martes, 8 de octubre de 2019

Adrian 5

Adrian Sandu

Seguía aprendiendo. Ocurrió una tarde, habíamos ido a llevar un ramo de flores a la curva de los periodistas. La oblicua luz del atardecer era tan intensa, tan bella que apartamos la mirada. Justo antes, durante un instante, la vi, transparente, todo su conocimiento, todo su saber, el amor relegado entre desarrollos de turbinas y análisis de manganeso, entre neurosis obsesivas y vinculaciones longitudinales. Así ocurrió, minuto a minuto la fui apartando tanto que no pude volver a encontrarla. Ella se fue al norte y yo a sur. Lástima que el coche era de ella. Regresé andando, ignorante y solo, pero libre. Algo aprendí en esta historia. Por cierto ¿sabes qué es la ofiolatría?, ¿y un decurión?, ¿sabes qué es la poliginia?, lo cuento otro día.

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