sábado, 29 de agosto de 2015

Hablar por no callar.



La verdad es que no sé por dónde empezar (empieza por el principio). Estos cambios tan bruscos de paisaje, altura, temperatura, cultura, agricultura, gastronomía, autonomía, coordenadas, empanadas (qué ricas las de Coristanco), etc, etc, etc, me han dejado sentado en el borde de querer y no poder (pues cállate). Digo esto como puedo decir otra cosa, hablar por no callar, querer estar en todos los ajos (y no estar en ninguno). Recuerdo que me fui, no estoy seguro de si he vuelto (aclárate y luego lo intentas, en serio). 
Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com