Henri Matisse (1869–1954)
Large Red Interior 1948
Estar solo, ¿quién no está solo?, después de todo es una condición natural. Pasear en círculo, ir al mercado, silbar, intentar cánticos nuevos, hacer un acto de fe para inventar el silencio, abrazarse al silencio, buscar en el aullido de los lobos que cercan la caravana el espacio entre la arena y el sudor de las constelaciones, divagar, no asomarse a la ventana, no estar de humor para festejos, componer himnos de seda, mirarse al espejo sin reconocerse, simular una oferta a los dioses ciegos, el amor no está en el índice de este libro, todas las plegarias se pierden en la noche que crece llena de esperanza, dormir y mañana será otro día.
(Espero)
Como en el gran interior rojo, todos somos lo que somos individualmente enfocados y ahí estamos solos, pero a la vez estamos unidos sutilmente por el rojo que nos hace formar parte de todo el conjunto.. de todas formas, a ti no te hace falta la inspiración de Matisse. Aunque estés solo eres muchísimos.. y sí, la noche siempre crece llena de esperanza ( qué precioso! ) .. que se te materialice en este día ; ) Un beso!!
ResponderEliminarMaría
ResponderEliminarQue comentario más bonito. Muchas gracias.
Con independencia de lo que compartimos aquí la vida se obstina en ir a su aire. La mía, ahora, está en Cádiz y se pudiera contar mi día a día de martes a viernes no se lo creería nadie. Quizás lo cuente, a ver qué pasa. Un beso.