jueves, 28 de febrero de 2019

Escaleras que suben y bajan


 Eduardo Arroyo 

Es mi deseo  bajar con ella por las escaleras de la vida –tantas hemos bajado- de la mano, sonrientes, unidos, enamorados en la alquimia de arrullarnos con manos que asedian duermevelas y fuego de almanaques, frutas y perejil.

Tropezaremos alguna vez, quizás, pero no importa, hombro con hombro llegaremos por laberintos de cordura y escaparates con “se vende o se alquila” en el cristal, con tiendas de juguetes de madera, con barrenderos poetas, con la boca llena de versos, repartiéndolos por los portales con calderos de estrellas en el quicio.

Seguiremos bajando, juntos.

Además, abajo nos esperan.

No creas, me da bastante miedo.

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