martes, 18 de febrero de 2025

Si te preguntas por qué un poco.

 



Yo tengo un lunar atípico que nunca descubriré.

Tres cicatrices, anchas como el portón de una iglesia o la manta de un caballo.

Se agrandan a medida que el ojo decae.

Os podéis sentar junto a él, sien con sien, a leer en el agua de las fuentes

la historia de cómo fue que al camino le nacieron estos ruegos y tumultos.


Txetxu González


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