miércoles, 13 de junio de 2018

Una sospecha


Sospecha al releer mi metonimia de la sospecha.
Tengo que aprender a escribir con puntos y aparte.
Tengo que aprender a escribir menos.
Tengo que aprender a escribir mejor.
Tengo que aprender a escribir en otra parte.
Tengo que aprender a escribir sin ombligo.
Tengo que aprender a escribir de lo que no sé.
Tengo que aprender a escribir sin que se note.
Tengo que aprender a escribir olvidando lo que ya he escrito.
Tengo que aprender a escribir olvidando.
Tengo que aprender a escribir recordando.
Tengo que aprender a escribir.
Tengo que aprender a vivir.
Tengo que aprender.
Tengo, pero ahora nos place y conviene, no por ningún mandato de gentes ni por ningún artículo de amonestamiento, sino por nuestra libre voluntad, seguir con este relato, hemos ido, hemos vuelto, estén tranquilos, no les voy a castigar con un escrito interminable, total para no decir nada, excepto lo que digo, no les contaré de los relicarios de santa Lucía y santa Catalina, de los tres espejos en la casa de Lope de Vega -Entonces yo, que haciendo resistencia/estaba con tu luz al dolor mío,/abrí los ojos, que cerró tu ausencia- este blog no tiene carga de aposento ni está hecho a la malicia, no oculta nada, no hay trastero oculto, es lo que se ve/lee, no un íntimo diario de confinamiento, no un destierro, no un elogio al wolframio, no una guerra al justillo bienintencionado, es asomarse al Texto de Fuero de Sepúlveda y leer (entre otras cosas) que:

Si alguna mujer abandona a su marido, pague 3000 sueldos, y si algún hombre abandona a su mujer, pague arienzo.

Y su algún hombre trajera de otra parte mujer ajena, o hija ajena, o alguna cosa de sus correrías y las introdujera en Sepúlveda, nadie se las reclame.

Continuar, day after day,/Alone on a hill,/The man with the foolish grin is keeping perfectly still/But nobody wants to know him./They can see that he's just a fool,/And he never gives an answer, sin apresurarme, este es un espacio sin tiempo en el que estoy aprendiendo a escribir, a vivir, a ser, del facebook al blogspot, del caño al coro, de tumblr a instagram, sin disimulos del coro al caño, que mi metonimia de la sospecha está fundada, tengo que aprender, es eso estamos. Hemos vuelto. Aquí estoy. O así.


(Fotografías de Albert Levy)

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com