domingo, 30 de junio de 2024

Acuclillados en lo oscuro.



Eh, la luna se ha convertido en un pez dorado que ondula en el estanque del deseo. 

Contrasta la placidez de la cara visible con las alteraciones en lo oculto, el sacrificio en el otro lado.

Qué paradoja denominar otro lado a ese callejón con astronautas acuclillados en lo oscuro.

Por momentos la luna es ese pez gris que boquea sobre las tablas del embarcadero, las serenatas de amor se pudren en el hielo.

Los astronautas pintan flores y árboles en las paredes de la nave, se aburren ahora que han cesado de brotar salamandras de sus llagas.

En la casa de Irene se han tapiado las ventanas en previsión a las anunciadas tormentas de arena del plenilunio, los visitantes se atan a las mesas y la luz golpea en el techo cuando los anuncios interrumpen los programas y se pasean por el fondo amarillo de la espera.

No hace falta añadir más, estoy seguro que no llegarán.

sábado, 29 de junio de 2024

Se le quedó el amor entre los dedos




René Groebli. Tanz mit Zigarette. London, 1953

Se le quedó el amor entre los dedos y en los ojos la sombra de una tristeza constante.

Se definió a sí misma como ausente, deshabitada, lejos del mar, enlutada, sin te quiero en la lengua, sin esperanza de regreso.


Cómo quedé yo mejor no lo digo ahora, ya que entre buscar nombres, historias, migraciones y fuerzas, vergüenza, alegría, regular el contador de ausencias, comprar billetes, surcar mares, es que no tiene uno tiempo para nada, que después de Cádiz debajo de las cornisas protectoras del sol me pregunto qué hago aquí desgranando historias inverosímiles, que estas cosas no ocurren, tanta penumbra, tanto desamor, situaciones desgajadas de la nada, viaje a ninguna parte, caminos por el borde de imaginar lo que no ocurre, qué ocurrencia, a cualquiera que se le diga, con un delantal de carnicero, cortando en canal la res de las emociones, viendo crecer las amargas flores de la tristeza, el tiempo como un sacacorchos, morirse de tedio, el aburrimiento como una bandera, en mitad de la calle perros aullando a falta de otra actividad, heridas, sangre, esquelas, esa anciana al otro lado de la mesa, su mente vacía, llena de alzhéimer,  miro la página, la pongo del revés, vuelta y vuelta y me llevo dos, contemplo el blog, lo mimo, lo preservo, sustituye a lo que no (es una pregunta), en este tiempo de nubes es un truco de magia, una ilusión, cambio un post por un te quiero, silencio detrás de las paredes sin cuadros, marca de lo que hubo en el papel pintado, palimpsesto de palimpsesto, es decir lo que ya antes de antes de antes, inquietud, cobardía, el corazón en un frasco con alcohol, calor, color, la mirada un segundo antes del amor, los gemidos acallados por sus dedos, que nadie escuchara el placer prohibido y sin embargo, ay, que no sé qué hago aquí, en esta trainera blanca sin remos ni remeros, a merced del viento de la imaginación, entre olas, vivir en cuesta, entre plátanos y maizales, zarzas y helechos, acunando a los que vienen, dejando en el umbral lo que te dije, la caricia en el cuello, mis labios en su espalda, el cuerpo adormecido, no sabía querer y después no supe dejar de amar, senderos con culebras y mastines, caballos pastando entre la niebla, vacas blancas pintadas a lo lejos, quién soy y qué hago aquí y la respuesta se me queda en el estómago, como una mala digestión, la copa derramada en el mantel, el vino, ya no sé nada y solo queda resistir, no hay regreso al paraíso, el infierno es el hábitat natural, donde vivo, su espalda en la pared, mis manos hábiles, me he quedado ahí, te lo confieso, se me olvidó vivir, por eso escribo, etcétera, etcétera, etcétera.

viernes, 28 de junio de 2024

Aquí cada uno a lo suyo

J. J. Grandville (1803-1847), ''Petites Misères de la vie Humaine. Texte par Old Nick'' by Emile Daurand Forgues, 1870


Me caían de puta pena, menos Isabel. La verdad es que les invité a cenar para presentarles mi cuento. El tema era fuerte, me inspiré en un blog muy bestia y quise competir. A los postres lo leí. Estuvieron atentos, cosa rara, buena señal. No dijeron nada. En la cocina, mientras recogía los platos se acercó Isabel y me susurró “no sabía que te había ocurrido eso, que terrible, pobrecito”. Esa noche follamos por primera vez.

jueves, 27 de junio de 2024

Revisiones

 

El verano es una buena época para revisar “lo de antes”.


“Ninotchka” es un clásico de 1939 dirigida por Ernst Lubitsch con Greta Garbo y Melvyn Douglas. Importante verla con mirada abierta, sin comparaciones, como si fuese un estreno. Me he divertido y he aprendido, no se puede pedir más.



 “Maigret y el perro canelo” (1931) de Georges Simenon. Sí, me he enganchado a Simenon, escribió tanto que es fascinante leer sus novelas sin seguir un orden cronológico, la variación de su estilo, del personaje, del ambiente, de las tramas. Quizás no sea de las mejores pero todas mantienen la calidad, o me lo parece, soy un lector agradecido.

Parker vuelve

 

Simeon Marcus Larson

Entre los olivos chilla un pavo real, arrinconado como una liebre en un zaguán, Parker adula a una mujer con la que sabe que no se casará en primavera, lo sabe porque ella acaricia el filo de un cuchillo mientras insistentemente le mira el cuello. Parker quiere volver pero el camino, pero Penélope malhumorada, pero el mapa doblado justamente por la mitad, pero el cansancio y la distancia. Vuelve.

miércoles, 26 de junio de 2024

Repetimos

 

The Altar, 1909 by Mikalojus Konstantinas Čiurlionis (Lithuanian, 1875–1911)

Obstinado, vengo aquí cada día, a esta esquina de nombres repetidos (gracias) y ojos escondidos (gracias) donde el viento se estanca y da la vuelta.

Hoy también.

Me dicen y me digo, te repites. Pues  bien, me repito, pero los números dicen lo que dicen, oh caminante,  aunque este rincón se esté quedando anticuado, como una buena intención, como un relicario, como un sacrilegio, como un absurdo coleccionista de caras B mientras la música es apenas un silbido entre las hierbas de Finlandia, un susurro de Kim (Novak), el saxofón de Coltrane, la risa de L mientras siente el infierno naciendo en sus muslos morenos de junio, mi sufrimiento por crear, crecer, encender la luz entre mis tinieblas, saber, entender, regenerar la ilusión, luchar contra el paso del tiempo, los adioses, aquellos a los nunca más veré, la liberación de antiguos miedos, de los de ahora, el desierto, la poesía de mi piel con venas azules, el calcio de los huesos, las noches más cortas, más vacías, más duras de soportar. Eso, que me repito.

martes, 25 de junio de 2024

Titiritero

 

I

"L'enregistrement incontrôlé des états d'âme, des images et des mots”


Como un contorsionista audaz, inclinado sobre el diván de la literatura, incorporando elementos que intentan lindar, no más,  con lo poético, averiguando cómo escribir un árbol, plantar un libro, -las nietas vinieron, están bien- cliqueo en las teclas sin excesivo control, fluyen las palabras, los recuerdos, las imágenes, hay que ver, escritura semiautomática, un hallazgo, una liberación, un puente entre nuestras curiosidades, no somos nada pero nos comunicamos, algo es algo.

lunes, 24 de junio de 2024

Noches calurosas.

 



Un enérgico rayo de sol entra por la ventana y rompe la habitación en dos. No lamentarse. Dar fuego al bosque y saltar dentro del círculo trece, el de las velas, consumirse en el dolor, luego salir a caminar por el lado amable de la calle. No tirar nada, ni libros, ni besos, ni periódicos viejos, ni los de mañana, escuchar música, ya te lo dije, soportar cada recuerdo que nos estrangula mientras Yo-Yo-Ma, Coltrane o boleros. Cortar el cable del modem. No cortarnos las venas. Guardar los cuchillos. Ilusiones volando como mariposas ciegas. “A la que va conmigo”. Salir con los gatos al tejado a mirar la luna, estos días está especialmente bella, escupir a su centro como un golfo de barrio. Ahora, desnudos, saltar al mar blanco de las palabras, entrar en ellas y nadar mil brazadas más allá. Aquí la noche es muy calurosa.

domingo, 23 de junio de 2024

Parker acalorado

 


Andie Dinkin (American, b. 1991)

Hace calor y Parker no está contento, tiene miedo de la palabra olvido, de caminar una y otra vez por el pasillo de una casa vacía, de la ausencia, del viento de la soledad doblando las esquinas del verano que ya ha llegado, no se responsabiliza del no, de todos los no, de las reglas del juego, de la máscara con la sonrisa, del oficio de bufón, del torcido nudo de la corbata, de ese que escribe sobre él sin su consentimiento, de no controlar sus frágiles emociones, estira con suavidad las tenues hojas del arrepentimiento y termina en lo de siempre, se toma la pastilla verde para poder dormir y mañana será otro día.

sábado, 22 de junio de 2024

Festín cultural y/o de entretenimiento.

Hay tanto y tan fácil de conseguir que no sabes por dónde empezar o seguir.

Lo último.



Los cerros de la muerte. Chriss Offutt.

Tiene buenas críticas. Un buen escritor de este género. Noire rural le llaman. El primero de una trilogía. Se lee fácil.  Bien, sin más, entretenido. 

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Noche cerrada. Chris Offut.

Dicen que es la mejor novela de Offutt. Me ha parecido triste. Vidas duras. Se lee de una vez. Para comprobar que EEUU es más que New York. 




El ladrón perezoso. Georges Simenón.

Esto sí, Simenón, nunca defrauda. Escrita en 1961 y vigente. Casi importa más cómo lo cuenta que lo que cuenta. Cómo describe los personajes, el ambiente, lo cotidiano, un Paris desaparecido. Recomendable, para disfrutar.




El comisario Maigret (en Filmin)

Un Jean Gabin que hizo suyo el personaje, una jovencísima Annie Girardot, en un Paris de documental, una forma de vida (1958), una película a recuperar con actuaciones exageradas a veces, con una cierta ingenuidad que no hace sino darle un encanto especial.  Me ha gustado. 



Y  Georges Simenón es un escritor a descubrir, tanto en su trabajo como en su vida. 

https://www.jotdown.es/2023/11/simenon-excesivo/

http://signoroto.blogspot.com/2013/08/maigret-y-el-ladron-perezoso-georges.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Georges_Simenon

https://www.laopiniondemurcia.es/cultura/2014/09/25/permitido-32326441.html


viernes, 21 de junio de 2024

Antropófago


 Johann Jakob Scheuchzer, Physica sacra, 1731


Tú.
Ellas.
Ellos.
Os miro.
Por dentro y por fuera.

Gira el planeta con placidez, cae el rocío, el viernes llega con indiferencia, ajeno a esta voz, a todas las voces, llega. 
En algún lugar el dolor, nuestras risas, nuestros días están escritos.

Espero en cuclillas el espacio mínimo de la orquídea. 
Pongo en orden las ideas, la corazonada de las vísceras, en la pared del verano estalla el deseo. 

Aún no es tiempo de cuchillos.
Los sentimientos se atacan a dentelladas. 

Empezando por el hígado, un antropófago ansioso me está comiendo, 

jueves, 20 de junio de 2024

Intercambio.

 


Johann Jakob Scheuchzer, Physica sacra, 1731


Intercambio de necesidades, todo está en suspenso, el canto imposible de la nieve, el esplendor del cielo que se desboca,  los colores lúcidos, la fugacidad de los girasoles, la unión pasajera, hago méritos para repartir en el agua el reflejo de nuestros ansias

Intercambio de amores imposibles, barro los recuerdos cabizbajos, me canso en un sendero sin nostalgias, sin recovecos, la música que nos conmueve, el luto en los callejones, resisto en los límites silenciosos, me vacío de caricias ambiguas, no dejo que resucite la memoria.

Intercambio de razones, ahora resulta que soy fuerte, la casa vacía es un símbolo, empiezo cuando pensaba que estaba acabando, es fugaz la sensación de ser de barro, los ecos de la carne alterada,  nuestros cuerpos encendidos, aquel hotel en Madrid, el arrebato, nada, hoy, nada de nada.

Todo está abierto.
Tú.
Ellas.
Ellos.
Os miro.
Por fuera y por dentro.

miércoles, 19 de junio de 2024

Obstinación


 
Johann Jakob Scheuchzer, Physica sacra, 1731


Sol en la confluencia de caminos, hay un gallo degollado bajo el crucero de piedra. Obstinación de continuar la marcha sin equipaje, sin candados en la garganta, mirando la nitidez detrás de la montaña del silencio.


Mi voz emigra con espinas, la mensajera de la paciencia se asoma al suburbio de mis pestañas, las palabras tibias desbordan la ingeniería de la espera perfecta.


He dejado los dolores de tantos meses en un armario, bajo la ropa blanca,  he doblado los mapas del desconsuelo, me he tatuado su silueta en los muslos, me ciño una cinta de espinas en la bocamanga de las venas.


Mi voz se persigna, reclama orillas, estorba a los leopardos que sortean la trampa de la lentitud, se desliza por la oquedad de la sombra de la higuera.


Hablar no nos llevará al desastre, o sí, pero hablo, escribo un poema de soslayo y no pasa nada ¿o sí?

martes, 18 de junio de 2024

Punta del Boquerón




Desde el final del parking de Camposoto, como cada día, camino por la pasarela de madera invadida por la arena en muchos tramos. A la izquierda los esteros, las marismas, veo insectos, pájaros, ayer se me cruzó un conejo, el otro día un gato o parecido, lagartijas, lagartos, cámbaros que se esconden, chorlitejos patinegros, cigüeñas, gaviotas, con todo, calor y silencio excepto el viento. Detrás de las dunas, a la derecha, se adivina la playa. Llego hasta las ruinas de la Batería de Urrutia  al otro lado del caño,  Chiclana, y de ahí, la Punta del Boquerón, la isla de Santi Petri a lo lejos. Dos búnkeres, dos torres de señales derruidas, una barca varada, la arena suave, el agua clara, no personas, un lugar mágico.  Paz. La vuelta la hago por el borde del agua. Si no es la felicidad es lo más cercano. 




lunes, 17 de junio de 2024

Lo que no te había contado.


Olivié Keck (South African, b. 1989)


Aún no te he contado

que ella era la ausencia,

mi calabozo, mi cadena,

nunca estaba,

caían voces y rocío.


Ella era la espera.


No te he contado

que era la perpetua ausente,

que la vestí de rumores

y vivos sueños,

de almendras amargas,

de fuentes hambrientas.


Ahora apareces tú

- cubro su recuerdo

con un paño morado-

contando secretos

imposibles

de tiempos imposibles.


Tendido en la hierba

sobre el cuerpo de la realidad,

se me escapa

una angustia antigua

de cenizas y espinas.


Vuelvo a creer en la vida.


domingo, 16 de junio de 2024

Esteros.



Una estrecha cama donde estuvo el jardín. Una playa con un búnker, una barca olvidada y pájaros que huyen sobre las olas. Quiero inventar un cuento y he olvidado todas las historias, solo me queda el camino al polvorín, la chica que pasea un perro negro y el cuervo encaramado en la antigua iglesia. Todavía no he visto al demonio, alguien me vigila, no se me pasa el dolor  del pecho, los pasos van y vienen, yo no voy.

sábado, 15 de junio de 2024

Thierry Urbain 5

 

..,

Nos queda la delicadeza del albañil levantando el muro y las líneas secretas, la jerarquía de los convictos, la aldaba con tres toques y repique, todo es lo vivido, todo es el ayer, todo es tanto y la náusea,  lo que no existe es lo que vivo y digo, nada, dije.

viernes, 14 de junio de 2024

Thierry Urbain 4

 


Tengamos en cuenta la voz del déspota, la persistencia del adúltero, la reverencia del subordinado, el murmullo del avaro, el impostor reverenciado, la destilación cautelosa de la música, la metafísica del convicto, las cloacas abiertas en la noche, el gozo ajeno, la soberbia del yo.

jueves, 13 de junio de 2024

Thierry Urbain 3

 


Aquí se habla de la decrepitud del cíclope, de la embriaguez de la belleza, de la virtud de los centauros, de la arquitectura al servicio de los inmorales, del desvalido que no se reconoce en el otro. Se habla de lo incierto.

miércoles, 12 de junio de 2024

Thierry Urbain 2

 


Aquí se encuentran, desordenados, párrafos escépticos sobre el tormento del desamor, los celos, también de himnos y a nada que te descuides, San Juan Crisóstomo conduciendo un pensamiento que se difumina en un paisaje de niebla y vacas.  

martes, 11 de junio de 2024

Thierry Urbain 1


Como se despluma una gallina, estas son voces recogidas con dolor y cigüeñas góticas picoteando con solemnidad las semillas que flotan en el río de la nada, a puñados, trenes entrando en túneles interminables y así sea.

lunes, 10 de junio de 2024

W.B.

     “Quien no se resiste a percibir el deterioro acaba reivindicando, sin demora, una justificación especial para su permanencia, actividad y participación del caos. Hay tantas consideraciones sobre el fracaso general como excepciones para la propia esfera de acción, domicilio y circunstancia. La voluntad ciega de salvar el prestigio de la propia existencia, más que de liberarla al menos –mediante una valoración distanciada de su impotencia e intrincamiento– del telón de fondo de la ofuscación general, se va imponiendo casi en todas partes. Por eso está el aire tan cargado de teorías sobre la vida y concepciones del mundo, y por eso éstas parecen aquí, en este país, tan pretenciosas. Pues al final casi siempre sirven para legitimar alguna situación particular, totalmente insignificante. Por eso también está el aire tan cargado de las quimeras y espejismo propios de un futuro cultural que, pese a todo, irrumpiría floreciente de la noche a la mañana: porque cada cual se compromete con las ilusiones ópticas de su punto de vista aislado.” 


(Dirección única) Walter Benjamín.


Aceptado, tiro la norma al río y sigo nadando hasta vaya usted a saber qué mar, marinero, que me mareo de solo pensarlo, cabeceando entre las olas,  ondiñas veñen e van, non te embarques rianxeira que te vas a marear, esto va así y somos lo que somos -¿qué somos?-. 

Te invito a mirarnos. 

Sí.   

(No sé si hay otras direcciones) Pedro M Martínez)


domingo, 9 de junio de 2024

Matisse

Henri Matisse (1869–1954)

Large Red Interior 1948


Estar solo, ¿quién no está solo?, después de todo es una condición natural. Pasear en círculo, ir al mercado, silbar, intentar cánticos nuevos, hacer un acto de fe para inventar el silencio, abrazarse al silencio, buscar en el aullido de los lobos que cercan la caravana el espacio entre la arena y el sudor de las constelaciones, divagar, no asomarse a la ventana, no estar de humor para festejos, componer himnos de seda,  mirarse al espejo sin reconocerse, simular una oferta a los dioses ciegos, el amor no está en el índice de este libro, todas las plegarias se pierden en la noche que crece llena de esperanza, dormir y mañana será otro día.


(Espero)

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