jueves, 13 de diciembre de 2012

El poema de hoy.


El poema de hoy, que nos libere, sacrificado en la piedra hostil esta mañana fría, otra, mecánica precisión del cuerpo, monotonía de gestos, saberlo en un baile de gacelas que apenas toquen la garganta, la intención, el fondo, rondando sin entrar, con hambre ajena, abro la puerta, no viene, sediento  abra sin barcos,  el intento un vez más flota invisible en las aguas del otoño, la esperanza que se retuerce paralela a la voz, acantilado, refugio para los grandes pájaros dormidos, ni siquiera una canción, un susurro desierto, pero sí, aquí.

Quizás hoy sea el día.

Puedo ver la doble sombra del desencanto del brazo de la esperanza herida.



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