"Mi querida Tatiana, escribo de
forma apresurada. No temas por mi. Cuida a los niños y a mi padre. Ahora nos
llevan a Smolensk. Estos son tiempos duros. Me encuentro mejor de lo de la
pierna aunque aún me duele. Pronto estaremos todos juntos de nuevo y
olvidaremos esta locura. Debemos resistir, parece que Inglaterra y Francia van
a intervenir. Sabes que siempre te he querido y tu recuerdo me da fuerzas. Besa
a nuestros hijos y anima a los nuestros. Tu Klaus."
“El más famoso es el bosque de Katyń, cerca de Smolensk, en Bielorrusia.
Cuando a estos individuos les fue permitido escribir a casa, el NKVD se encargó
de tomar buena nota de las direcciones de sus familias, para luego proceder a
su detención. Sesenta mil seiscientas sesenta y siete personas fueron
deportadas a Kazajstán. Poco después, más de sesenta y cinco mil judíos
polacos, que habían huido de la SS, pero rechazaron el pasaporte soviético,
también fueron deportados a Kazajstán y a Siberia.”
Pasaje de “La segunda guerra mundial.”
Antony Beevor.
Qué horror más grande. Que demencia, qué locura que se llevó por delante la vida de miles de personas inocentes.
ResponderEliminarPor dios, que no vuelva a pasar algo así, lo malo es que pasa en el Congo, en Burkina y en otros muchos países pero como es Africa no miramos.
Un beso triste.
Moony-A media luz Antony Beevor es mi escritor de cabecera en la historia de la Segunda Guerra Mundial. Todos sus libros están muy bien documentados y su estilo es ágil y lleno de anécdotas que hace una lectura fácil de un tema tan triste, tan trágico, un periodo histórico que ojalá no s repita.
ResponderEliminar