jueves, 4 de enero de 2018

Parker husmea.




Parker husmea en su torturada ribera, al lado de los sollozos, se olvida del cansancio, del pudor, lo cuenta. ¿Me amaba? (piensa). Quizás (se contesta). Me deseaba (afirma). No tanto como él a ella (certifica). Emociones en silencio, búsqueda de lo fugaz, sin compromiso, el deseo y ya. ¿Nos quitamos la ropa? (un eufemismo que utilizaban para evitar ¿nos desnudamos?).

Entonces se abrazaban como poseídos por la ternura,  afán de desquite del deseo en el tendedero, una amante sumisa, intacta, desarmada, exacta, perfecta imprevisible en ese fugaz amor con perfume prohibido entre las sábanas, la puerta sin cerradura, la piel como un refugio, él entrando dulcemente en ella, la sorpresa, los gemidos, Satie de fondo, Gymnopédie nº 1.

Rebusca, alborota, mueve y remueve, merodea en la luz, insiste en lo mismo, lo mismo es esto, lo ineludible, vivir, límite y misterio, imaginación y mentira. ¿Sucedió aquello? ¿Qué es la verdad? 
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Bilbao, Euskadi
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