Se abrían los ojos de la noche.
En la estéril fuente de recuerdos
entraba la luna a cuchilladas.
entraba la luna a cuchilladas.
Transparente se tornó la memoria,
mirlos mudos, campos blancos,
árboles quietos -¿eran álamos?-
En la ebriedad incesante, sola,
dije la palabra exacta -vuelve-.
Y la herida se cubrió de rosas.
mirlos mudos, campos blancos,
árboles quietos -¿eran álamos?-
En la ebriedad incesante, sola,
dije la palabra exacta -vuelve-.
Y la herida se cubrió de rosas.
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