Las vacaciones como exilio, un intento inútil de atrancar la puerta del tiempo para que no sumen los días, correr en una dirección equivocada con vientos y nubes y dolor en los huesos.
Pasividad en la tentación.
Agosto se corta el pelo para salir bien en la fotografía de fin de mes, se maquilla para esconder los bostezos y las ausencias, se turba ante el cercano enfrentamiento, la implacable vuelta a lo que será, mirar cara a cara a lo que no tiene nombre.
El abismo de lo conocido.
Seguir ahí, lejos de tanto , es una forma de reconocer la derrota, el miedo a la llamada que de todas formas deberá realizar, el cansancio de una situación que se dilata y se ahoga en su propia contradicción.
La memoria, la emoción, la imaginación, bah, nada.
Y el mundo se prepara para la siguiente vuelta.
ResponderEliminarEs lo que tiene Bilbao. Yo por eso soy Giputxi y del Athletic. Vasco en España y en México español. Africano para Europa y europeo para América.
ResponderEliminar¡Con lo fácil que sería ser los mejores con un buen Gobierno!
Ultimamente y sin saberlo, o a sabiendas, me gustas y apeteces tanto como Muso...
ResponderEliminarÑam, ñam.
Ja!
Besín, Pedro.
Tu Ogra!
zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.), preparados, listos...¡¡¡YA!!!
ResponderEliminarbixen está claro, tú eres lo que quieres, con un par, sí señor, gora Bixen. Un abrazo.
ResponderEliminarCómeme, LA ZARZAMORA, estoy un poco duro pero me transubstanciaré solo para ti, Reina, Ogra de mis carnes. Cómeme.
ResponderEliminarMagnifico trabajo el que no compartes,muy bellos blog el que has conformado.
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