Petra Pinn, ‘Relaxing with Matisse’, 2021
Tantos días emboscado, representando un papel para el posible visitante.
Nos imaginamos mutuamente.
La mirada se demora en las pistas, en una frase que parece que quiere decir, en un cuento que dice, en la mentira floreada que se estira, que se abre y cierra, cremallera de voces inventadas, pájaros en mitad de la ciudad dormida, es mayo y renace la vida.
Intento no dejar nada al azar, ninguna pista en la que pueda reconocerme.
Pero me leo hoy en escritos antiguos y sé que fui así, tan ingenuo, especulo sobre el sentido del texto, solo de este, encuentro un espacio abandonado, un lugar deshabitado, sin huellas, sin rastro de dedos en los cristales, sin cuadros en los pasillos, una silueta, una sombra quizás que huye sin certezas.
No ha pasado tanto tiempo pero ¿quién era entonces?
Creo que sobre todo en letras, cuanto más te escondes o pretendes camuflarte, más se te ve jaja por eso yo ni lo intento. Así que no te preocupes, eres el mismo que fuiste solo que diferente, ni mejor, ni peor. Somos como las películas, algunas sobrellevan el paso del tiempo con dignidad, incluso alguien las redescubre y se hacen de culto y otras que en su día tuvieron cierto éxito, no.
ResponderEliminarUn abrazo, gracias y buenas noches
María, María, María, escribir es (también) eso, ser otro, hablar como otro, inventar a otro. Y contarlo. Todo esto es un juego porque a nadie le importa un pimiento quién seas tú pero, eso sí, importa cómo lo cuentes, la voz, la pirueta, el giro, esa palabra que da la vuelta y dice. Algo así. En este blog hay sesión continua y servidor de usted hace hasta de acomodador. Dejo la linterna y te abrazo.
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