sábado, 31 de enero de 2015

Decirlo bien.

Maiatza.

Begira, sartu da maiatza,
Zabaldu du bere betazal urdina portuan
Erdu eta egingo dugu berba betiko kontuez,
Atsegin izatearen balioaz,
Zalantzekin moldatu beharraz,
Barruan ditugun zuloak nola bete.
Erdu, sentitu goiza aurpegin,
Goibel Gaudenean dena iristen zaigu ospel,
Adeoretsu gaudenean, atzera, papartu egiten da mundua.
Denok Gordetzen dugu betiko besteren alde ezkutu bat.

Kirmen Uribe


Staircase, 1942, Armin Landeck. American (1905 - 1984) 




Miradas, alrededor, dentro, lejos, en todas está Ella.
Decirlo bien. Decirlo, bien.

Tiempo para desarrollar el mundo dentro de la cabeza, para contarlo, para dejarlo junto a un oído atento y ávido. Un paraíso entre los límites de lo que Ella es, de lo que representa. Días para disfrutarla, para saberla, estar a su lado, hablando, en silencio, bailando, mirándola, acariciando su pelo, acariciando sus pies -nunca he acariciado sus pies, lo haré, ¿cuándo?-, nuestro amor, suspiros.

¿Dónde he estado hasta ayer? Yo, ¿era?

Somos un reto, una pugna pacífica en cada conversación, un asomarse y sí, el gozo del eco, dejar la Palabra sobre la mesa y, rápido, tomarla o no, cada vez tiene su ritmo, su método, acertar. Pero sobre todo esa paz dentro de la pasión, esa armonía dentro del deseo, ese dulce sentimiento bañándonos como oleos del Sudán. Hoy también la deseo, y ayer, seguro que también mañana. Soy afortunado, relleno páginas y páginas con este descubrimiento.

Si todo esto fuera verdad sería un hombre afortunado.
Lo soy.

Pasarán los años y Ella seguirá a mi lado.
(Aunque no sé si disfrutándome o tolerándome)



Mira, ha entrado mayo,
Ha extendido su párpado azul sobre el puerto
Ven, y hablaremos de las cosas de siempre,
Del valor que tiene ser amable,
De la necesidad de arreglárnoslas con las dudas.
De cómo llenar los huecos que tenemos dentro,
Ven, siente en tu rostro la mañana,
Cuando estamos tristes, todo parece oscuro;
Cuando estamos fuertes, el mundo se desmigaja.
Cada uno de nosotros guarda algo desconocido de las vidas ajenas.



Kirmen Uribe.

1 comentario :

  1. Encarna c31/1/15 00:54

    Que el viento no deje de guiarte. Nunca te lleve.La pintura superior preciosa para este escrito. Buenas noches Pedro. Gracias por tus letras.

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