A pesar del calor del sur, en el
norte el sirimiri impide que la ciudad hierva en un día de himnos alegres, Parker
silba música de ascensor de los grandes almacenes, los poetas firman con la
huella del pulgar, dedican sus libros en las esquinas del viento, Trump juega a los bolos con aranceles aquí, allí,
así, así no, los Ángeles, la democracia permite consumir lo no consumible, el precipicio de un ojo turbio, la náusea de
los mercados, la podredumbre de la avaricia, el hambre, la muerte de tantos, tantos. El mundo de la opulencia
sigue callado.
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