Hoy, es decir ayer,
el día brillaba después de las lluvias.
Dos hombres mayores
caminan hablando de esto y aquello.
Aún es pronto, pero
entre la hierba se adivina la primavera.
Bajo ese asfalto,
ayer, es decir hace años, hubo una fábrica, una acería que daba trabajo a
muchas personas.
Fui una de esas
personas.
Un día trasladaron aquella
fábrica a otro lugar y al de un tiempo comenzó la demolición.
Antes habían despedido a 1.561
trabajadores, las huelgas, las manifestaciones, la lucha obrera fue inútil.
Fui uno de esos trabajadores
despedidos.
Recuerdo cuando sabíamos quién
éramos y luchábamos por defender nuestros derechos, nuestras libertades,
nuestra dignidad.
Hoy, es decir ahora,
el día brilla porque solo hay ahora y el
resto son recuerdos que se diluyen mientras camino por este parque que antes
fue una fábrica, una acería que daba trabajo a muchas personas.
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