martes, 16 de junio de 2020

Tapiz




Nos ocultaba, nos defendía, nos aislaba de rumores y miradas.

Era bello, tapiz de flores y pájaros, primoroso trabajo de pacientes tejedoras, horas sobre el telar de alto lizo, el aire se detenía en los dedos hábiles, solo la noche disolvía la música de lanas y colores.

Geranios en los balcones, gorriones, un gato rayado en el tejado, nunca llovía, al fondo la montaña oscura, paz de dos cuerpos desnudos. Ella miraba el patio desde la ventana en un juego de sonrisas y abanicos, miraba y el acordeón mecía el retiro, el paraíso escondido, nos protegíamos detrás de aquel tapiz.

Pasaban los días y crecían las risas, pasaban las caravanas, no había tregua en el amor. Entonces llegaron los censores, la rapiña en las voces de los amantes, los gritos subiendo desde la alameda, quemaron el tapiz de flores y pájaros, confusión de ya no y esperanza muerta, la huida por escaleras oscuras, final del idilio.

Toma 24. Lo fastidioso era la repetición, el director perfeccionista, las horas en aquellas absurdas posturas, volver a la misma frase una y otra vez, simular los abrazos hasta encontrar el gesto, la mirada. En fin, en el taller estaba peor.

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com