lunes, 21 de agosto de 2017

Parker en Berlín.



En Greenwich había muchos ricos y algunos pobres, Parker sospechaba que estaba en el lado equivocado. Después de la trágica pelea en un lugar parecido a una cantina (lo contaré otro día) se vino a Europa.

Eso. Entonces. Ayer. Parker,

Llegó a Berlín, que no era como es ahora (nada es ahora como era), encontró trabajo en una acería y ahí empieza la segunda parte (que tampoco pienso contar en este momento).

Parker comprobó que era un buen trabajador y que las chicas alemanas no entendían nada de lo que decía.

De unas y otras cosas Parker aprendía, también del silencio opresivo de un Berlín oscuro.


Eso. Hoy. Ahora. Antes. Parker.


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