, mueve y remueve

Alexander Klingspor (Sweden, 1977), Lantern,

Parker husmea en su torturada ribera, al lado de los sollozos, se olvida del cansancio, del pudor, lo cuenta. ¿Me amaba? (piensa). Quizás (se contesta). Me deseaba (afirma). No tanto como él a ella (certifica). Emociones en silencio, búsqueda de lo fugaz, sin compromiso, el deseo y ya. ¿Nos quitamos la ropa? (un eufemismo que utilizaban para evitar ¿nos desnudamos?).

Entonces se abrazaban como poseídos por la ternura,  afán de desquite del deseo en el tendedero, una amante sumisa, intacta, desarmada, exacta, perfecta imprevisible en ese fugaz amor con perfume prohibido entre las sábanas, la puerta sin cerradura, la piel como un refugio, él entrando dulcemente en ella, la sorpresa, los gemidos, Satie de fondo, Gymnopédie nº 1.

Rebusca, alborota, mueve y remueve, merodea en la luz, insiste en lo mismo, lo mismo es esto, lo ineludible, vivir, límite y misterio, imaginación y mentira. ¿Sucedió aquello? ¿Qué es la verdad? 

jueves, 29 de mayo de 2025

Juan Francisco Fernández Domínguez



Te miro, luego existo: el amor en la era de la visibilidad obligatoria


Hubo un tiempo en que amar era arriesgar el silencio. Ahora, amar es producir señal. Se ha desplazado el centro de gravedad del deseo: ya no buscamos ser amados, sino vistos. Y no por cualquiera, sino por ese otro que, al mirarnos, nos confirma. Hemos sustituido el temblor del vínculo por la métrica de la atención. El amor ha dejado de ser acontecimiento íntimo para volverse algoritmo afectivo.

Todo ocurre en la superficie, como si el espesor nos diera miedo. Se ama como se postea: en vertical, con filtros, buscando un tipo concreto de reacción. Las miradas ya no se cruzan: se proyectan. Se compite por un lugar en la retina ajena, por ese gesto invisible —un clic, un like, una respuesta— que opera como acto de reconocimiento. Nadie quiere el secreto: quiere el eco. Y la prueba del afecto es su visibilidad.

La gramática del deseo ha cambiado. Lo cursi ya no es decir “te quiero”, sino “te he visto”. La declaración amorosa se ha vuelto estadística: número de visualizaciones, porcentaje de interacción, ritmo de respuesta. Cada mensaje enviado es una sonda de autoestima lanzada al vacío. Queremos amor, sí, pero antes queremos vernos reflejados. Como Narciso, pero sin agua: ahora el espejo es la pantalla.

Esta transformación no es simplemente tecnológica: es simbólica. La imagen ha vencido al cuerpo. Como advirtió John Berger, “ver precede a nombrar”, pero ahora ver suplanta. Ya no deseamos al otro: deseamos ser deseados por él. No por su piel, sino por su capacidad de devolvernos una imagen afinada de nosotros mismos. El yo se construye como proyección, y el otro como pantalla. El amor ya no se ofrece: se emite.

El cine, siempre oráculo inadvertido, lo supo antes. En La ventana indiscreta, Hitchcock nos muestra a un hombre inmóvil que desea desde la distancia, con prismáticos, sin tocar. El amor como vigilancia, como intrusión sin cuerpo. Décadas más tarde, Her de Spike Jonze actualizaría la herida: el amante ya no es mirón, sino interlocutor de un sistema que lo conoce más que cualquier humano. El cuerpo ha desaparecido; la emoción se sostiene en pura interfaz.

Byung-Chul Han ha descrito este fenómeno como el tránsito de la negatividad del deseo hacia la positividad de la exposición. Ya no hay espera, ni distancia, ni secreto. Todo debe mostrarse. Todo se mide. Y el amor —ese lenguaje anterior a todo sistema— empieza a hablar en términos de eficiencia. La vulnerabilidad, que antes era el corazón del vínculo, se convierte en espectáculo o en disonancia.

Pero ¿qué ocurre con lo que no se puede mostrar? ¿Con lo que no genera interacción? ¿Dónde queda el temblor, el deseo que se resiste al lenguaje, la emoción que no cabe en 15 segundos de historia? El amor, para existir, necesita el derecho a lo no visto. El derecho al margen. A amar sin testigos. A estar sin emitir señal.

Tal vez allí —en la oscuridad simbólica, en la grieta del flujo— siga ocurriendo algo parecido al amor. Tal vez, entre dos cuerpos que no se fotografían, persista un pacto que no necesita iconos ni afirmaciones. Un roce de voces, un silencio compartido, un mirar sin pedir retorno.

El amor verdadero —si aún existe— no será el que acumule atención, sino el que resista la lógica del rendimiento. No el que se muestra, sino el que se deja ser. No el que grita “mírame”, sino el que, en un rincón sin conexión, aún susurra: “Estoy”.


Referencias

Barthes, R. (2009). Fragmentos de un discurso amoroso. Siglo XXI Editores.

Baudrillard, J. (1991). La transparencia del mal. Anagrama.

Berger, J. (2000). Modos de ver. Gustavo Gili.

Han, B.-C. (2014). La sociedad de la transparencia. Herder.

Han, B.-C. (2015). La agonía del Eros. Herder.

Hitchcock, A. (Director). (1954). La ventana indiscreta [Película]. Paramount Pictures.

Jonze, S. (Director). (2013). Her [Película]. Annapurna Pictures.

Turkle, S. (2017). En defensa de la conversación: El poder del diálogo en la era digital. Ático de los Libros.

Tomado de: https://transitosysaqueos.com/te-miro-luego-existo-el-amor-en-la-era-de-la-visibilidad-obligatoria/


El gran momento de Mary Tribune

 


Aburre explicar que en 1972 no era fácil encontrar lecturas nuevas, brillantes, que te sorprendieran. Ya, estaban los clásicos. Como no se trata de convencer a nadie diré que Juan García Hortelano (¿mande?) fue uno de esos escritores diferentes. “El gran momento de Mary Tribune”, me hizo disfrutar por lo original, fresco, diferente, personal, ameno, novedoso, un libro con personalidad. Siempre lo he tenido como referente de una época, de aquella. Pasa el tiempo, las modas cambian, la forma de escribir y de leer también pero algunos títulos siguen ahí.

Hace poco, revisando mi biblioteca para regalar libros (ay) me encontré con mi añorado Juan García Hortelano (¿mande?) y me puse a releer “El gran momento de Mary Tribune”. Estoy en ello, tan fascinado como entonces, disfrutando mucho, obviamente mi mirada es diferente pero también mi criterio y es un auténtico placer darte cuenta que la capacidad de sorpresa sigue intacta y el amor por la lectura también.

En todo esto quizá influye la añoranza, los recuerdos, no lo sé, es igual, que maravilla esa sensación de no poder dejar de leer.




https://www.revistadelibros.com/juan-garcia-hortelano-el-gran-momento-de-mary-tribune/

https://blogderadiaciones.wordpress.com/2018/02/21/el-gran-momento-de-mary-tribune-o-la-mejor-novela-espanola-del-ultimo-medio-siglo/


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