I
"L'enregistrement incontrôlé des états d'âme, des images et des mots”
Como un contorsionista audaz, inclinado sobre el diván de la literatura, incorporando elementos que intentan lindar, no más, con lo poético, averiguando cómo escribir un árbol, plantar un libro, -las nietas vinieron, están bien- cliqueo en las teclas sin excesivo control, fluyen las palabras, los recuerdos, las imágenes, hay que ver, escritura semiautomática, un hallazgo, una liberación, un puente entre nuestras curiosidades, no somos nada pero nos comunicamos, algo es algo.
La escritura automática es la respuesta... el problema es que no sabemos para qué pregunta.
ResponderEliminarBeauséant, al diván. Uno se tumba en el diván del psiquiatra de turno y cuenta, al de varias sesiones (a tropecientas la media hora) el subconsciente aflora, el psi asiente, tu mente se libera (y tu cartera). Solucionado el problema (del psi) y el tuyo ya veremos. La escritura automática es lo mismo, uno escribe dejándose llevar (aparentemente gratis) y las preguntas vienen solas.
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