martes, 22 de octubre de 2019

Enramada



En la enramada,  a media voz, no llevo pares, colecciono piedras de tantas riberas, cantos rodados que pinto de amarillo y señores con grandes narices,  nado desnudo en el frío mar gallego,  me dejo mecer por las olas sin vestigios de naufragios, llegan a puerto barcos enmarcados por gaviotas, tomo el camino de regreso a los cálidos brazos de las ausentes, una encrucijada de vientos, de puntos cardinales, de luz que ilumina este transcurrir del otoño y juego, órdago, gano pero sin embargo sigo con Sophía de Mello Breyner

Si todo el ser al viento abandonamos
Y sin miedo ni compasión nos destruimos,
Si morirnos en aquello que sentimos
Y podemos cantar, es porque estamos
Al desnudo, el propio dolor meciendo en sangre
Frente a las madrugadas del amor.
Cuando la mañana brille otra vez floreceremos
Y el alma beberá ese esplendor
Prometido en las formas que perdemos.

(Versión de Diana Bellessi)

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com