miércoles, 28 de marzo de 2018

Una leve historia (4 y final)





Sigo con la dieta de ensalada de quesos y lechuga, con la meticulosa medicación y la felicidad fue apenas un reflejo entre la oscuridad de las botellas y el frío, de la lluvia y una puerta siempre cerrada. El mar endurecido, inmenso, sin olas, como el cuadro de un pintor alucinado. Estoy sentado en un charco y es fría la nostalgia como la cuerda en mi garganta. 

¿Cómo se encuentra hoy? 
Mal.
¿Qué piensa hacer?
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