martes, 1 de septiembre de 2020

33



Los 31 días de agosto han pasado como si nada, sin darse importancia, uno tras otro, indiferentes a edad, a expectativas, monótonos o plenos de actividad, de no tener que, de no hay más remedio, de prevención, recogidos, de cálidos bostezos mirando el mar, de gritos de alegría en la cima de los montes, de mascarilla apretada en el mercado, de recorrer la playa de punta a punta, de minutos que se escapan por el desagüe a ninguna parte. Vivir.

A veces algunos se percatan del derroche y luchan por pintar las horas con imaginación o resignación, con rabia o placidez, con vanos ejercicios de trascendencia que no pasan más allá del dintel de su propia casa, que no, que no hay nada que hacer, que esto es lo que hay.

El arte.

Pintura. Escultura. Escritura. Cine. Música. Filatelia. Monogamia. Grafología. Punto de cruz. Religión. Política. Guerra. Soberbia. Deporte. Arquitectura. Abogacía. Espía. Equilibrismo. Psicología. Cosmética. Rayos y centellas. Psiquiatría. Arqueología de la mente. Intimidad. Democracia. El plan qué sé yo. Diga usted treinta y tres. Treinta y tres.

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com