Carta del amante ocioso y enfadado.
Porque morimos solos. Y la muerte es apenas
el despertar
de este sueño primero de vivir y dijo mi abuela
a la salida del cine
Sueña que es hermoso el sueño de la vida, muchacha.
Gloria Gervit
Mi amada, pongo a tus pies las flores de mis mentiras preferidas y enciendo velas de colores, quemo incienso, quemo mis calcetines amarillos con agujeros, quemo tu última carta y me como los sellos, amenazo al cartero y no es bueno acusar al mensajero pero dime, mi bien, ¿cuándo me escribes? que no puedo vivir sin leer de ti tus desvaríos, tus caricias al aire, tus inventos de atarme a la cama y tatuarme con los labios, con saliva, una fábrica de pasión, con obreros que salen y que entran, con sirenas anunciando el fin de la jornada, con ejecutivos ejecutándose a sí mismos con corbatas al cuello que cuelgan de clavos en el techo.
Ojalá que las termitas de la duda jamás devoren la viga maestra de amor que sostiene este edificio donde nos cobijamos, ateridos de otros fríos, selenitas, arrobados en el fuego de mirarnos, cormoranes de aquel cielo, también nuestro, inventores, cuenta cuentos, poetas de un solo verso, acróbatas de nuestros cuerpos retorcidos, vencedores del concurso de jadeos, sutiles artesanos de los dedos que viajan de las uñas al extremo de tus cabellos de color indefinible, quizás porque siempre nos vemos en penumbras, peces de lo más profundo, batiscafo barriendo la oscuridad submarina con linternas, con faroles chinos, con cerillas, con aliento nublando las ventanillas desde donde se ven vacas pastando, brutos temporeros de pechos fáciles, o baratos, de liquidación, aprovéchate que estoy de vacaciones, ocioso, ausente, que nadie puede llamarme porque ni siquiera sé donde estoy, este paisaje no es el mío, no me han presentado a las moscas y el gavilán fuma sin parar y bien, seamos serios, este torpe fluir surrealista tiene truco, esconde la pura realidad, que es tan difícil, tan llena de clavos, de cristales, de macetas que bostezan, de maletas en el tope de los trenes. Estoy enfadado, absolutamente, amada mía no resisto ni un segundo más sin ti. Por cierto ¿cómo decías que te llamabas?
Tudo Isto é Fado
Perguntaste-me outro dia
Se eu sabia o que era o fado
Eu disse que não sabia
Tu ficaste admirado
Sem saber o que dizia
Eu menti naquela hora
E disse que não sabia
Mas vou te dizer agora
Almas vencidas
Noites perdidas
Sombras bizarras
Na mouraria
Canta um rufia
Choram guitarras
Amor, ciúme
Cinzas e lume
Dor e pecado
Tudo isto existe
Tudo isto é triste
Tudo isto é fado
Se queres ser o meu senhor
E teres-me sempre a teu lado
Não me fales só de amor
Fala-me também do fado
Que o fado é meu castigo
Só nasceu pra me perder
O fado é tudo o que eu digo
Mais o que eu não sei dizer.
*Amália Rodrigues*
10 comments :
Miente así de bonito siempre con tus letras como en la canción:
http://www.youtube.com/watch?v=jo_edUrXJzo
Mi nombre es Saudade como cuando susurras las letras de un fado... Mejor que nunca lo recuerdes.
Yo ya ni me enfado, bueno, sólo si te atreves a recordar mi nombre... ;)
Besines.
Eva- La Zarzamora, ¿sabes que Agustín Lara tiene una estatua en Madrid?
Increíble que alguien se acuerde de él en esta esquina perdida.
Más increible que alguien lo conozca siquiera.
Muchas gracias.
Lo dices bonito.
Besos de madrugada.
Sé que lo sabes pero es porque el célebre chotis Madrid, Madrid, Madrid, lo compuso él y se le atribuyó y ahora hay polémica con eso.
Hace poco se puso en tela de juicio su autoría:
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/01/31/madrid/1264940360.html
En fin...
Te dejo la versión de Olga Ramos
http://www.youtube.com/watch?v=yl9u9ctPovM
Besos y Laster arte.
Curioso ese no poder vivir sin amores de personas cuyo nombre desconocemos.
Es la ficción literaria que nos permite escribir cartas de amor donde poder decir bellezas así:
"Ojalá que las termitas de la duda jamás devoren la viga maestra de amor que sostiene este edificio donde nos cobijamos".
Ojalá nunca nos falten palabras para decir lo que queremos.
Abrazos.
Mentir, mentir...en palabras, en actos... te mentiría si te digo que no miento al decir esto.
Bikiño y salgo de puntillas.
No creo que te importe mucho mi nombre que tanto te señalé en el vaho de los cristales.
Escribir en la transparencia del cristal nuestro oculto amor, me dijiste.
Y para mí me pensé para siempre: mi oculto amor.
Besos de Elisa.
Inevitables silencios ocultos en la penumbra. Luz esfumada en un suspiro.
Mi nombre es espina y mi sangre la vierto solo en un verso.
Besos
Esa carta queda incompleta si no obtiene otra de respuesta.
Hay una en mi casa
Tu sueña, sigue soñando...
Y ten palabras que podamos sentir.
Un abrazo, Pedro.
P.D.Sigue mi carta sin respuesta.
Un amante enfadado por no gozarte es realmente encantador. Ha de ser grande y maravilloso aquello que te haga perder la noción de lo difícil y duro de este mundo.
Fados, siempre tan mágicos.
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