Bergman
Los hijos del guarda me persiguen, mis ojos no distinguen las sombras del día o de la noche, deambulo dentro de mí misma huyendo del camino. Mi hambre es de nomadismo.
Julia Otxoa.
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Que veíamos el cine de Bergman (Ingmar) y no entendíamos nada, que si la muerte, que si la doncella. Pero poníamos ganas, imaginábamos, aventurábamos respuestas a los símbolos, que si la vela representaba a, que si el caballero era, ejercicios de aprendices antes del coloquio. Y además no había Nodo.
(Después aquel humilde cine de barrio se convirtió en moneda de cambio –ya sabes- y los acomodadores de entonces piden limosna en la puerta de las iglesias).
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