Cerca de las grúas.

De buena mañana Parker  camina a paso rápido hacia la zona del matadero, junto a la ría. La noche ha sido muy fría, pisa con cuidado en los lugares donde aún hay hielo. Está bien abrigado, un gorro de lana le cubre la cabeza hasta las orejas, el grueso chaquetón no le impide llevar una marcha rápida. Apenas se cruza con nadie, la helada ha desanimado incluso a los habituales merodeadores de la ribera. Llega hasta donde estaban las grúas, es entonces cuando ve las piernas desnuda asomando bajo los matorrales, una alpargata desparejada…