Creo que es mejor que dejemos las cosas claras
antes que esto llegue a mayores, tú dijiste, yo dije, los malentendidos, las
disputas. No, lo de la rodilla no tiene nada que ver con esto, no mezclemos, me
duele, sí, la derecha, a veces, de
caminar tanto, las carreras, total para no ganar nunca, lo importante es
participar, mierda, lo único importante es ganar. Con esa idea empecé aquí y
antes allí, mucho antes escribiendo versos a las secretarias del laboratorio
que, pobres, no entendían nada y, cierto, quería acostarme con ellas, no hubo
manera. La cuestión es que en el 2007
este rincón estaba lleno de voces que decían que sí, que bueno, que vaya,
escribían con nicks como defensa, anónimos y nombres que me hacían salivar al
leerlos, personas con las que logré una amistad de comentario, que es algo así como
una amistad que sí pero no, nos contábamos al margen del texto diario, con
algunas/os seguíamos por correos que iban y venían. Hasta aquí voy a seguir
para que no llegue la sangre al río y se ponga todo perdido que con esto de la
ecología medioambiental hay que tener mucho cuidado. Bueno, abrevio, pasaron
los años y esto era un jardín de tú me das yo te doy, maravilloso, no sé de
dónde sacaba tiempo, imaginación, ganas, el impulso para tropezar aquí cada
día, sin promesas pero con constancia. Y, stop, de un día para otro, como quien
deja de fumar de golpe, no vino nadie.
Pasaron meses, años, muchos y por aquí no pasaba ni dios (lo escribo es minúscula
por si lo lee algún obispo sin vacunar y me excomulga que ya, si eso, me he
excomulgado a mí mismo). Me acostumbre, a todo se acostumbra uno, como un
estilita seguí sobre la columna compartiendo voces, roces, males y bienes, lo
mío, sin desfallecer, era lógico, a quién coño le puede importar lo que uno
escriba. Ya, ya, voy. Hasta hace dos o tres meses, tu tu tu tú (trompetas),
esta página perdida ha empezado a recibir comentarios –muchas gracias- y, lo
confieso, de corazón, en serio, no estoy acostumbrado, apenas lo asimilo que no sé qué contestar y
balbuceo, grubs, blafg, hork, os pido
paciencia, comprensión, cierta tolerancia, los señores mayores no estamos
acostumbrados a tantas voces y se nos come la lengua el gato. Hay otra cosa, en
el fondo uno tiene su corazoncito y en cierta manera esto es como cuando te
deja una novia/o, te quedas resentido, desconfiado, te dices que esto no te
vuelve a pasar. El miedo. Lo que quiero decir es que estoy como un niño con
zapatos nuevos y agradezco este regalo diario y mis disculpas si tardo en contestar,
si contesto raro, si a alguien le molesta lo que digo, si me quedo corto o si
me paso. Estoy aprendiendo. Si a alguien no le gusta como escribo tampoco me
voy a tirar por un barranco, de momento. Que eso, que muchas gracias a todas
las personas que pasáis por aquí, comentéis o no, es igual, profundamente
agradecido. Mi reverencia.