Obstinación
Johann Jakob Scheuchzer, Physica sacra, 1731
Sol en la confluencia de caminos, hay un gallo degollado bajo el crucero de piedra. Obstinación de continuar la marcha sin equipaje, sin candados en la garganta, mirando la nitidez detrás de la montaña del silencio.
Mi voz emigra con espinas, la mensajera de la paciencia se asoma al suburbio de mis pestañas, las palabras tibias desbordan la ingeniería de la espera perfecta.
He dejado los dolores de tantos meses en un armario, bajo la ropa blanca, he doblado los mapas del desconsuelo, me he tatuado su silueta en los muslos, me ciño una cinta de espinas en la bocamanga de las venas.
Mi voz se persigna, reclama orillas, estorba a los leopardos que sortean la trampa de la lentitud, se desliza por la oquedad de la sombra de la higuera.
Hablar no nos llevará al desastre, o sí, pero hablo, escribo un poema de soslayo y no pasa nada ¿o sí?
2 comments :
Hablar nos llevará al desastre, pero al menos llegaremos acompañados.. aunque hablemos en soledad, seguimos estando acompañados, ¿no?
Beauséant, no creas. Llevo aquí ni sé el tiempo hablando sin parar y solo vuestra amabilidad de los últimos tiempos me hace sentirme acompañado. Muchas gracias.
En otro orden de cosas por circunstancias que no vienen ahora al caso llevo una temporada con muchos momentos de soledad (cosa anómala en vida “normal”, aunque ya no sé lo que es lo normal). El lunes, caminando por unos parajes muy bellos pero solitarios, empecé a cantar y, de pronto, me sorprendí de mi propia voz. ¿Me estaré volviendo majara?
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