viernes, 27 de diciembre de 2019

Chica sin brazos.


Me asomé a la ventana y sentada en un alfeizar vi a una chica que no tenía brazos. 
Sonreía, ella. 
No recuerdo cuando fue, si ayer o en otro tiempo.

Pensé: “pobre niña, no podrá abrazar a quién ama”.

Los días pasaron mientras ondulaban mis manos al paso de los trenes -los que jamás paraban- mientras de los árboles del jardín caían hojas amarillas y ella, otra, aquella, no volvía.

Pensé: “pobre de mí, no puedo abrazar a quién amo”.

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com